Posees la felicidad

Sí que sí, ya sé que es difícil. En este punto debe de haber mil y un interrogantes. También estoy de acuerdo en que es complicado, pero no es algo imposible. Ya has visto, has notado por ti mismo cómo personas de tu alrededor son felices; un momento… ¿Qué pasa entonces si los que veo a mi alrededor no son felices? Deberás entonces cambiar de entorno. Volvamos con la metáfora, es momento de retomarla: tu planta se vería afectada; aquello que la rodea está impidiendo que florezca. En otras palabras, si estás en un ambiente negativo, entonces eso puede afectar que estés en tu mejor momento.

Vamos a plantear un diálogo sencillo, algo únicamente para orientar lo que ya sabes. Ven, acompáñame. Son dos amigos que crecieron juntos en el mismo entorno; uno de ellos se apartó, se fue a otro lado, vaya usted a saber dónde. Pasaron los años, el tiempo transcurrió como lo hace habitualmente, hasta que un día se encontraron. Cosa más extraña la del destino; si no crees en el destino, no me dañes la historia, ponle entonces que fue algo casual. Se encontraron, se saludaron como si el tiempo no hubiese causado estragos; uno de ellos lucía exactamente igual mientras que el otro resultaba algo cambiado.

—Sigues igual, mi querido amigo, nada ha cambiado. —Exclamó el amigo que se había ido lejos.

—Quisiera decir lo mismo de ti, pero no puedo; noto que estás muy bien, te ves muy distinto, pero no te lo tomes a mal, te ves más feliz que nunca. —Expresó el otro amigo con algo de nostalgia en su voz—. Dime que de ti, de tu vida, se te ve muy bien.

—Jejeje, no, qué va, si yo me sigo viendo igual que antes; eso sí, no te voy a mentir, me siento mejor, creo que eso es lo que estás notando ahora en mí. —Dijo con una gran sonrisa en su rostro.

—Si la verdad que te ves así, cuéntame de tu vida, como en los viejos tiempos. —Insistió para saber por qué se le veía tan bien.

—Luego que me separé de todos y me fui lejos, mi bienestar, mi vida, cambió; no me lo vas a creer, cambió para mejor. No te puedo mentir, eres mi amigo de años, pero lo que sí es cierto es que luego de irme pude pensar en el sentido de mi felicidad. No lo tomes a mal, pero sabes bien que estar cerca de personas que creen que la vida es un asco, que no hay más nada en el mundo, donde solo se vea la negatividad donde sea que mires, a la corta o a la larga te va consumiendo; aunque no lo creas, es así.

—Vaya, eso explica muchas cosas. —Dije en un tono muy pensativo, a lo que continuaba mi amigo la conversación.

—Luego de pensar qué es lo que realmente me hace feliz, me dispuse a buscarlo, a salir detrás de ello y aferrarme a esa idea, no soltarla hasta que la vea materializada, estar con ella día y noche para luego, sin darme cuenta, ya la tenía conmigo y ahora no puedo dejar de serlo.

—Eso significa que lo que te hizo feliz fue encontrar lo que te hace feliz.

—Sí, y no solo eso, ir por ello, que eso no solamente sea la fuente que me dé felicidad, aunque sí era la razón; ese momento solo era una pieza clave, la felicidad es un conjunto de acciones que te hacen sentir bien.

—Es como que una cosa que te haga feliz desencadenará un efecto dominó, algo así como en cadena y una cosa traerá otra.

—Exacto, es así. Lastimosamente, me tomó tiempo descubrirlo; hay personas a las que les toma más tiempo que a otras, pero francamente para mí es casi lo mismo o puede resumirse en lo mismo, buscar aquello que te dé la felicidad que tanto deseas o ignorar que quieres ser realmente feliz.

—Eso es muy profundo, no te voy a mentir, me dejó pensando y gracias. Realmente quería preguntarte más, pero ya es hora de irme y creo que también tienes cosas que hacer. —Con la mirada baja y un tono un poco triste, dije esas palabras; aún así, me sentía feliz de que mi amigo de años haya conseguido lo que yo no, o quizás aquello que yo he pasado por alto.

Muy hermosa la conversación entre estos dos grandes amigos, ¿no les parece así? Para mí ha sido gratificante, llena de emociones de por medio y uno que otro mensaje reflexivo. Lo que sí puedo mencionar es que, como observando nuestro alrededor, nos podemos dar cuenta de aspectos que francamente en algún punto dejamos pasar por alto. No es algo malo, somos humanos y todos cometemos errores, pero seguir cometiéndolos y no aprender de ellos, eso resultará dañino, en más de un sentido.

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⠀No eres infeliz; dentro de ti siempre estuvo y siempre estará la felicidad. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀