Soy ficticio

Capitulo17-✾Caos✾

Ylani 

—Debemos averiguar cómo sacarte rápido de aquí ylani —Alec se mueve de aquí para allá buscando una salida en su cuarto.

Él me había buscado unas ropas cómodas prestadas para cubrir mi piel al descubierto, y trato de nuevo de enviarme por el portal, pero no pudo estaba sellado y tengo un mal presentimiento de todo esto.

—¿Por qué el portal esta sellado? —pregunto absorta en mi misma.

Me mira y siento más preocupación en el cuándo responde.

—Lo han sellado, ylani y eso no es bueno —se detiene —hace unos días robaron un sello muy poderoso que es capaz de destruirnos a todos, desaparecernos —algo hace clic en mi cerebro recordando a aquella mujer. —nos deja...

—Sin historia y sin historia no hay personaje completo — el luce sorprendido porque he entendido.

—Si... ¿cómo sabes? —frunce el entre cejo.

—Aterrice en el cuarto de una mujer y ella mato a uno, se volvió gris y desapareció.

Eso lo pone alerta.

—¿Cómo era? —se la describo y sus ojos se abren a mas no poder con los detalles que doy y que él no se lo cree. —ven, debemos ir con el gran guardián le diré que tú eres nueva en una historia —me rocía con algo que creo es su perfume –es mi esencia de ficticio te va a cubrir y tal vez con eso cubra tu olor a humana.

Justo cuando estábamos por el pasillo un gran estruendo resonó y más de la mitad comenzaron a volverse grises y a desaparecer, todo comenzó a ser un caos cuando se nos vinieron encima a nosotros. Comenzamos a correr para que no nos aplasten la multitud de dirección contraria.

—Están usando el sello debemos decir quien es para que la detenga. —no suelta mi mano en tanto me guía para que las personas no me aplasten.

No sé a dónde me lleva, pero lo sigo, debemos detener esto y todos corren con horror y gritan piedad mientras desaparecen temo por Alec porque él es ficticio no quiero que le pase nada.

Vemos como guardias se acercan a las grandes puertas a las que queremos entrar también, y sucede... los guardias desaparecen gritando por el dolor y el gris que lo carcome volviéndolos nada... un simple humo.

Grandes escaleras con personajes que imponen respeto y todos nos miran con indiferencia y curiosidad desde acá no se escucha el caos que hay afuera y la desesperación qué anda en el aire.

—Guardianes cuidado la guardiana romance esta... —los que se hacen llamar guardines se esfuman y la risa nos envuelve como si nada, una de burla mientras el humo nos lleva a un remolino de algo que me marea, pero que a Alec no le hace nada.

—Ellos ya no están aquí Alec —la mujer aparece y es distinta a la que vi.

—¿Poesía? —no oculta el asombro el chico que no suelta mi mano.

—Soy la misma, mi niño Alec. —su tono maternal me desencaja.

—¿Cómo? —me mira Alec.

—No entiendo, era otra. —le doy respuesta a su mirada sobre mí.

La mano de Alec se aferra más fuerte a la mía cuando el humo se va y quedamos en la gran sala con personajes detrás de la mujer.

—No soy poesía, mi verdadero género es la ficción y quien vio aquella chica humana es mi personaje romance quien fue un disfraz de despojo de identidad —la mirada y sonrisa no se le van —les he adentrado en algo que no existe Alec, siempre están en mi ficción y aquellos guardianes fueron desapareciendo para ser solo un despojo de mí.

—Eso no puede ser —niega Alec fuera de si — el gran guardián...—trata de decir sin creerlo.

—Yo lo vencí y por eso es que esta sala solo es ficticia. —explica —yo te escribí Alec eres como mi hijo y me faltas solo tú para tener más poder, para ser una identidad de carne y hueso como antes —le extiende la mano —si lo haces ya no morirás y podrás estar con aquella humana, siempre juntos.

Algo en su voz apaga mis sentidos y duerme mi mente, pero no al completo, sé que lo que más me mata es el ambiente que emana.

Se acerca con la mano en su dirección y siento como Alec da un paso, pero no lo quiero soltar, como la mira y me ve a mí como me deshago en el humo que me está casi llevando a la inconciencia o peor me deja en un hilo entre lo que no quiero ni pensar.

Niego y él solo quiere despegarse de mí.

—Ya no morirás Alec, seremos de carne y hueso para siempre y tendremos los paramentos del mundo humano. —le insiste cuando ve algo en el que ya yo no veo.

—¡No! —me atravieso en medio de el con las pocas fuerzas que me quedan con el aliento que me pesa —solo te está mintiendo, recapacita, —sus ojos no son de su color habitual y es como si la voz de ella fuera un hechizo. —¡Alec! —no recapacita y sigue caminando ya me siento débil al punto de no poder moverme.

Mis esperanzas se van con cada paso que da con la sonrisa de esa mujer que se ancha más y más cuando el paso por mi lado ignorándome.

—No necesitas que ella te escriba un final feliz cuando tu yo podemos crear nuestra propia historia Alec...

Se detiene y una pequeña luz me llena, una pequeña esperanza.

—Me basta con verte y quererte. —termino y el medio se voltea y me sonríe.

No puedo respirar y cada movimiento que hago no lo siento en lo absoluto, mi corazón va lento muy lento.

—No acepto —sus palabras me hacen mirar su siguiente paso y es que se lanza encima y los ficticio de atrás se van desvaneciendo mientras ellos luchan fuerza contra fuerza que un sonido ahogado sale y veo que es de ella cuando de la nada se va volviendo un gris y los que faltas de personajes de ella se ponen igual.

No...

Alec se apresura a mí y no puedo hablar me siento tan débil he ida de todo esto que no pretendo siquiera abrir mis ojos, solo lo hago cuando su esencia me envuelve.

—Todo va estar bien...te lo dije. —siento que su voz se quiebra cuando me habla.

Me levanto como puedo sin fuerzas ambos arrodillado y con un remolino que se lleva todo lo de nuestros alrededor como piezas dejando solo un espacio en blanco en la nada, existiendo solo él y yo.




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