Sonrisa Cerrada

Capítulo VII

 

Evelyn

 

  En las últimas semanas, el estudio ha cambiado de forma exponencial, entre ir al instituto como tener las clases particulares con el profesor Ocrez es un alivio tenerlo de soporte mis deberes los realice a tiempo, claro bajo una extensa exposición de vocabulario por parte de él; en fin mi meta mayor se está cumpliendo al tener un mes en este país, no puedo quejarme la comida es excelente hoy por ejemplo es viernes y las clases terminaron rápido desde mi punto de vista, lo cual es bueno; pero ahora me encuentro mirando en la barra de la cocina como mi abuela está preparando el almuerzo.

  Tengo una mano sobre mi mejilla izquierda y la observo, sin perderla de vista, tanto así, que el aroma que desprende me deja con ganas de probar; y eso que no suelo comer tanto, solo lo necesario, sí me oyera mi Padre me regañaría por como suelo ser tan despreocupada por la alimentación de mi cuerpo. Ahora mi concentración esta, en lo que ella prepara, tanto que no puedo evitar decirle al terminar de apagar la estufa.

 

— Grand-mère, qu'est-ce que tu prépares? —no puedo evitar decir, pero sus ojos grises me perforan la mirada, que solo me confundo más.

 

—Nada de francés en esta casa Evelyn, sabes que debes ponerte al corriente con el español. — me regaña, y tengo que bufar por lo bajo.

 

—De acuerdo. —resuello, antes de volver hablar. — ¿Qué huele tan bien? — pregunto en español.

 

—Perfecto nos vamos entendiendo hija, poco a poco lo vas a ir dominando, pero tranquila acepto el inglés, hasta que lo perfecciones. —deja por sentado, antes de agregar. — este plato se llama pavo horneado con salsa criolla, muy nativo del país y me salió perfecto. —

 

   Su sonrisa me contagia, que no dudo en acercarme para ver mejor el plato que ella misma cocino, se ve tan bien; que espero sepa mejor al probarlo y es lo que hace mi abuela al servir dos platos en la encimera de la cocina, coloco los individuales por petición de ella y saco el juego de manzana el favorito de mi abuela, los sirvo con debido orden, para dejarlos en cada espacio que nos divide, hasta que al final tomamos asiento, pero antes ella junta sus manos para dar las gracias, frunzo el ceño por como actúa y espero a que termine.

   Al pasar unos segundos, los ojos de ella se clavan en mí antes de tomar los cubiertos y comenzar a degustar.

 

—Siempre se da las gracias por los alimentos Eve. — dice, a lo que me quedo en silencio comenzando a probar.

 

—No lo sabía, pero lo tendré en mente; para la próxima abuela. —añado, enfocándome en los alimentos, que me parecieron increíbles.

 

   Al tomar de una canastilla pan recién comprado con ajonjolí, puedo sentir como todos alimentos los disfruto al máximo, tanto que al pasar una hora dejo el plato vacío y la sonrisa de mi abuela es otro nivel, aunque decido ponerme de pie y no sentir la pena de parecer una tragona, solo que al poner los platos y comenzar a lavarlos teniendo los guantes, la voz dulce de ella me deja algo pensativa.

 

—Me alegra que te gustará cariño, es normal comer; además estas muy delgada. —su ofensa, me hace carraspear.

 

—Gracias por el elogio abuela, más bien no suelo disfrutar los alimentos, y no me preguntes ¿Por qué? —zanje, pero la sonrisa de ella me hizo girarme a verla.

 

— ¿Por qué la risa?

 

—Me gusta reír Eve, deberías hacerlo una sonrisa te llena el alma de cosas positivas e increíbles en quienes te rodean. — manifiesta, al ponerse de pie y terminar de ordenas la cocina para limpiar el área que fue usada.

 

—Ok… si tú lo dices. —concluyo, volviendo a lavar los platos.

 

   Es por ello, que nos enfocamos en limpiar el área de la cocina, al no tener personal de servicio lo deberes se acumulan y como tal odio limpiar; pero mientras estés en un techo ajeno debes colaborar, aunque no te agrade en absoluto. Por otro lado, mi cerebro no deja de pensar en lo que dijo una compañera de clases que el día de mañana, habría partido de béisbol por parte de los jugadores del instituto, al principio me pareció una tontería, hasta que una de ellas suspiro con emoción al decir el nombre del mejor pícher de la liga llamado los Pumas; no suelo ser fanática de otros deportes que no sean el Hockey sobre hielo, pero algo ha llamado mi atención y es saber ¿Cómo se juega ese deporte? La curiosidad me gana y deseo conocerlo como también los jugadores que son tan importantes para la localidad de Santa Ana, en la categoría juvenil o eso logre oír de parte de las chicas que estudian en mi salón.

  Después de haber terminado de lavar los trastes, observo que mi abuela término de organizar la cocina, eso me da tiempo de sacar el teléfono y ver si mis compañeros están conectados; solo uno y es el miserable que me hizo tener mi castigo en otro país, de inmediato me conecto para hablar.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.