Sombras de un mismo corazón

Capítulo 9

La tarde caía con un brillo dorado que bañaba la ciudad, y Yoon caminaba con Axel por el parque, ignorando la alerta que Alois había intentado darle días antes. Ian estaba al mando, moviéndose con la precisión de alguien que conocía perfectamente a su presa. Cada gesto, cada palabra, estaba calculado para acercarlo, para envolverlo en una red de confianza y afecto que parecía inquebrantable.

—Me alegra tanto que estemos aquí —susurró Ian, con la voz cálida de Axel, rozando apenas la mano de Yoon.

Yoon sonrió, dejándose llevar, como un niño que recobra un pedazo de su infancia perdida. Ian lo rodeaba con cuidado, escuchando cada una de sus palabras, anticipando cada emoción, manipulando sus sentimientos para que se aferrara más y más a él.

Cuando se sentaron bajo un árbol, Ian se inclinó un poco más cerca. Sus rostros se acercaron lentamente, y antes de que Yoon pudiera pensar en algo, los labios de Ian tocaron los suyos. Fue un beso suave, casi perfecto… pero algo no encajaba.

El corazón de Yoon dio un vuelco, y una sensación extraña se coló por sus entrañas. No se sentía como la primera vez que besó a Axel. Había un vacío, un dejo de frialdad que lo hizo estremecerse. Sin embargo, Yoon decidió no retirarse, no mostrar duda. Solo siguió con aquel beso, dejándose envolver por la ilusión, temeroso de romper lo que creía que era real.

Adentro, Axel gritaba en silencio. Sus manos presionaban contra la pared invisible de su prisión. Cada roce, cada gesto, era una daga que lo atravesaba, y aún así no podía intervenir. Ian estaba completamente a cargo.

—Quiero… ir un poco más allá —susurró Ian, con los ojos brillando de deseo fingido—. Solo déjame sentirlo…

Yoon se apartó ligeramente, con el rostro rojo y una mezcla de confusión y vergüenza.
—No… no quiero todavía. Quiero que sea especial. Que… que lo recuerde de verdad —dijo con voz temblorosa, pero firme.

Ian lo miró con una sonrisa calculada, aceptando cada palabra como si fuera la voluntad de Axel.
—Está bien… lo haremos como tú quieras —dijo, inclinándose de nuevo, suavizando sus movimientos, fingiendo ser el Axel que Yoon creía conocer.

Yoon cerró los ojos, intentando aferrarse a ese momento, mientras su intuición comenzaba a despertar. Algo en el fondo le decía que había un cambio, un matiz que no estaba allí antes. Pero no podía arruinarlo, no podía levantar sospecha… así que siguió adelante, permitiendo que Ian tejiera su red un poco más, sin saber que estaba atrapándose más profundo en la trampa.

Adentro, Axel estaba al borde del colapso. Podía verlo todo: cada caricia, cada palabra manipulada, y no podía moverse, no podía impedir que Ian lo utilizara para acercarse a Yoon. Cada instante era un recordatorio cruel de su impotencia, y cada sonrisa falsa que Yoon le ofrecía a Ian lo destrozaba un poco más por dentro.

—Solo resiste un poco más —murmuró Axel, para sí mismo—. No lo dejes romperlo del todo…

Pero Ian, desde su lugar de control absoluto, disfrutaba de cada segundo. Sabía que estaba en camino de ganar no solo la confianza de Yoon, sino también su corazón, y que cuando lo hiciera, sería capaz de herirlo de una manera que Axel jamás podría impedir.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.