Sombras Del Secuestro

PARTE 6

Me despierto en el asiento trasero de un vehículo. La tela áspera del asiento raspa mi piel, y el olor a cuero y sudor me envuelve. Todo se mueve con brusquedad, como si estuviéramos atravesando un terreno accidentado. Mi cabeza late con un dolor punzante, y tengo las manos esposadas hacia atrás, lo que hace que viva una auténtica tortura.

La luz del día se filtra a través de las ventanas tintadas. Parpadeo, tratando de acostumbrarme a la claridad. El paisaje exterior es un borrón de verdes y marrones: árboles, arbustos y vegetación densa. ¿Dónde estamos? ¿Cómo he llegado aquí?

“Se está despertando”, escucho a uno de ellos decir. La voz es ronca, masculina. No puedo ver sus rostros, solo sus siluetas borrosas en el asiento delantero.

“Tendremos que parar para descansar; llevamos casi dos días de camino”, dice el tal Shaw. Su voz es indiferente, como si esto fuera solo un trámite para él. 

El hambre me atormenta. Mi estómago gime, y mi garganta está seca como papel. Pero tengo miedo de pedirles algo. ¿Y si lo toman como una oportunidad para hacerme daño?

Reúno todas mis fuerzas y me incorporo en el asiento. El dolor me hace jadear. Shaw se gira para mirarme, sus ojos fríos evaluándome. Es un hombre robusto solo con una  mirada  que me da escalofrios.

-“¿Estás bien, niña?”, dice en tono burlón. El apodo me hiere. ¿Cuántos años creen que tengo? ¿tres? ¿cinco?

-“¿Te estás burlando de mí? Estoy secuestrada, drogada y esposada. ¿Qué quieren de mí?”, digo con lágrimas llenándome los ojos. La impotencia y el miedo se mezclan en un torbellino dentro de mí. 

Shaw mira al conductor y le ordena que pare el vehículo. La niebla se cierne a nuestro alrededor cuando salimos del coche. El frío me cala hasta los huesos. Observo a lo lejos otro vehículo que nos sigue. El hombre de la cicatriz está al volante, acompañado por otros dos. ¿Son cómplices de este secuestro? ¿Una red de criminales?

Aun estoy drogada y no puedo pensar con claridad. Shaw me guía entre los árboles hacia una cabaña. El miedo que siento en ese instante es abrumador. ¿Qué me espera allí? ¿Una celda? ¿Un interrogatorio? Dentro de la cabaña, el aire es rancio. Hay un sofá desgastado en el pequeño salón, y una habitación a un lado. Shaw me abre la puerta de la habitación.

“Entra aquí; voy a preparar algo de comer”, dice. Su voz es seca, sin rastro de compasión. La puerta se cierra tras de mí, y me dejo caer en la cama. Las lágrimas empiezan a caer sobre mis mejillas. Ojalá mi padre esté cerca de encontrarme y llevarme a casa. Pero la culpa también me consume. Yo fui quien queria salir sin hacerle caso a mis pades al final solo me estaban protegiendo. 

Despues de un rato entra en la habitacion , el esta con una bandeja en la mano, Yo hago como si no lo hubiera visto , esperando a que salga para que pueda comer. Me observa desde la puerta, su mirada penetrante evaluando cada movimiento que hago. Me siento como una presa acorralada.. Cuando sale de la habiatcion me abalanzo sobre el plato y me lo como entero como si nunca hubiera comido en meses . Una vez que he recuperado fuerzas y mi mente esta clara. Empeze a pensar en un plan para salir de alli. 

Examino la habitacion en a que estoy prestando atencion a los minimos detalles, no hay ninguna salida y las ventanas estan cerradas con tornillos. Abro la puerta sigilosamente y veo que Shaw esta distraido con una especie de radio antiguo que intenta arreglar "Idiota" pienso. No voy a poder salir por la puerta principal tengo que encontrar otro camino para que los hombres que estan fuera no me puedan ver. Siento desesperacion y rabia solo con pensar que nunca voy a poder vea mi familia otra vez.

"Estos criminales seguro que me quieren vender o peor aun traficar con mis organos. Me quieren viva para su beneficio" "O puede que me usen para vengarse de algo que les haya hecho mi padre " Los pensamientos me unden aun mas. Necesito salir de aqui de cualquier manera...

Con manos temblorosas, desmonté los tornillos de la ventana. Cada giro del bolígrafo que encontre en aquel hotel  era un paso hacia la libertad. El sudor se deslizaba por mi frente, y mi mente corría a toda velocidad. ¿Qué me esperaba al otro lado? ¿Un bosque oscuro y desconocido? ¿O la posibilidad de volver a ver la luz del día?

Finalmente, la ventana cedió. La abrí con cuidado, como si estuviera liberando un pájaro herido. El aire fresco me golpeó en la cara, y mi corazón se aceleró aún más. Sin pensarlo dos veces, salté al exterior. El suelo estaba cubierto de hojas secas y ramas rotas. Corrí hacia el bosque, mis pies hundiéndose en la tierra húmeda. Cada paso me alejaba más de esa prision.

No me atreví a mirar atrás. No quería ver la sombra de Shaw persiguiéndome. Solo corrí, con la esperanza de encontrar a alguien que me salvara. Las ramas crujían bajo mis zapatillas, y los árboles parecían susurrar palabras de aliento. ¿Había escapado realmente o solo estaba corriendo hacia otro tipo de cautiverio?

El viento siseaba entre las hojas, me sentia sola y con miedo de algun animal salvaje . Pero no podía detenerme . No hasta que encontrara ayuda. No hasta que estuviera a salvo....

 




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