Sonia

9.- Frialdad

Sonia, asustada, nunca jamas había estado en una situación como la que en esos momentos esta viviendo en vivo y a todo color. El temblor de su cuerpo le indicaba ira contenida y los nervios a flor de piel le indicaban..... miedo. Nunca había conocido a alguien como el señor de la Torre, nunca. Al menos no, por decisión propia.

Cerro sus ojos muy fuerte, dejando entre ver un par de líneas de expresión al rededor de sus ojos. Respiraba lento, controlando su respiración, llevando un conteo mental. Tratando de darse animo de que eso que esta frente a ella no es real. Tiene que ser todo una mentira.

El olor a pino y cedro dentro de la habitación la relajaban un poco. Eran sus aceites favoritos.

__Te suplico que me dejes salir de la habitación.

EL sonido de su voz, salió apenas en un susurro, pero fue escuchado a la perfección por él.

Llego a pasos agigantados frente a ella y la tomo de la barbilla con bastante delicadeza, sus dedos acariciaron las líneas de expresión al rededor de sus ojos y dejo salir un pequeño suspiro. Algo que Sonia no esperaba era que, este, besara sus labios con tal delicadeza, como si fuera el pétalo de una flor. Abrió sus ojos de inmediato, solo para toparse con la mirada llena de burla y sarcasmo por parte de él.

_Si vuelves a cerrar los ojos, entenderé que es una invitación a probar esos labios.

Sonia trago con dificultad y, asintió con un movimiento de cabeza varias veces. Un deje de tristeza cruzo el rostro sarcástico del señor de la Torre, pero de inmediato de compuso.

Regreso a su posición, esta vez, sostenía la mano de Sonia entre las de él. Un toque cálido, abrumador y lleno de fervor, era lo que estaba sintiendo mediante ese toque, tenia la ligera sensación de que ella también sentía lo mismo que él. El toque de ambos era como si hubieran chocado los cables eléctricos. Sentía una energía..... inimaginable. Pero todo cambio cuando, desvió su mirada un poco hacia el rostro de ella. La mueca llena de asco hizo que endureciera su semblante y apretara un poco mas el agarre en ella.

El quejido de dolor de Sonia no aminoro, al contrario, fue creciendo mas y más, hasta convertirse en un grito.

__Déjeme, suélteme infeliz bastardo.

La soltó de un manotazo y este apretó sus labios en un claro disgusto por sus palabras. A los pocos segundos, Ernesto soltó con frialdad una pequeña frase.

_Lo que suceda dentro de esta habitación, es consecuencia de tus arrebatos.

Se alejo de ella a paso rápido. Llego con la persona de rodillas y lo tomo del cuello con tanta verosimidad que, Sonia abrió sus ojos a mas no poder y llevo sus manos a su boca, para callar el grito que estaba a punto de dejar salir. No se había dado cuenta quien era la persona que estaba frente a lo lejos. La luz tenue de la habitación solo le dejaba ver su cuerpo sin ropa mas no el rostro con los ojos vendados. Ahora que estaba tomado del cuello con tanto fuerza, lograba ver quien era esa persona.

__¿Padre?

Ernesto la miro y le hizo la seña de que guardara silencio absoluto. Cuando Sonia iba a ayudar a su papá, fue tomada por los hombros, sin ejercer tanta fuerza pero si la suficiente como para mantenerte en tú lugar.

__Observa. Solo observa.

La voz ronca y masculina del hombre le hicieron cosquillas en la nuca. Mas no se opuso a nada de lo que le dijeron. Le miro furioso unos cuantos segundos y luego, regreso su mirada al frente. Ernesto ya había tomado asiento en una silla de metal. Entonces, le escucho decir:

_Señor Carbajal. Es un placer tenerlo de nuevo..... aquí

__S s señor de la Torre. Juro que le voy a pagar hasta el último centavo. Solo tiene que esperarme un poco mas.

Sonia escuchaba con suspicacia lo que salía de boca de su padre.

__S s s sí. Estoy a punto de conseguir la suma que le debo.

_No lo se, señor Carbajal.

__No se arrepentirá, siempre e saldado mis deudas.

_Mmmmm necesito una garantía.

__Sí, sí. Lo que sea. Las escrituras de la casa, el coche.....

_Quiero a tú hija.

__No.

_Sí.

__No. Ella no es garantía de nadie, Giorgia No.

_No hablo de Giorgia. Quiero a Sonia.

Se le atasco la respiración a Sonia cuando escucho las palabras del señor de la torre. Después de un largo silencio, El papá de Sonia hablo.

_Puedes tener a Sonia. No la necesito. Solo es alguien indispensable para la familia.

El mundo se Sonia se desmorono en cuanto escucho esas palabras de boca de su padre.

_Ella fue a recoger el maletín con el dinero. El momento en el cual ella puso un pie frente a usted, automáticamente se convirtió en garantía. Puede hacer lo que quiera.

__¿Me la esta dando a cambio del dinero que le preste?

_Una forma vulgar de decirlo, pero sí. Sonia no me sirve, ha terminado su función. Puedes quedarte con ella, quizá te sirva en la cama.

El papá de Sonia hablaba de una forma tan calmada y pacifica como, si estuviera realizando un negocio como cualquier otro día. Esta vaca ya no sirve, tenemos que desecharla de inmediato. Era lo que ella estaba escuchando.

El cuerpo de Sonia se tenso de inmediato.

__Eres un maldito cabrón.

Susurro Sonia con lagrimas en los ojos. Sus labios temblaban y su estomago estaba un tanto revuelto, tenia ganas de vomitar, sin embargo se aguanto las bilis y las trago por completo. Su cuerpo adquirió un ligero temblor y maldijo una y mil veces por tener una familia con la de ella. Siempre era Giorgia y Bruno los mejores, ellos tienen todo y lo mas importante, el cariño de ellos.

Le miró con odio, se dejo caer en el suelo de la habitación. El hombre que que estaba tras ella, retrocedió unos cuantos pasos y no hizo nada mas. Solo bloqueaba la salida de la habitación con su propio cuerpo.

_Tú hija pagara la deuda de la familia Carbajal y cuando llegue el momento. Regresara a la familia. Tú familia.




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