Sonrisa Cerrada

Capítulo XXVIII

Evelyn

 

— ¿Qué está pasando aquí? —su voz ronca, se hizo notar logrando que mi hermano tome su distancia.

 

—Nada que le incumba profesor. —respondió con altanería, mientras que Ocrez lo miraba seriamente.

 

   No me gustaban los escándalos de esta magnitud; pero fije mi vista en Liam que no dejaba de mirar entre nosotros, solo que me propuse a romper con este denso silencio.

 

—Volvamos con las clases. —dije al tocar su hombro y fue como si lo sacara de un trance que tenía con mi hermano, ambos no se toleraban.

 

    Suspire con pesar avanzando por la puerta, mire por detrás de mi hombro y él me estaba siguiendo; en el momento que salimos y llegamos a la sala, la mano de Liam se posa en mi brazo, logrando que frunza el ceño por su inesperado agarre.

 

— ¿Qué sucede? —pregunte, sin dejar de mirar sus ojos ámbar.

 

—No quiero ser irrespetuoso, buscando que me digas ¿Qué paso allí? —señalo el pasillo, que da hacia la cocina.

 

—Tampoco pienso decírtelo Ocrez, pero entiendo que te preocupes; mi hermano no puede lastimarme si lo hace, las consecuencias serían fatales para su persona. —explique con certeza, algo que hizo asentir al profesor.

 

   Con lentitud quito su mano de mi brazo, volviendo a caminar lo seguí; hasta que llegamos al comedor tomamos cada uno asiento deje que mis manos buscaran la hoja y él profesor estar mirando cada movimiento que realizaba; di una respiración profunda tomando el papel en mano y comenzar a leer en voz alta sin llegar al extremo de gritar, en algunas parte de la pronunciación Ocrez me ayudaba a repetirlo con fluidez; por un lado era bueno sentir su apoyo en casi cuatro meses he avanzado lo suficiente gracias a él.

   No podía estar más agradecida, es seguro que al final de todo este estudio le haga un regalo de agradecimiento por sus servicios, en eso me parezco a mi padre que ayuda al personal que labora en su empresa; por realizar un buen trabajo se gana hasta un aumento como día libre, en ninguna empresa le brinda esa oportunidad es única en cuanto a beneficios que le garantizan el crecimiento al empleador.

  La voz del profesor, se hace notar al ver que termino de leer.

 

—Lo hiciste bien… te falta un poco más, para que obtengas el excelente Evelyn. —informo al colocar el puntaje en mi hoja.

 

—Es un alivio saber que no estoy perdida con este idioma; que se me complica en algunos casos. —dije en broma, logrando que la sonrisa del profesor se instale en sus labios.

 

—Puede ser complicado si no practicas; además al estar en un país latino, te será más sencillo, adaptarte es por ello que te falta solo un poco más, es posible que para en febrero del año que viene, te de la aprobación de tus clases. —dejo por sentado al colocarse de pie y tomar su abrigo negro que había dejado en el espaldar de la silla.

 

—Gracias por las clases de hoy profesor. — añadí de forma Cortez, obteniendo un asentimiento de su parte.

 

—No hay problema Evelyn, solo sigue practicando nos veremos, el martes de la semana que viene. —fue lo último que menciono, antes de perderse por el pasillo.

 

   Después el sonido de la puerta al cerrarse; me hizo entender que se había ido, con algo de flojera me puse de pie para estirar mis brazos, tenía mucho sueño a raíz de tanto que estudiaba el poco tiempo que tenia de dormir se reducía, asi que fui a las escaleras y antes de dar un paso en la misma; la presencia de mi hermano detrás de mí me puso alerta, me enfoque en darme la vuelta para fijar mi vista en su rostro.

 

— ¿Ahora qué quieres? —pregunte con una mueca de molestia, al cruzarme de brazos.

 

—De ti nada, solo dile a la abuela que la llamaré, ya que nuestro padre necesita hablar con ella. —comento; al colocar sus manos en los bolsillos de su pantalón negro elegante.

 

—Hummm… si tú lo dices; me retiro debo descansar. —me gire, para subir los escalones; antes de volver a ser interrumpida.

 

—No olvides que tenemos un asunto pendiente que resolver, y esta vez el profesor de pacotilla no estará para defenderte. —escupió con rabia, mientras que mi sonrisa se curvo de lado.

 

   Sin darme la vuelta, respondí secamente.

 

—Por mi has lo que quieras Ander; pero al final el que perderá serás tú. —zanje, sin darle oportunidad de que hablara.

 

 




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