Sonia

2.- Energúmeno

Termino de mirar su serie en Netflix a media noche, se metió bajo las sabanas de su cama a descansar, sin embargo, no podía conciliar el sueño.

Los recuerdo le llegaron como si fuera una gran avalancha, recuerdos un tanto borrosos, fragmentados, unos pequeños rompecabezas delgados como una hoja pero tan frágiles como un copo de nieve.

Ahí se encontraba ella, mirando el techo de su habitación completamente oscuras.

Se levanto de la cama y busco su ropa interior y se la puso, busco un pans holgado y una blusa de tirantes. A los pocos minutos ya se encontraba vestida.

Salió de su apartamento, ya eran casi las dos de la mañana. No había ni un solo sonido en el edificio, a excepción del de ella. Evito tomar el elevador y tomo las escaleras. Un calentamiento leve antes de correr por toda la avenida, hasta que se ponga el sol.

EL guardia de seguridad la saludo con un movimiento de cabeza. Salió casi de inmediato de ahí. A pesar de estar viviendo en este lugar ya por mas de dos meses, no tenia amistad alguno con nadie de ellos.

Siempre era del trabajo a casa y del trabajo a casa y muchas veces cuando no podía conciliar el sueño, salía a correr cuando no había absolutamente nadie alrededor.

Hizo un par de estiramientos y coloco sus auriculares, Cherry pie le dio de inmediato los primeros acordes y empezó a trotar.

No supo cuanto tiempo exactamente estuvo trotando, al menos no, hasta que vio los primeros colores del sol, los colores terracota bañaban el cielo dando la bienvenida a un nuevo día. Sonia se paro unos momentos y dejo que esa luz tocara su rostro y lo calentara un poco. Sentir esa calidez le hacían recordar su niñez, su familia. Se dejo llevar por solo unos momentos.

Pero todo se vio empañado por un ligero temblor en su mano izquierda. De inmediato la apretó con su otra mano y se dio la vuelta de inmediato para regresar a casa. Al momento de dar la vuelta tropezó con un torso desnudo y completamente mojado, mandándola de inmediato al suelo, cayendo de nalgas. Sonia hizo una mueca de dolor.

Miro como le ofrecían que tomara una mano, sin embargo Sonia la golpeo con la de ella, evitando contacto visual y echándose a correr de inmediato lejos de él.

__¡Señorita!

Sonia no hizo caso alguno, evito voltear en todo momento. Siguió corriendo como si su vida dependiera de ello. Solo escuchaba a lo lejos como era llamada por el nombre de <Señorita>

_¿Señorita yo?

Solo un idiota es capaz de llamarme de esa manera.

Sin embargo Sonia no se dio cuenta la gran sonrisa de satisfacción que ese idiota tenia plasmada en el rostro en el momento en el cual salió corriendo.

En el preciso momento en el cual llego a casa llego un mensaje de texto... Dejo salir un suspiro y se metió de inmediato a la regadera y se puso unos jeans holgados y una camisa de tirantes y una camisa de manga larga de cuadros, sus botas Timberland y respondió el mensaje..

X: Estoy lista.

XX: Están esperando por ti.

X: De acuerdo.

Tomo su mochila militar y salió de la habitación. Esta vez tomo el ascensor y llego de inmediato.

Ya la estaba esperando una motocicleta, una Harley Davidson con un gran hombre musculoso, tatuado y completamente masculino al volante. Al subir detrás este acelero saliendo a una gran velocidad del lugar. Sonia levanto su rostro y dejo que el sonido y el aire invadieran todos sus sentidos. Le traían viejos recuerdos. Cuando era joven, ingenua y totalmente idiota. Las fiestas, los viajes. Todo venia con un gran precio. Y ella, lo había pagado todo con creces.

Nos dirigimos a una gran zona residencial, la cual nos dio la bienvenida enormes casas de colores neutros y varios árboles frutales , los cuales estaban repletos de frutas en pleno otoño. Ya casi llegaba el invierno.

Sonia no se imaginaba absolutamente nada, del porque ahora se encontraba ahí.

Tenia un trabajo toda la semana y descansaba los fines de semana, excepto cuando la llamaban para hacer trabajos especiales. Y ahí estaba ella, con una gran maleta en la puerta de una gran casa color blanca con unos grandes ventanales alrededor, bastante llamativa entre todas las casas de la zona. Frunció el ceño y se bajo de la moto cuando esta aparco en la cera. Se acerco a la puerta y lo primero que le dio la bienvenida fue la música a todo volumen persiana americana era lo que sonaba, Rock en español.

Sonia agacho su rostro, estaba dispuesta a irse de inmediato, pero no lo hizo, no podía darse ese lujo, al menos no por ahora, tenia que terminar, estaba a punto de terminar.

Pulso el botón de la puerta y espero unos minutos a que esta se abriera. Cuando lo hizo, quien la trajo le dio un saludo de cabeza y se fue de inmediato. Parecía un padrote, pero, no lo era. Sonia sonrió con tristeza y entro en la casa.

__¡¿Quién eres?!

La voz masculina le dio la bienvenida dentro de la casa, pero no la bienvenida que ella pensó que sería. Al contrarió, se encontró con la voz de un energúmeno. Alguien que no la quería ahí. Se podía dar cuenta con tan solo verlo a los ojos. Unos ojos completamente vacíos y sin vida. Ella conocía a la perfección esa mirada, la ha visto todos los días de su existencia. Una mirada llena de..... nada. Alguien que esta vivo, pero frío. Alguien que tuvo amor pero, ahora no tiene nada.

Él, es como yo. Vive solo por vivir. No por que quiera vivir.




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