Capítulo XIII

JAN

 El ambiente se puede cortar con un cuchillo, por la escena que se acaba de presentar; solo que el gruñido de Carlos llega tan rápido, al ponerse de pie dispuesto a atacar, pero la voz de la niña nueva en un idioma extraño me deja en total desconcierto; cuando logra zafarse de mis brazos. De inmediato, mis ojos buscan saber que dijo, antes de evadir un golpe que iba directo a mi rostro por parte del creído compañero de penúltimo año.

   Rápidamente; me giro dejando el bolso en el suelo de granito, que posee la institución, unido junto a la lluvia de estudiantes, que se están acercando odio que eso suceda, nunca me ha gustado ser el centro de atención, lo dejo pasar en los partidos con la multitud de chicas que no dejan de seguirme, solo que en este caso es diferente, tanto que la voz de la chica me hace girar el rostro cometiendo un error.

— ¡Por mi mátense! Los quiero lejos de mí. —dejo por sentado y solo eso basto para que el golpe en mi mejilla derecha se viera afectada.

— ¡Mierda! — me queje al mirar con extremo odio al causante.

—Tú iniciaste Sibrian, ahora debes pagar. —repuso con altanería, al quitar el pequeño corte que le hice en su labio inferior.

—Eso lo veremos. —respondí como defensa, al mover mi cuerpo dispuesto a volver a atacar.

   Solo que el barullo de gente alboroto más la situación; al comenzar a juntarse más personas; negué levemente tocando la zona afectada asegurando que el moretón vendría después me puse en posición de ataque que al comenzar a dar el siguiente paso, la profesora de psicología entro impidiendo el encuentro, los ojos de Carlos no dejaban de verme con molestia, pero los míos deseaban sacarlo del campo sin importarme tener una suspensión cosa que no debería hacer si deseo estar en el partido que se realizara este fin de semana.

— ¿Qué sucede aquí? — ordeno la profesora de cabello castaño, colocándose en el medio de los dos.

—Muy simple profesora nada. —contesto Carlos, al poner sus manos en los bolsillos de su uniforme.

   Las mentiras han sido arte para él, y en este caso no serán la excepción, asi que de inmediato pienso mejor lo que voy a decir.

—Eso es ¿cierto? Joven Sibrian. —ahora la pregunta, fue para mí.

—Como menciono mi compañero nada, tuvimos un desacuerdo en algo que le exigí alejarse y espero capte mis palabras, porque ya después no habrá oportunidad de ser interrumpidos. —aclare la verdad, obteniendo de la profesora una mirada de asombro por lo que dije.

   Por lo tanto ella se cruza de brazos, llegando a la conclusión de que ambos mentimos y lo deja por sentado al mandar a los demás compañeros a su respectivas clases, que se vacío en un minuto, dejando el pasillo completamente solo, bufe por lo bajo perdiendo de vista a la niña nueva; solo que pronto voy a lograr cobrarme ese favor le guste o no.

   Cuando deje de pensar, las palabras de la profesora nos pone en alerta a ambos al colocar sus manos en su cintura, unido a  una figura moldeada que todos los compañeros no pueden dejar de ver.

—Sinceramente la acumulación de personas alrededor de ustedes y que me nieguen que nada sucede es indicio que hubo una pelea, solo que ambos se encubren como idiotas y todavía no lo puedo entender. — aclara, al tocar su mentón pensando la situación.

  Debido que ella nos taladrada con la mirada, di un paso al frente para responderle; pero quien hablo fue Carlos.

—Pues es lo que dije profesora, además no deseo perder mi tiempo en este interrogatorio en tal caso debería hablar con Sibrian fue el primero en atacar. —respondió con la verdad, logrando que lo deteste más por no cerrar la boca.

—Hummm… ya veo. — añadió ella, sacando sus propias conclusiones.

   En el momento que doy un paso, soy detenido por su mano delante de mis ojos entendiendo que mis palabras no servirán de nada, al mirar al causante noto su sonrisa de autosuficiencia que me hace apretar los puños hasta dejarlos blancos, solo que la aparición de alguien detrás de mi espalda me hace entender el rumbo que dará la situación al mirar a Evelyn colocarse a mi lado mostrando una sonrisa amable ante la profesora que se mantiene con su semblante nada agradable.

—Hola profesora. —la saluda Evelyn, algo que no pude comprender.

—Srita. Levesque ¿Qué hace aquí? —habla directo al grano.

   La sonrisa de ella se muestra de forma agradable, que siento mi cuerpo tomar una reacción diferente, a la que acostumbra a mostrar con los demás y es cuando me doy cuenta, que su actitud es muy diferente de la que ella suele mostrar ante todo el mundo digamos que mi curiosidad inicia desde ahora o eso espero poder revelar ¿Quién es ella?