Soy... ¿ El Amante De Mi Esposa?

Capítulo 06: Cocinemos juntos

Un pesado suspiro se escapó de los labios de Maliah, los dos eran igual de testarudos, y de la misma manera que Rowan, ella no se daría por vencida. Durante ese día, ella notó que su esposo no había dejado esos típicos mensajes, cosa que le indicó que se la pasó mucho más ocupado de lo usual.

Ella no era la clase de persona que se quedaría tranquila al ver a otra ajetreada y cansada, por lo menos podría ayudar esta vez, cosa que Rowan no le estaba permitiendo. Lo miraba con detenimiento, no tenía idea de que su marido se había perdido en sus ojos, ella intentaba decirle que estaba bien, que no se encontraba cansada y que la dejara cocinar.

—Dado al caso de que ninguno de nosotros va a ceder, entonces lo mejor es que preparemos la cena juntos, ¿te parece? —propuso con completa seguridad, era la medida más acertada que podrían considerar en ese momento.

—Me parece bien, así acabaremos pronto y te irás a dormir —accedió Rowan soltando finalmente la mano de su esposa, para que ella tomara la sartén que necesitaba. —¿Qué cocinamos? —indagó esbozando una ligera sonrisa, no podía mostrarse impasible frente a la posibilidad de poder compartir más tiempo junto con la mujer que amaba.

—¿Fideos? Hace tiempo no comemos fideos —aclaró intentando corresponder a la sonrisa que su esposo esbozaba.

La sonrisa de Rowan se hizo mucho más grande al ver cómo ella comenzaba a abrirse tan solo un poco más a él, si se consideraba el hecho de que eligió comer la comida favorita de Rowan, hizo que su corazón se acelerara un poco.

La mente del hombre le hacía preguntarse, ¿qué había hecho para merecer ese trato tan lindo de su esposa? En todo ese tiempo que llevaban de casados, era muy rara la vez en la que ella sonreía, o cuidaba de él. No se quejaba, era la verdad, con solo tenerla a su lado y asegurarse de que se encontraba bien, era suficiente para él.

—Suena delicioso —dijo por fin, despegando su mirada de la de Maliah, esta se posó en los ingredientes que necesitarían.

Esa era la primera vez en la que cocinaban juntos, por tanto, debía ser una noche especial. Esa era la idea de Rowan, aprovecharía para preguntarle acerca de su nuevo amigo, pues, era una pequeña espina que comenzaba a clavarse en su pecho.

»Y… dime, ¿cómo estuvo tu día de compras? ¿Fue muy agotador? —indagó con prudencia, pues, si le preguntaba directamente sobre Ángelo, entonces sus planes se irían directamente a la basura.

—No lo fue tanto, un ángel me ayudó con las bolsas el día de hoy —comentó con naturalidad. —Oh, en la calle vi a algunos bailarines, lo hacían realmente bien, me recordó cuando estaba en las clases de danza en el colegio —dijo con una pequeña sonrisa adornando su rostro, ese era un tema que realmente le agradaba.

—Recuerdo que disfrutabas mucho esa época, los ojos de tu madre se iluminan al hablar de todos los premios que ganaste, así como los tuyos cuando hablas de ese asunto. ¿No has pensado meterte en clases de baile?, para que te diviertas —sugirió esperando a que ella respondiera.

Su plan era el siguiente, si ella se metía en las clases de baile que uno de sus amigos impartía, entonces él entraría y pasaría más tiempo tratando de enamorar a su esposa. Estaba seguro de que necesitaba pasar más tiempo con ella.

Sin embargo, eran las dudas de que si lo veía desde otra perspectiva, estaría armando un plan para que su esposa se enamorara de otro hombre, así que ¿se estaba convirtiendo en el amante de su esposa? 

No podía dejar de pensar en eso, no tenía ninguna clase de sentido, ¿y si Maliah se decidía a estar con Ángelo y no con Rowan? ¿Qué haría si su plan salía estupendamente bien y él terminaría perdiendo a su amada esposa? 

—Debería pensarlo, luego de la entrega de este vestido, tendré un poco de tiempo disponible. Creo que… es una buena idea —se acercó a probar lo que estaba en la sartén. 

—¿Qué tal te sabe esto? —preguntó llevando una cuchara con su preparación a la boca de su esposa, cada intento de acercarse, sería absolutamente bien recompensado. 

El día entero había sido una gran experiencia para Rowan, conoció un poco más de su esposa, de ese lado que en todos su año de casado no llegó a ver. No tenía idea de que en un breve tiempo iba a terminar luchando contra su otro yo, por el amor de su esposa.

Un asentimiento le hizo saber que sabía bien, podría parecer que Rowan era un poco conformista; sin embargo, estaba satisfecho con cada muestra de atención que su esposa le estaba concediendo en ese día, pues, no era muy fácil de ver.

Ya con la cena terminada y ambos sentados a la mesa, uno enfrente del otro, se dedicaron a comer en silencio, era un silencio completamente diferente a los anteriores, se sentía mucho más íntimo entre ambos, era un momento que Rowan guardaría en su corazón, sin ninguna duda.

Lo que sucedía en el interior de Maliah era completamente diferente, pues al haber pasado tanto tiempo cerca de otra persona, comenzó a darse cuenta de lo indiferente que era con su esposo. 

Maliah lo intentó demasiadas veces, se esforzó para poder amar a su marido, para poder corresponder a ese amor que él le estaba dando y lograr cumplir con sus deberes de esposa; sin embargo, no fue como lo esperaba.




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