Se sabe que desde el principio de los tiempos, que existen seres mágicos, trolles, hechiceros, brujas… cada uno con un don diferente, un destino diferente. Diferentes puntos de vista.
Si hablamos desde la historia de los hechiceros, podemos encontrar que tienen reglas bastante estrictas. Siendo manejados por la “Orden”, son quienes desde el inicio de los tiempos, manejaron a la madre naturaleza, pusieron un orden en la vida de cada ser vivo.
Crearon a cada criatura de este planeta. Crearon el significado de vida.
Con ello, otorgaron una pizca de poder a un segmento de la población humana, mas conocidos como magos/hechiceros. Fuego, aire, agua y tierra. Los cuatro elementos, eran esparcidos a cada uno de nosotros, los hechiceros.
Claro que se sabe que esto no te encasilla a un solo elemento. Merlín fue un ejemplo, se decía que pudo dominar los cuatro elementos con gran facilidad, con el se detuvo la idea de que uno solo puede aprender del área que nació en ella. Desarrollando diferentes ramas de magia, con ello una nueva época de experimentación; además de añadir la física y ciencia para mejorar la misma magia.
Pero claro que, el tiempo paso, la gente poco a poco le temía mas a nuestra gente, a lo desconocido. Nuestras habilidades ya no eran vistas como una bendición mas como una peste que se debía de exterminar.
En la época actual, nos encontramos escondidos, hay pocos hechiceros ahora. La gran Orden, aun cuando ellos mismos nos otorgaron este don, no hizo nada para evitar esto.
Los pocos hechiceros de mi generación, según he escuchado, no practican hechiceria, sea por que no tienen idea de su don o por generaciones se fue desapareciendo.
Mi familia, los Fischer, han estado ocultos por años, por generaciones vivimos como humanos normales. Ocultando nuestros poderes, para solo permanecer con una pizca de nuestro linaje.
Mis madre estaba enfocada en cualquier hechizo de curación, mi padre en la energía. Mi tio en lo espiritual y mi hermano al igual que mi padre en la energía.
Yo resulte ser una simple soñadora.
— Es una habilidad hermosa Mary — Sonrió mi tio — tus sueños dicen lo que muchos no podemos percibir, es una habilidad importante de una hechicera,
— . . . Pero, todo hechicero lo tiene, es una habilidad basica.
Soñadora es para lo que algunos humanos, llaman premoniciones. Es incierto, y si no sabes usarlo solo son sueños confusos que olvidas al amanecer.
Una habilidad que se ha desestimado por años, incluso por la "Orden", no se tiene un registro de algún hechicero importante que usara su poder de soñador correctamente, o que este tuviera un poder relevante.
Varios sueños he tenido, pero ninguno que me ocasionara mas miedo que el de ese 23 de Julio.
El sueño comenzó como cualquier otro, borroso, impreciso. Pero poco a poco se fue aclarando. Me encontraba en nuestro apartamento, el mismo de siempre, con sus paredes color crema y el sofá desgastado. Todo estaba en calma, hasta que las sombras empezaron a moverse por sí solas.
Primero fue un susurro, apenas audible. "Bruja. . .". Pensé que era el viento colándose por alguna ventana mal cerrada. Pero el susurro se convirtió en voz, y la voz en grito. "Esta en camino. . ."
Las paredes empezaron a temblar. Los objetos levitaban y caían violentamente. Sentí manos invisibles empujándome hacia la puerta, dedos fríos que me agarraban de los hombros, de las muñecas, intentando arrastrarme fuera.
"¡No hay tiempo!" gritaba aquella voz que parecía venir de todas partes. "¡Esta en camino, no se puede ocultar mas!"
Y entonces lo vi. Una sombra inmensa que cubría todo el apartamento, tragándose cada rincón. Mientras poco a poco se presentaba un destello rojo que resurgía de su pecho.
Desperté empapada en sudor, con el corazón latiendo tan fuerte que parecía querer salirse de mi pecho. Y lo supe. No era solo un sueño. Esto era una advertencia.
El ser una soñadora solo me ha causado confusión, ¿Por que solo yo tengo estos sueños tan incomprensibles? y ahora mas, por el hecho de que mi tío no dudo en sacarnos de la ciudad para empezar a vivir en Fairview, un pueblo conocido por. . .- si, solo por ser un pueblo de paso en carretera.
Mi Tío, Jonnathan, hermano menor de mi difunta madre. Siempre con aquella expresión dura, pero una persona suave y incluso poética. Manejaba la camioneta por la carretera, nuestras pertenencias que cabían en una sola maleta para cada uno. “Lo único que necesitamos es la presencia de cada uno”.
El letrero oxidado a un lado del camino lo decía claro: "Fairview 5 millas".
Mi tío apretó el volante. Entre un suspiro soltó.
— Chicos... - susurró -. Recuerden: normales.
Tal vez normal era solo otra palabra para esconderse o para esperar. Cerré los ojos y respire hondo.
Varios sueños he tenido . . . pero este ya no es un sueño. Y no parece que fairview perdone a los soñadores.