Soy la asesina

Revelación

— ¿Qué sucede, Rosita? —preguntó con una enorme sonrisa Xiomara. 

— nada relevante 

— ya, si fuera “nada relevante” no estarías con esa cara 

Ella se acercó a leer lo que había en pantalla, cuando leyó el titular se sorprendió tanto que puso su mano en su boca 

— ¡Rosa! ¿Por qué estás leyendo eso? 

— es por el asesino que anda suelto, Xiomara

— ¿Un asesino? ¡Que feo! ¿Por qué no me has contado algo tan relevante? Sabes que te puedo ayudar 

— ¿Y qué vas a hacer? ¿Decirle “bu”?

— ja, ja, ja… no seas tan chistosa. Si me lo propongo, puedo ser realmente aterradora 

Cerré la pestaña del artículo y me fuí a buscar en imágenes con la palabra “enmascarado”. Me alejé con mi silla para que Xiomara pudiera ver

— dime, ¿Lo reconoces? 

— no, ¿Por qué tendría yo que reconocerlo? Jamás lo he visto en mi vida… Espera

Se hizo un silencio, y ella puso sus dedos en la pantalla, recorrió con su dedo índice y medio la silueta del asesino 

— creo que no es un hombre, es una mujer

— ¿Qué? ¿De qué epifanía ahora me estás hablando?

— ¡Mira bien! Por su tipo de cuerpo se parece a tí, ¿No serás tú disfrazada? jajaja

— ahora eres tú la graciosa. Es una simple coincidencia, somos millones de personas en el mundo… obviamente no puedo ser la única con esta silueta 

— ya ya… estoy jugando. Pero hablo en serio, es una mujer, mira bien… aunque no tiene sentido, una mujer no puede estar matando así como así a otras personas, va en contra de su biología…

— otra vez estás siendo machista, Xiomara… ¿Y si fuera un hombre sí le da derecho a matar a las personas? 

—... No, pero ellos son… ellos, su nivel de compasión no se equipara con las de una mujer

— suficiente, sigues hablando como una boomer, estamos 2024. Sean hombres o mujeres sigue estando mal que maten, independientemente de su género 

— bien, supongo que tienes un punto…

Rosa apaga la máquina y se va de ahí, se dirige a su cuarto y sale cambiada, coge su mochila y se va a la puerta a salir de su casa, pero en eso Xiomara se aparece delante mío 

— ¿Qué estás haciendo?

— ir a mi universidad, ¿No ves? Si el enmascarado o “enmascarada” pasa por aquí, asústale de mi parte, ¿Quieres?

— ¡Jajaja! Ten en cuenta que lo haré 

 

Me guiñó y yo me fuí. Ella se quedó en la casa… y el cielo se oscureció. Xiomara vió afuera de la ventana, y pudo ver la misma silueta del que anteriormente había visto en la computadora echando una mirada por la misma ventana donde ella estaba viendo. Es así que transformó su apariencia en una más aterradora: su piel se volvió más pálida, tanto de sus ojos, cabeza y nariz salieron chorros de sangre, y abrió su boca revelando una lengua y saliva de un color totalmente negro, cual si fuera petróleo 

 




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