Soy un zombie especial.
CAPÍTULO 3- Refugio.
Mientras Zei perdía el tiempo jugando con los zombies, las personas normales luchaban para mantenerse con vida.
Zei la tiene fácil en este mundo con zombies, pero eso no significa que todos tengan su misma suerte.
En cierta ciudad llena de zombies, un grupo de sobrevivientes entran a una escuela y cierran la puerta.
Cansados de tanto correr, intentan recuperar el aire y se sientan en el suelo, para descansar.
—Los zombies no nos vieron y tampoco pueden abrir puertas. Si no hacemos ruido, estaremos a salvo.
—Debemos revisar los salones de clases y tomar todo lo que nos pueda ser útil.
—Y bloquear las entradas.
—Sí, vamos...
—¡¡Hijo de puta!!
Los sobrevivientes escucharon a una chica gritar. No era un grito de miedo, era un grito furioso.
Ellos se levantaron inmediatamente al escuchar eso.
—¡Está en peligro! ¡Debemos ayudarla!
Pero los que necesitarán ayuda son ellos.
Una de las paredes se destruyó. El causante de eso no era un zombie, era una criatura gigante y muy diferente a los zombies.
Enormes músculos, un enorme cuerpo gordo y un horrible olor. Ese zombie no parecía humano, estaba muy lejos de ser uno.
—¡¿Qué es eso?!
—¿E-es un zombie con mutaciones?
—N-no... Se parece a un... ¿Orco?
Orcos, enormes cerdos humanoides adictos al sexo. Criaturas de fantasía que no existen, pero aquí hay uno verdadero.
El Orco gritó y la puerta detrás de los sobrevivientes fue destruida sin dificultad alguna.
Un segundo Orco entró a la escuela, llenando de miedo a los pobres humanos.
—¡¡C-corran!!
Pero es imposible escapar de los Orcos.
El Orco corrió hacia ellos y sonrió.
—Carne rara.
Un poco lejos de ahí, una mujer estaba sentada sobre el cuerpo sin vida de un Orco, observando una roca de color negro.
Frustrada, chasqueó la lengua y guardó la roca en una bolsa.
—El gremio no me dará nada por una roca negra. Malditos Orcos inútiles. Tan fuertes que se veían y terminaron siendo unos inútiles. Puta madre. ¡Váyanse a la verga, Orcos de mierda!
Una mujer que no debería existir en este mundo.
Era una mujer con orejas puntiagudas, cabello rubio y corto, ojos azules y vestimenta rara. Usaba ropa muy rara y llamativa. Un arco en su espalda, una blusa blanca rota y corta, una falda corta negra y guantes negros sin dedos. Era una chica con pocos pechos, a diferencia de su compañera, que se acercaba a ella.
—Ya revisé el área. Estamos en un lugar desconocido y hay miles de No-Muertos... Aunque estos son más raros.
Era una enorme chica de tres metros. A diferencia de su compañera, ella tenía pechos exageradamente grandes, cabello blanco y largo, ojos rojos y usaba simplemente un sostén rojo y una falda blanca. La mayoría de su piel era blanca rosada, excepto la mitad derecha de su rostro, que era morena.
—¿Por qué aparecimos en este lugar? ¿Qué clase de magia hizo esto, Rem?
—Mmm... Ah... No... No lo sé.
Los dos Orcos salieron al patio de la escuela, en donde estaban ellas.
Estaban devorando sin piedad los cuerpos de los humanos.
Al ver eso, ellas no sintieron miedo ni asco, como si no les importara. Simplemente intercambiaron miradas.
—Por ahora, debemos enfocarnos en sobrevivir. Las demás deben estar aquí también.
—Tsk. Que fastidio.
•
•
(Pov- Zei.)
—Fufu.
Sigo acercándome y alejándome de los zombies. Esto es divertido. En un momento intentan matarme, pero después me ignoran.
¡Hahahahahaha! Pobrecitos. Piensan que me dejaré comer. ¡Solo las chicas...! Bueno, solo las chicas podían, ahora nadie podrá... Ah, adiós, romance y vida sexual.
—Me atacan si me acerco demasiado... ¿Por qué? ¿Estoy volviendo a ser un humano?
Sinceramente, considerando que mi herida se cerró, lo dudo bastante. Algo raro le está pasando a mi cuerpo, pero ¿qué?
Me alejo de los zombies. Ya tuve suficiente diversión, debo seguir adelante.
—Creo que puedo averiguarlo más tarde.
Ser humano me traerá ventajas y desventajas... ¿Quiero volver a ser humano? Luego reflexiono sobre eso.
Ser un zombie tiene muchas desventajas, pero las ventajas que tiene me permitirán sobrevivir en este mundo... Ah... Mierda, no sé.
Llego a la casa de la señora. Bien, Zei, es hora de hacer tu buena acción del día. ¡Y ver a una milf soltera...! Ah, sí, soy un zombie... Adiós sexo. Hola, masturbación.
Dejando las estupideces a un lado, es hora de ser serio.
—¡Hola, le traje algo de comida!
No es mucho, pero será suficiente para ellos. Después buscaré más comida en otras casas.
La puerta se abre y veo a la señora. Ufffff. 10 de 10. ¡Que envidia le tengo, difunto esposo de la señora! ¿Habrá sido guapo ese hombre? ¿Cómo logró conquistar a tremendo bombón?
Bueno, debo admitir que la veo muy hermosa porque me encantan las mujeres mayores, tal vez ella tenga una apariencia promedio, pero a mi gusto, es muy hermosa.
Ah, siempre ha sido mi fantasía enamorar a una mujer mayor... Ay, pero soy un zombie... Adiós para siempre, fantasía.
Bueno... Ah, la vida sigue.
—Muchas gracias. Por favor, pasa.
Wow... Su sonrisa es tan encantadora. El encanto de una madre soltera... Ah, no, madre viuda.
—Con permiso.
Entro y la señora cierra la puerta.
—Muchas gracias por la comida, nos queda poca.
—No hay problema.
Le entrego la comida.
Yo sospecho que no necesito comer mucho... Creo que comer una vez al día será suficiente. Además, puedo buscar comida sin correr peligro.
—Creo que me tengo que ir. No salgan, todavía quedan muchos zombies por la zona.
—Por cierto, ¿por qué no te quedas con nosotros? Sería mejor que los humanos normales estén juntos y nos ayudemos entre sí. Tal vez puedas usar tu inmunidad para matar a los zombies y ayudar a las personas.
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Editado: 12.11.2024