Speed

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Mauro
Estaba terminando de ayudar a mi tía Lucrecia a poner la mesa para comer, como acabábamos de llagar a la ciudad aún no teníamos personal para ayudar en casa, me platicó que Benjamín nuestro chofer tuvo un incidente con una chica de mi instituto y yo le estaba platicando sobre la niña caprichosa que conocí esta mañana y que para hacerla enojar mas la elegí como compañera de mesa, cuando el timbre de la puerta sonó.
-Cielo puedes abrir por favor-me pidió mi tía mientas ella entraba en la cocina.
Me dirigí hacia la puerta y la abrí, me quedé sorprendido de verla fuera de mi casa…Marlene, estaba frente a mí  luciendo verdaderamente guapa con una playera de I LOVE SPEED de color rojo que resaltaba en su blanca piel, sus jeans negros súper ajustados y su pelo recogido en una coleta alta, dejando ver su esbelto cuello. No pude evitar darme cuenta de que ella estaba tan sorprendida como yo.
-¿Qué haces aquí?- me preguntó con una expresión confundida en su cara
-Mmmm-dije mientras fingía buscar la respuesta a su pregunta- déjame ver, vivo aquí-le respondí encogiéndome de hombros-Mas bien ¿que estas haciendo tu aquí?- le pregunté intrigado.
-No, no, no, no, no y no, esto no me puede estar pasando a mí-decía mientras caminaba de un lado a otro
-Respóndeme o cierro la puerta-le dije
Como no respondió le dije-Ok, adiós- e intenté cerrar la puerta pero con su pie y su mano lo impidió.
-Que grosero eres, no puedo creer que me trates así, pero bueno no se por que me sorprende si desde esta mañana que te conocí no has sido amable ni por 5 segundos-dijo realmente molesta
-Te pregunté para que estabas aquí y no me respondiste, tengo mucho que hacer y no quiero perder mi tiempo contigo.
-Pues no estoy aquí para hacerte una visita de cortesía ni para darte la bienvenida como mi vecino…
-¿Qué?-la interrumpí.
-Sí, muy a nuestro pesar somos vecinos, mi casa esta allá-me dijo mientras señalaba hacia la derecha a una casa realmente linda-no estoy felíz con eso, ósea tener que aguantarte siete horas diarias y aparte tenerte de vecino realmente es un castigo.
-Bueno, ya quedó claro que no nos soportamos y no nos agrada la idea de ser vecinos, pero ahora si me vas a decir a que has venido, o cierro la puerta-le digo, solo porque me encanta la cara de enfado que pone.
-Yo, tuve un incidente con el auto de la señora Lucrecia y he venido para llegar a un arreglo con ella-por fin obtuve respuesta pero espera… ¿ella fue la que golpeó el auto cuando Benjamín fue a recogerme?
-A si que aparte de niñita caprichosa, delincuente juvenil…valla realmente eres un estuche de monerías-le dije mientras me soltaba a reír al ver su cara.
-No soy ninguna niñita caprichosa y mucho menos una delincuente juvenil, si estoy aquí es para hacerme responsable de lo que hice, así que si me haces el favor de llamar a tu mamá para hablar con ella te lo agradeceré mucho, quiero regresar a mi casa lo antes posible-dijo luciendo  molesta, dios esta chica realmente tenia aliento para hablar sin casi respirar.
-No puedo-le dije y pude notar que su enojo aumentaba
-¿Qué? ¿Por qué?
-Por que mi mamá no está, ella falleció-le respondí con gesto serio.
-Ah, disculpa no sabía-dijo tímida viendo al suelo-Creí que la señora Lucrecia de la Riva era tu madre-concluyó sin levantar la mirada
-Es mi tía, vivo con ella su esposo y mi abuelo-no se por que le dije todo eso.
-Ok, entonces quiero hablar con ella-dijo con un pequeño toque de altanería en su voz.
-No, si vas a hablar sobre el incidente del auto será conmigo-le  dije cruzando los brazos.
-Bueno, quiero terminar con esto… Mi tío Frank tiene un taller y solo quiero que me digas cuando pueden venir por el coche o cuando lo pueden llevar-dijo mientras me entregaba una tarjeta y se giró dispuesta a marcharse, no se por que demonios no quería que se fuera, solo sentía el impulso de tenerla frente a mí un poco mas.
-No, no voy a aceptar tu pago.
-¿Qué? Pero ¿Por qué?-estaba realmente confundida y enojada-yo vine para aceptar mi responsabilidad y es lo que estoy haciendo, si no lo aceptas es tu problema-estaba comenzando a ponerse roja de coraje literalmente.
-Así como lo oyes, no voy a aceptar tu pago, pensaré en otra forma de cobrarte-le dije y cerré la puerta. Lo que hubiera dado por ver su cara.
En la soledad y refugio de mi cuarto estuve pensando en que desde que Marlene se fue no pude dejar de pensar en ella, no entendía por que me pasaba esto, yo solo tenía una misión en la vida y no podía permitirme que nada ni nadie se interpusiera, tenía que encontrar al asesino de mis padres y hacerlo pagar.
Pero ver a Marlene, hacerla enojar me hacia sentir extraño, una sensación que nunca me imaginé que podía llegar a sentir, me sentía perdido, no sabía que hacer, por momentos quería ser un chico normal de 17 años, pero otros solo podía tener en mente mi venganza.  Pero mientras eso pasaba, tenía que despejar la mente y para eso Marlene era la indicada, aunque no la soportara era una buena opción.
La semana se pasó de prisa sin darme cuenta ya era nuevamente lunes, había pasado exactamente una semana que había comenzado las clases en mi nueva escuela y mi relación con Marlene era la misma, yo la hacia enojar y ella se encargaba de sacarme de mis casillas con tanta facilidad que me sorprendía.
-Mauro, puedes venir un momento por favor- me llamó la Miss Anna y me guió a la sala de profesores- Me gustaría ver si el miércoles me puedes apoyar el en la clasificación de los libros de la biblioteca, hay unos que se repiten y otros que ya están muy viejos y hay que reemplazarlos, si gustas puedes pedir ayuda a algún compañero, si no tuviera una junta con la directora lo haría yo, pero por eso no puedo-me dijo con una cara de súplica que por mas que buscaba el NO, nunca apareció.
-Está bien, solo que yo no voy a buscar compañero, será compañera…Marlene Gasckel, pero para que acceda a ayudarme tiene que decirle usted.
-Está bien dalo por hecho.
No se por que demonios quería a Marlene cerca de mi, era una chiquilla caprichosa, infantil y terca<< y con todo eso te encanta Mauro>> estúpida conciencia claro que no.
El martes a primera hora teníamos clase de inglés, llegué al salón al mismo tiempo que Marlene y Lucy.
-Hola chicas buen día.
-Hola Mauro, me dijo Steve que vas a realizar las pruebas para entrar en el equipo de futbol del instituto, te deseo mucha suerte-dijo Lucy
-Si, la verdad  espero ganarme un lugar en el equipo-le respondí, mientras me giraba para ver a Marlene
-Hola-fue el desabrido saludo que me dio Marlene, definitivamente no le caía bien.
Entramos y fuimos directos a ocupar nuestros lugares, en el lugar de Marlene había una nota, al parecer  uno de sus tantos admiradores según lo que me había dicho Steve.
-No, no, no lo puedo creer-decía mientras sostenía y miraba fijamente la carta como si creyera que se le iba a desaparecer entre sus manos-Lucy por favor mírala y dime que no estoy soñando-termino de decir mientras sostenía la carta a la altura de los ojos de su amiga.
-Wau amiga realmente es una carta de Liam Porter, el capitán del equipo-dijo sorprendida-¿Qué dice? Ábrela por favor. 
-Ya voy, ya voy-dijo pero de repente dudó, me observó e inmediatamente supe que no me quería cerca, así que no tuve de otra mas que salir del salón y dejarlas a solas.
No supe que era lo que decía la dichosa carta, ni tampoco me interesaba, solo me extrañó que Marlene se emocionara de esa forma ¿Acaso estaba enamorada del tal Liam? Pues como fuera no me importaba en lo mas mínimo. No había tratado a Liam solo lo había visto unas veces siempre rodeado por las chicas, no parecía que Marlene fuera de su tipo. De repente un grito me sacó de mis pensamientos.
-Amiga no lo pedo creer, me invitó al cine-gritaba Marlene mientras abrazaba a Lucy
-Genial, es increíble ¿Cuándo?-pregunto Lucy
-Mañana después de clases-respondió Marlene con una enorme sonrisa. No se por que de repente me sentí enojado, quería ir y partirle la cara al imbécil de Liam pero ¿Por qué? << ¿Por que Marlene va a salir con él?>> enserio conciencia cállate no eres de mucha ayuda.
-¿Hey Mauro, ya sabes con quien irás al Baile de Bienvenida?- me preguntó Steve dándome un ligero golpe en el hombro a modo de saludo.
-No, ¿Cuándo es?
-En dos semanas, el último viernes del mes, creo que es 29<<el día de mi cumpleaños 17>>pensé-Ah y otra cosa si vas a invitar a Marlene date prisa, se de buena fuente que medio equipo quiere invitarla-concluyó con un tono burlón.
Entonces por eso la ha invitado a salir, Liam quiere llevar a Marlene al cine para pedirle que lo acompañe al dichoso baile, pero no cuenta con mi ingenio, si Marlene iba a ir al baile con alguien del equipo será conmigo y de eso me encargaría esta misma tarde. 
Durante la clase de historia, estaba discutiendo, bueno no discutiendo pero era lo que siempre pasaba cada vez que le dirigía la palabra a Marlene.
-Tengo que hablar contigo-le dije
-No tenemos nada de que hablar-ni siquiera volteó a verme.
-Es sobre como vas a pagarme lo del auto, ¿recuerdas?- ¡ja! Sabía que con eso llamaría su atención, lentamente giró su cabeza para verme.
-¿Qué es lo que vas a querer?-peguntó con un tono cansado-De una vez te advierto que no voy a ser tu esclava por una semana ni nada por el estilo.
-No suena nada mal, pero eso tendrá que esperar-le dije- te veo en tu casa a las tres.
-No puedo tengo cosas que hacer con mi mamá.
-Pues te esperaré no hay problema.
Ya no tuvo tiempo para responder por que en ese momento la miss Anna se percató de que no le estábamos poniendo atención a nada de lo que nos decía. 
-Marlene y Mauro necesito hablar con ustedes, por favor al finalizar la clase me esperan-nos dijo mientras los demás se reían y hacían cualquier sonido que imaginaban.
A partir de la llamada de atención de la maestra la clase fue una verdadera tortura. Nunca había sentido tantas ganas de echarme una siesta como ahora.
-Miss no es justo que me castigue, el que no estaba poniendo atención a su clase era Mauro.
-¿A sí? Entonces dígame señorita Gasckel, los años en los que inició y finalizó la segunda guerra mundial y que países fueron los involucrados- le preguntó la maestra, Marlene estaba pérdida definitivamente no tenia ni idea de lo que le había solicitado la maestra.
-Este…yo…mmm-se limito a decir
-Respuesta incorrecta Marlene, si es que a eso se le puede decir respuesta, favor de esperarme al final de la clase junto con su compañero-le dijo




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