__No me gusta esa mirada
Como si a Sonia le gustara la mirada vacía y arrogante del ser humano en silla de ruedas frente a ella.
__¿Quién te mando llamar?
Quedo lo suficientemente cerca de ella, a solo un par de centímetros de pasar sobre sus pies y lastimarla. Pero Sonia no era para nada tonta y sabía muy bien lo que ese hombre frente a ella estaba haciendo a la perfección.
Le salía por lo menos tres cabezas mas. A pesar de estar sentado en esa silla de ruedas era lo suficientemente alto como para que todavía ella tuviera que levantar el rostro para poder verlo mejor.
Sonia sonrió de medio lado y lo tomo del mentón con su mano. De inmediato sintió la tensión en él. Cuerpo rígido y mirada perdida.
_Debería presentarse. Es de mala educación no hacerlo. Soy una completa extraña en su casa pero, tengo educación.
Sonia estaba segura de que no le contestaría absolutamente nada, sin embargo, no fue así.
En algún punto, el sujeto la miro a los ojos. Clavo su mirada en los ojos almendra de ella y lo que vio lo dejo un tanto patidifuso.
_¿Qué sucede? ¿Acaso no le gusta lo que ve en mi rostro?
__Puedes llamarme Artemis.
Sonia acaricio el labio de este con su dedo pulgar, acariciando esos labios carnosos y bien formados que poseía. Los acaricio hasta que quizo hacerlo.
__Quisiera dejar de tocar tus labios pero, no logro hacerlo.
_Soy su masajista.
__¿Qué ha pasado con Denis?
_Que voy a saber yo. A mi me hablan, contesto y vengo al lugar donde necesitan mis servicios.
__No pareces ser ese tipo de....
El cuerpo de Sonia se tengo y trago saliva. Ella sabía mejor que nadie que no encaja en absoluto con su trabajo. Al contrario, parece una mujer que trabaja en un super mercado de abarrotero. Puede que su complexión sea un tanto pequeña y con algunas curvas pero no le daba derecho a pensar cosas que no son.
_Se muy bien que no entro en lo que la sociedad pide de los seres humanos. Y eso, me gusta mucho.
__Como digas.
Sonia le dio la espalda unos segundos y sintió como una ligera sensación extraña recorrió su cuerpo, como si él quisiera ver a través de ella.
___¿Sonia?
Dio un leve vistazo por encima de su hombro y se encontró a una señora en sus cincuentas bastante elegante. Estaba de pie a unos cuantos centímetros de Artemis.
___Se bienvenida, mi nombre es Artemisa y soy la progenitora de este..... imbécil.
Sonia frunció el ceño y paso la mirada de uno a otro. No se parecen fisicamente sin embargo, el nombre es igual.
_Señora, ¿Dónde voy a trabajar?
___Ay pero que tonta. Discúlpame mijita. Lizzy te ayudara con las cosas y te guiara a la habitación.
_Yo puedo cargar con las cosas. Solo necesito que me digan donde tengo trabajar.
___Mujer de pocas palabras. Me agradas.
Siguió a la chica del servicio a una habitación al final del pasillo de la primera planta. Una habitación bastante sencilla pero con todo lo necesario para realizar su trabajo.
El ruido de la silla dando su recorrido detrás de ella, era lo único que se escuchaba, aparte de las respiraciones entre cortadas de los tres. A pesar de no estar haciendo nada malo. Se sentía bastante tenso el ambiente.
Lizzy se retiro de inmediato de la habitación, dejándolos solos.
Cuando Sonia tomo el hombro de Artemis para ayudarlo a levantarse de la silla y colocarlo sobre la camilla de masajes. Este, le quito la mano se su hombro de un manotazo, le dio una mirada de desprecio y la acribillo con la mirada. Como si en realidad esas miradas fueran balas de alto calibre. Sonia levanto sus manos en rendición y dio unos cuanto pasos hacia atrás, dejando que él solo pudiera subirse a la camilla. Aunque ella lo dudaba mucho.
Tardo bastante tiempo en poder subir a la camilla pero lo había logrado sin la ayuda de absolutamente nadie.
__Eres un mal humorado. ¿Alguna vez se lo han dicho?
__Mmmm.
__Una vez tuve un perro igual. No le gustaban los mimos, no le gustaban las personas, no soportaba estar con muchas personas cerca de el. Sin embargo y, por azares del destino, ambos nos complementabamos a la perfección. Me recuerdas a ese perro. Lleno de dolor e inseguridades. Alejando a todo el mundo. Sin embargo, tenia un lado bastante adorable.
__¿Me estas comparando con un perro?
_Por supuesto que sí. Y no me hable de tú. Mas respeto por favor.
El tono sarcástico que utilizo hizo que Artemis sonriera ligeramente pero, casi de inmediato borro esa pequeña sonrisa de su rostro.
_Bien. A llegado el momento de iniciar con la terapia. ¿Tiene algún reporte médico que pueda leer antes de empezar?
__Sobre la mesilla esta los documentos que necesita.
_Perfecto. Daré una pequeña hojeada. Mientras tanto, quite toda su ropa.
__¿Toda?
_Toda. ¿Esta sordo o que pasa?
Artemis soltó unas palabrotas y a regañadientes quito todas prendas de su cuerpo. Quedando desnudo frente a ella. Sonia lo miro de reojo mientras leía los documentos y le aventó una toalla para que se cubriera sus pastes intimas.
_He visto cosas mejores.
__¿Como sabe que no es mejor que otros?
_Solo lo se.
Se alzo de hombros quitando importancia. Le dio la espalda y siguió leyendo, mirando fotografías.
__hinchazón, moretones, perdida permanente de la movilidad de la pierna izquierda..... ¿Pero que carajos? Dolor crónico
Entre mas leía, mas se daba cuenta de que algo no estaba bien.
Si bien el documento dice perdida permanente ¿Por qué ella tenia otro dato respecto a eso?
_Bien. Vamos a comenzar con el masaje. Si le lastimo o llega a sentir dolor, tiene que avisarme para poder darle su medicación. ¿Dónde esta su medicina?
__No tomo ni un solo medicamento.