Sombra de los sueños

Prólogo

 

-Por favor Quinn, aguanta. La ayuda ya está en camino.-Sentí la total desesperación, verla perderse en su dolor y no poder hacer nada.

 

-Jackes, tengo miedo.

 

-Tienes que aguantar, por favor, confía en mí.

 

Estaba aterrada, sentí su miedo, su respiración agitarse. Había seguido mis instrucciones y se mantuvo oculta. Me preocupaba más su herida, no tenía buena pinta y de seguir así indudablemente la perderíamos, la perdería.

 

-Quinn, escuchame bien. Tienes que mantenerte a salvo. No tardan en llegar.

 

.No te vayas Jackes.

 

-No lo haré- Y aún con la sanción, incluso con el peor castigo no pensaba separarme de su lado.

 

La noche estaba llegando a su fin, estaba punto de llegar al límite de lo permitido, pero hasta que estuviera a salvo no pensaba abandonarla, ellos me habían dado la misión de mantenerla a salvo, una ironía que sus propias reglas pudieran apartarme de ella cuando más lo necesitaba, pero no había poder existente ni en mi mundo ni en el de ella que me alejaría.

 

Era más fuerte que cuando la había conocido, había tenido el coraje de enfrentarlos por lo que era correcto, así que no importaba cuál fuera el costo tenía que mantenerme firme a su lado.

 

Una noche corriendo nos había pasado factura a ambos, pero en cada momento que ella quería desistir le susurraba “no te detengas, sigue Quinn”, no está permitido que influenciemos mucho en nuestros protegidos, tenía que hacer que siguiera, aún si para eso tenía que obligarla.

 

Haber corrido entre edificios y callejones era exigirle más de lo que ella quería. Estaba acostumbrada  a hacerlo, pero no quería ahondar más en su herida.

-pequeña pequeña amorosa Quinn- la repulsión hizo que se moviera un poco, fue lo suficiente para que yo aguantará la respiración esperando que no la hubiera escuchado.

Ese mal nacido le había hecho el daño suficiente durante el tiempo que estuvo en su vida.

Inmediatamente quería ponerse a llorar. El trauma aún no había sanado, apenas había logrado un progreso, aunque de una manera incorrecta, mis superiores me retirarían del caso en el acto.

Escuchamos sus pasos acercarse, "aléjate de ella infeliz" . Ni en vida había sentido tal impotencia. Incluso después de haberme enterado de el intento de Jean a Verona, al menos en ese momento pude darle una paliza. 

Pero saberme tan lejos de ella. Incapacitado para ayudarlo más de lo que había hecho. Rompí todas las leyes que me habían dado desde un inicio pero la más importante, no involucrarme, no apegarme...

  • -Jackes. Tengo mucho miedo, estoy muy cansada.

-Resiste dulzura. Resiste Quinn...

 




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