Nací en los barrios más pobres de Cuba, pero mi vida cambió para siempre cuando mi madre se casó con Mohamed Nassarji y nos mudamos a Miami. Desde pequeña aprendí a abrirme camino en un mundo nuevo, a estudiar, a adaptarme… y a encontrar en Noxlan, mi hermanastro mayor, al hermano que nunca tuve.
A los 18 años decidí entregar mi vida al servicio militar estadounidense. Entrenamientos brutales, misiones que ponen a prueba mi cuerpo y mi mente… todo me llevó a convertirme en soldado, aspirante a general, y a ganarme el respeto que muchos no obtienen ni en diez años. Durante todo ese tiempo, Noxlan siempre estuvo ahí: abrazándome en secreto, cuidándome, escuchándome, siendo mi guía y mi confidente.
Pero lo que siento por él va más allá de la amistad, y sé que es un peligroso tabú. Hermanastros. Jerarquía militar. Un código que castiga a cualquiera que falle en proteger a una mujer. Y aun así… no puedo ignorar lo que late en mi pecho cada vez que estamos cerca. En un mundo donde el deber y la lealtad lo son todo, debo decidir si arriesgarlo todo por lo que siento, o seguir reprimiendo lo que no puedo tener.