¿La sangre es más espesa que el agua?

Después de aquella fiesta fui a acostarme. Estaba muy cansado, no podía dormir debido a mis pensamientos. Meditaba dentro de mi corazón cómo todo cambió, cómo Black cambió mi vida. ¿Valió la pena convertirme en un asesino a cambio de lujos y comodidades? Pero ya era demasiado tarde, ya no podía cambiar nada, ellos me matarían si quisiera cambiar el destino que elegí. No tenía otra opción.

Al día siguiente bajé a desayunar y Black me esperaba en la mesa. Entonces empezó a decir:

-David, recuerdas que antes de conocerme no eras nadie... Eras solamente un niño maltratado y abandonado en las calles de Nueva York. Nadie te quería, ni siquiera tus padres. No les importaron que hayas huido de casa, nunca pusieron una denuncia de desaparición para encontrarte. Entonces aparecí yo, tú "Ángel de la Guarda" y gracias a mí ahora eres lo que eres. Pasaste las pruebas de la organización para convertirte en "Cobra". Pero ahora, quiero ver si eres digno y leal al apellido que portas. No importa que seas un "Cobra", si yo te quito mi apellido, morirás igualmente porque YO SOY EL LÍDER.

Yo me quedé mirándolo por unos segundos y me senté a la mesa diciéndole:

-Primero que nada, "Buenos días Maestro"- Dije en un tono serio pero con un poco de humor. - ¿Qué hice para que en vez de "Buenos días" me eches en la cara mi pasado y cómo me salvaste?

-¿Aún te lo preguntas? Está bien, te lo diré...¿A caso estás considerando volver con tu familia? ¿Por qué llevabas en cima la navaja de tu padre?

-¡Yo no tengo nada qué decirte, pero NADA! Ese es mi asunto personal y nada más "Señor Black".

-Veo que eres irrespetuoso con tu "Salvador"... Guardias, llévenselo y denle una paliza para que sepa con quién está hablando.

Después de que sus hombres me hayan pegado,me pusieron un saco en la cabeza y me metieron a dentro del coche. Cuando llegamos a nuestro destino, me bajaron y me quitaron el saco de la cabeza. Delante de mí estaba Black, y detrás de él se encontraba...