Me fui al extranjero durante 15 años. Esos años los pasé en Tenerife, España. Ya no era un niño, un simple adolescente si no que me había convertido en un hombre. Durante todo ese tiempo me preparé física y mentalmente como el señor Black quiso solamente para poder regresar y ver a mi hermana que era lo único que me quedaba. Sabía que me quedaba 2 días en España, un lugar cálido y con gente acogedora. Tenía un sentimiento extraño, cuando de pronto me anunciaron que debía presentarme en el Templo Masónico de la Logia de Añaza. Cogí mis cosas y me fui como me lo indicaron. Ahí me hicieron quitarme la ropa y me dieron una túnica en su lugar. Cuando entré todos se pararon y el "maestro" me hizo una señal para ir en frente. Me hicieron hincarme y me quitaron la túnica dejándome desnudo. Cogieron un látigo y me golpearon 33 veces en la espalda. Después de eso la sangre que se esparció por el suelo, vinieron los demás descalzos para pisarla y así llenaron todo el suelo de mi sangre. Ese fue el "ritual" de ellos para llevarlo a cabo. Después de eso me desmayé cuando desperté estaba en un avión. Al lado mío había una persona extraña, una chica joven con gorra y que portaba gafas de sol en el avión. Quise hacer un movimiento para beber agua, pero del dolor no pude. Así que ella me ayudó, me llevó la botella a la boca y me dijo al oído sonriendo:
-¡Cuando lleguemos a casa, te ayudaré a bañarte también!
Me quedé mirándola y supe que ella era una más del señor Black.
-¡Encantada, soy Hadassa, tu asistente personal!- me dijo mirándome y sonriendo con dulzura. Y continuó diciendo: -Tu hermana y el señor Black están muy ansiosos por verte... ¿Estás preparado?
-Estoy preparado, ¡preparado para conocer a mi hermana!-dije seguro de mí mismo.