Madison es una chica que se enamoró en su adolescencia, pero no tuvo su amorío como ella quería. Entonces, después de todo lo sufrido, se da su tiempo para sanar. Su terapeuta le recomienda que escriba todo aquello que no pudo decirle a él en el momento, debido a los sucesos que ocurrieron y que escriba desde el sentimiento honesto todo aquello que ella se hubiera imaginado si hubiera sido una buena relación sana. Porque estas no son las cartas típicas de una joven adulta en la que pide que todo sea color de rosa.
Y ella escribe cartas que nunca le llegarán a él… a su amor imposible Kenneth.
Sin embargo, con el paso del tiempo, a Kenneth le llegan esas cartas a su poder de manera misteriosa. ¿Dónde las leerá? Y después de tanto pensarlo, decide responder cada una de las cartas, escribiéndole a tinta y papel, de una manera romántica, pero teniendo en cuenta que él piensa que tampoco le llegarán a ella las cartas.
Todo en esta vida es un misterio, pero las cosas suceden con un propósito establecido. Sin duda, Madison recibe las cartas con el paso de los años de manera misteriosa. En esas cartas se detalla cada suceso vivido, situaciones que absolutamente no son muy gratas porque te encuentras con sucesos que para Madison no fueron esperados en su vida. Tampoco le fueron agradables los raros comportamientos que experimentó, ya que en su momento los ayudó de manera normal. Después de los sucesos ella analiza y comprende que para nada era común.
Y el mensajero aparece en sus vidas para dejarles una lección de vida que ellos consideran muy importante.
Estas son cartas narradas en primera persona.
Editado: 12.11.2024