Reflexiones En La Sombra

Alex se recostó contra la pared del edificio abandonado. La ciudad abajo parecía tranquila, pero él sabía que era solo apariencia. Sus sombras, aunque aún debilitadas por el enfrentamiento, se movían a su alrededor con suavidad, como recordándole que todavía tenían vida propia.

—Tengo que entender esto —susurró, mientras su mano pasaba sobre los cristales que había recogido durante sus exploraciones anteriores—. No puedo solo reaccionar… debo anticipar.

Cenit apareció silencioso, apoyándose junto a él.

—Veo que has notado algo —dijo, observando los movimientos de las sombras—. No solo responden a tus órdenes. Están conectadas contigo y con la energía de los cristales. Esa es la razón por la que Luminar quiere encontrarte: entiende que tu poder puede desafiarlo.

Alex frunció el ceño.

—Entonces todo esto… él no ataca solo por odio o miedo. Me busca porque… ¿porque sabe que soy un peligro para sus planes?

Cenit asintió:

—Exactamente. Luminar ha dedicado años a perfeccionar la luz y los cristales. Su obsesión no es solo poder; es control absoluto. Tú representas un factor que él no puede ignorar, algo que ni siquiera él domina por completo.

Alex cerró los ojos, dejando que sus sombras se arremolinaran a su alrededor. Recordó la primera vez que despertaron, cómo reaccionaron antes de que él pensara. Ese instinto propio de las sombras le daba ventaja, pero también dejaba claro lo mucho que debía aprender.

—No puedo enfrentar a alguien como Luminar sin entenderlo —dijo, más para sí mismo que para Cenit—. No puedo solo depender de fuerza y reflejos.

—Y no estás solo —replicó Cenit—. Aprenderás a coordinar tus sombras con la luz de la ciudad, a anticipar movimientos, y a usar lo que él cree que es un límite a tu favor.

Alex abrió los ojos, con determinación.

—Entonces esto apenas comienza… —murmuró—. Pero esta vez, voy a estar listo.

El capítulo termina con Alex observando la ciudad desde lo alto, sus sombras a su alrededor, mientras la lluvia empieza a caer otra vez. La calma no es tranquilidad; es preparación. El enemigo tiene pasado, motivos y poder, y ahora Alex sabe que necesita comprender todo antes del siguiente enfrentamiento.