Soy ficticio

Capitulo 16-✾El otro mundo✾

Ylani

Me siento mareada y un tanto sin fuerza, mi cuerpo duele y no puedo ver con claridad a donde me ha dejado el portal, me quedo unos momentos en el suelo regulando mi respiración y cuando me empiezo a sentir mejor me levanto despacio sintiendo las piernas como gelatina.

Es grande, todo a mi alrededor parece medieval, la cama en madera y sabana de tela fina, el espejo y cepillos he utensilios, la ventana todo es rustico, como la habitación de esos castillos The game of thornes.

Me paseo por ella tocando todo con cuidado y sin quererlo abro un compartimiento en cofre donde hay bellísimos vestidos de época saco uno azul y me lo mido por encima en el espejo, se me ve muy lindo. Nunca me he puesto uno así, aunque creo que no llenaría la parte del busto es exageradamente grande, bueno las mías son pequeñas quiero decir.

¿Será prudente ponérmelo?, es que de verdad nunca me he puesto uno y...solo un rato no pasara nada si me lo pruebo.

Me despojo de mi ordinaria ropa para de a poco ponerme el vestido, sé que falta un corsé, pero no se ponérmelo, los subo a mi altura y esta ancho en mi cuerpo, me lo iba a quitar y para eso volví a mírame en el espejo y de la nada ya me quedaba a mi cuerpo como si fuera mío.

Mi asombro es inmediato y no puedo creer lo que veo, se ha ajustado a mí.

—Bueno, bueno, ya se acabó la diversión —me dije a mi misma cuando me lo quiero quitar, pero...

¡No sale!

—Ay no, no. —intento de nuevo y nada no quiere salir está pegado de mí, la perilla de la puerta se remueve y entro en pánico cuando al otro lado escucho voces con diversión y entre risas.

Me quedo estática y ya deslumbro un pie dentro cuando el cuerpo entra y aún sigo allí parada como tonta.

Muévete Ylani...—me grita mi cabeza y por fin puedo mover por lo menos un pie para adentrarme debajo de la gran cama.

Que no se den cuenta de mi presencia yisus. —Pido mentalmente aquello casi temblándome las manos bajo la cama.

—Hoy te vez más hermosa que nunca —le alaga una voz varonil a la otra persona y me pongo más nerviosa cuando noto como se acercan a la cama.

—Que galante —unos besos se escuchan.

Ay no, van a hacer bebés.

—Seremos poderosos si salimos de aquí, solo piénsalo mi amada, tu y yo lejos de todos estos ineptos gozando del poder de esa piedra.

—Me gusta la idea...

—Tú y yo en el poder compartido en el mundo ficticio mi lady.

Se escuchan más besos.

—Pero... —habla la voz femenina —yo no quiero nada contigo —un quejido de dolor se escucha y de momento ya no hay nada, —el cuerpo del hombre cae y lo más raro es que se ve gris todo su cuerpo sin color.

—Yo nunca he sido romántica —su tono me da escalos fríos camina alrededor y noto como uno de mis zapatos se ve cerca, por favor que no mire hacia el espejo, mi reflejo se ve debajo.

—¿De quién es esta prenda? —se agacha. Ay me muero porque le veo el rostro delicado y rezo para que sus vibrantes ojos no me miren.

Un sonido agradable se hace escuchar y deja la acción por mitad levantándose y saliendo de la habitación. Saco el aire que tenía contenido y el alivio llega. Salgo de debajo de la cama y el hombre ya no esta ha desaparecido como niebla.

Recojo mi vestimenta y con cuidado miro a un largo pasillo adornado con más puertas con unas luces flotantes al lado. No hay nadie. Esa es mi señal para correr.

No sé a dónde voy, ni a donde ir solo tengo entendido que debo esquivar a las personas que van vestidas de diferentes vestimentas, me he encontrado con unos cuantos vestidos como el libro de Harry Potter, otros de sirenas que flotan y vampiros, pero en todos lo que eh visto me escabullo.

¿Dónde está Alec?

Veo al fondo a un grupo grande que reconozco, mi modo fan girl quiere traicionarme con los cazadores de sombras y la pelirroja que va en medio que sonríe de una manera tan...esperen debo esconderme porque soy humana.

Escojo una puerta al azar sin leer el título de afuera solo entro y una ráfaga de nieve me congela los hombros descubiertos y mi labio inferior tiempla con la corriente gélida de frio que me arropa.

—Mejor salgo —me devuelvo a la puerta, pero hay un problema...

Ya no está tras de mí, me desencajo y el frio no me deja en mis cabales.

Unos aullidos me tensan y ponen de una manera muy alerta que casi me caigo de bruces al ver lo que está a lejos brillando en mi dirección.

Lobos.

Una manada completa solo me toma la atención a mí y la sangre deja de circular y mi corazón se detiene cuando a toda prisa corren hacia mí, me levanto con dificultado con el pesado vestido y descalza no tengo tiempo para ponerme mis zapatos y la nieve me quema la planta de los pies, el vestido me estorba mucho y lo peor es que no puedo parar a quitármelo.

Los aullidos son más fuertes y en mis oídos me retumba el sonido como si estuviesen a mi lado .no mires atrás. me repito, no mires ylani, solo corre.

Corre aunque te duela.

Corre porque no serás alimento de lobo.

No puedo respirar por el frio, me siento cansada a mis pies disminuyen y es ahí cuando siento el jalón en el vestido de unos dientes que se clavan a la prenda, me caigo y todos los lobos se vienen encima del vestido.

Ni siquiera me muerden.

Solo...destruyen el vestido.

—¡Paren! —les ordenan y lo hacen.

El frio se cuela en mi cuerpo en ropa interior y siento como no puedo más, un hombre alto con el rostro tapado y ropa llena de nieve se me acerca, la desconfianza hace que me arrastre hacia atrás cuando me extiende la mano.

—Todo está bien... —musita el desconocido —dame la mano...

No confío...

Alec

El portal me reconoció y solo por eso me dejo en mi área de ficticio de mi libro haciéndome caer donde todos los personajes se organizan en fila para entrar a la puerta.




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