Capítulo 3: La sospecha parte 2

Álvaro dias

Álvaro estaba en su ofcina específicamente en la Fiscalía, estaba esperando las pruebas que habían encontrado en la mansión de vanessa.

--buenos días señor fiscal-- dijo Alberto mientras entraba a la oficina de alvaro-- señor le traigo malas noticias-- ¿que sucede?-- pregunto Álvaro algo intrigado-- ¿pudieron encontrar algo que nos pudiera decir quien fue el causante del incendio en la fortaleza?-- no señor-- dijo Alberto bajando la mirada-- al parecer el causante de dicho incendio no dejó ni una pista, a la cual, nos pudiéramos sostener para poder encontrar al culpable--.

¡QUE LES SUCEDE!-- gritó el fiscal golpeando su escritorio-- ¡SON UNOS INEPTOS!-- un momento señor-- dijo Alberto alejándose de el escritorio-- no se altere, a la señora Vanessa le llegó una carta, y la señora no se veía muy consciente de quien le mando la carta-- mmm-- dijo Álvaro luego de suspirar para calmarse-- tenemos que investigar más, ya se puede ir-- ok seño...

A, y por cierto, averigua quien le mando esa carta a la señora Vanessa y, que decía por favor-- dijo Álvaro interrumpiendo a alberto-- ok señor que tenga buen dia-- respondió el.

-- si igualmente-- respondió Álvaro.

-- bueno, Álvaro se fue a su casa, para ver a su hijo. A por cierto, Ricardo no es hijo biológico de Álvaro, es de Rodrigo Mendoza (el verdadero causante de la explosión en la mina).

Alicia de días.

Alicia estaba sentada, con su hijo, en el sofá de su casa, cuando derrepente llegó Álvaro-- hola amor ¿como te fue en el trabajo?-- dijo ella intrigada-- volviste muy temprano ¿qué sucedió?-- bueno tengo que hacer unas cosas, pero deje los papeles aqui-- respondió Álvaro al mismo tiempo que buscaba unos papeles-- y ustedes como estan, también vine a ver a mi hijo--.

¡Papiiiiiiii!-- dijo Ricardo feliz-- papi ¿Porque volviste temprano?-- bueno pues-- dijo Álvaro alzando en brazos a ricardo-- es, que, quería verte, sólo por eso.

¡TOCK, TOCK! sonó la puerta -- yo abro-- dijo Alicia corriendo a la puerta --. No era nadie sólo había una carta con el nombre de Álvaro escrita en ella-- oye, mi amor-- dijo alicia confundida-- te llegó esto, pero no dice quien te lo mando.

CARTA PARA ALVARO.

Ok por donde empiezo... a, si, hola, tanto tu como yo sabemos, que Mariela Garcias no fue la culpable de la explosión en la mina, no estaba loca y no es ninguna asesina, ¡TU! te dejaste manipular por Mirella, y declaraste culpable a una persona inocente. Que ¿quién soy? Pronto lo sabrás, pero oye esto... Tu, Mirella, y todos los que hicieron todo este teatro.

Lo van a pagar caro...
 

Att: anónimo.
 

¿quien te mando esa carta amor?-- pregunto Alicia-- ¿qué decía?-- amor alguien sabe todo...-- dijo Álvaro algo asustado--...

                          Pedro Díaz

Pedro estaba en casa de Mirella. Estaban hablando de cosas del pasado-- sabes, Creo que, fuimos muy duros con David-- dijo Pedro-- el necesitaba... necesita a su madre, aunque este muerta y hayas echo que el creyera que es una asesina loca, el la nece...-- ¡CALLATE!-- gritó Mirella enojada interrumpiendo a pedro-- si tal vez eso sea verdad, pero poco a poco se va a olvidar de ella y, aunque la extrañe yo, voy a borrar cada recuerdo de su mente--.

Sabes muy bien que eso no va a pasar nunca-- dijo Pedro al mismo tiempo que se levantaba-- ¿ para dónde vas?-- pregunto Mirella muy intrigada-- no emos terminado nuestra conversación-- voy a buscar los resultados del odontólogo, porque lo único que no estaba quemado era su dentadura-- dijo Pedro caminando hacia la puerta.

Pedro salió de la dorada, rumbo al hospital, curiosamente la carretera estaba sola, no pasaba ni un animalito, de repente en frente del auto de Pedro, apareció una figura, como de un hombre mayor, con unas botas negras, una chamarra negra con capucha y un cuchillo en la mano.

El hombre se acercó al auto de Pedro y le aventó el cuchillo contra el parabrisas... luego salió corriendo y desapareció entre los árboles.

Pedro aceleró el auto asustado, para llegar rápido al hospital.

Pasaron unas horas, hasta que llegó Pedro a la casa de Mirella.

¡MIRELLA!-- gritó Pedro muy pálido mientras entraba a la casa-- ¡DONDE ESTAS!-- ¿pero porque gritas?-- pregunto Mirella muy indignada-- ¿Porque estas tan pálido?-- pregunto con cara burlona.

Mirella-- dijo Pedro entregandole los resultados de las pruebas-- un hombre le aventó un cuchillo a mi auto, y se fue-- si-- dijo Mirella sin interes-- y ¿que te dijo? ¿Quien era?-- no lo se-- dijo Pedro retomando su color-- tenía una capucha que le cubría toda la cara. Bueno abre eso Y verás si Vanessa es o no es Mariela Garcias-- dijo Pedro.

Mirella abrió la carta y se quedó tranquila con el resultado. Si, que bueno-- dijo Mirella con cara de tranquilidad-- no es la minera esa, es otra mujer 99.9% diferente--.

Bueno mirella-- dijo Pedro levantándose del sofa-- me tengo que ir-- pero ¿a dónde vas?-- pregunto Mirella muy intrigada-- tengo que hacer algunas cosas muy importantes-- respondió Pedro, luego de besarle la mejilla a Mirella y caminar hacia la puerta.

____________Iris de garcias____________

Iris estaba, lavando ropa, la ropa de su hijo, ya que el mismo trabajaba.

Cuando de repente escucha el grito de Vanessa "¡IRIS!" Abre la puerta y se da cuenta que es Vanessa y la deja entrar.

Vanessa se sentó en una silla, y le mostró la carta a Iris.

Iris leyó la carta y dijo--: está letra es...-- dijo preocupada-- no, no puede ser, el está muerto-- sólo piensalo-- dijo vanessa-- nunca vimos si cuerpo, nunca vimos huellas o pistas de sus cenizas, nada, podría ser el ¿¡no lo crees!?

Iris sólo puso una cara de asombro y se dirigió a la cocina, se dispuso a buscar un bolígrafo ¡si! Tal vez sea algo raro que guarde sus bolígrafos en la cocina.