Mauro
Cuando me avisaron que una chica del instituto venía a verme, me imaginé que era Marlene que había venido para asegurarse de que estaba bien, no puedo negar que me emocioné, pero no era ella, la que entró en mi cuarto era Grace. Mi ánimo en sí no era bueno, terminó de caer.
-Hola, Mauro vine para saber como sigues-dijo mientras me saludaba dándome un beso en cada mejilla.
-Bien, estoy mucho mejor, no fue nada grave.
-También venía para ofrecerte una disculpa, mi hermano a veces es un idiota-dijo con un tono cansado, dejándome sorprendido ¿Liam su hermano? Ni siquiera llevan el mismo apellido.
-Se que te sorprende, no sé por que no lo sabías-dijo observando por la ventana-pensé que Marlene o su amiga Lucy te lo habían dicho-concluyó sin apartar la vista.
-No, no me dijeron nada, ni siquiera los chicos del equipo-le dije aunque realmente no me importaba si eran o no hermanos.
-Somos hijos del mismo padre, pero diferente mamá, Liam usa el apellido de su madre-explicó mientras se sentaba en el pequeño banco frente a mí. Después se acercó lentamente hacia mi, rosando sus labios con los míos, pero no alcanzó a besarme un ruido nos hizo dirigir nuestra atención hacia la puerta, ahí estaba Marlene con sus ojos fijos en mí.
-¿Qué no te enseñaron a tocar antes de entrar?-Preguntó Grace mientras tomaba asiento a mi lado en el sofá y tomaba mi mano entre las suyas, me quede como un imbécil sin hacer nada para sacar a Marlene de su error ya que por la mirada que nos dirigía supe que se estaba imaginando cosas que no eran.
Yo no podía hablar, estaba sorprendido de ver a Marlene aquí, y ella al parecer tampoco podía pronunciar ninguna palabra, solo me miraba fijamente al igual que yo no podía dejar de verla, sus ojos. Sus ojos eran una mezcla de sorpresa, enojo y tristeza.
-Perdón, no quería interrumpir solo vine para dejar esto-dijo levantando los papeles del suelo y los dejó sobre la mesa junto a la puerta, fue lo todo lo que dijo antes de salir de la habitación. En ese instante comprendí que Marlene creyó que entre Grace y yo había algo. Odié no poder salir tras ella y explicarle que todo había sido una equivocación. De todos modos no podía ya que mi pie estaba mal.
-Valla al parecer a Marlene le molestó verme aquí, ¿Hay algo entre ustedes?-preguntó pero simplemente no quería responder, solo deseaba estar solo.
-Grace, si no te molesta me gustaría descansar un poco-le dije a modo de despedida
-Está bien, de todos modos tengo muchas cosas por hacer-se despidió y por fin me dejó solo.
En cuanto la puerta de mi cuarto se cerró con la partida de Grace llamé a Marlene a su móvil, pero no contestó, lo intenté una y otra vez hasta que perdí la cuenta pero en ninguna obtuve respuesta. Quería explicarle lo que pasó. Pasé el resto de la tarde dándole vueltas a lo sucedido, << ¿Por qué Marlene se fue de esa forma? No tenía por que, no somos amigos ni nada por el estilo, pero entonces ¿Por qué sentía la necesidad de hablar con ella? Y decirle que entre Grace y yo no hay nada. ¿Por qué de pronto sentía una emoción por lo sucedido dentro de mí? Marlene estaba celosa por eso se fue>>pensé. Pero no, no podía ser eso, ella me había dejado claro muchas veces que yo no le importaba en lo mas mínimo, tenía que dejar de hacerme ideas tontas.
Durante la cena, mis tíos no paraban de hablar sobre las empresas familiares, que todo marchaba a la perfección en las empresas de mi papá y se que estaría muy orgulloso de mis tíos. La tía Lucrecia me preguntó si quería fiesta de cumpleaños, le dije que no ya que ese día era el baile del instituto y que nadie acudiría a mi fiesta.
Al día siguiente me encontré con Marlene en el estacionamiento del Instituto.
-Hola, ya revisé los horarios y comencé a leer los libretos-le dije
-Bien por ti-respondió indiferente
-¿Estás bien?
-Sí, ¿Por qué no debería de estarlo?-contraatacó
-No, por nada solo quería hablar contigo sobre lo de ayer en mi casa.
-Sí, mira perdón por interrumpir, no vuelve a pasar-dijo rápidamente mientras se colgaba su mochila en el hombro.
-No interrumpiste nada, entre Grace y yo…
-Mira lo que pase o no entre Grace y tu o cualquier otra chica me tiene sin cuidado, no me importa lo que hagas o dejes de hacer-me interrumpió y se fue.
Me quedé parado en medio del estacionamiento sin saber realmente lo que acababa de suceder y que definitivamente no sabía que pasaba entre Marlene y yo, un día se preocupaba por mi y al otro me decía que no le importaba en lo mas mínimo, esa niña caprichosa me confundía como nadie, pero también era consciente de que ocupaba muchos de mis pensamientos. Realmente esa niña tenía algo que me atraía, algo que nunca había experimentado antes, Dios lo que daría por entender lo que me pasaba cuando estaba cerca de ella, bueno en realidad también cuando no estaba junto a ella la pensaba casi todo el tiempo.
-Hola Mauro, ¿Cómo sigues de tu pie?-me preguntó Steve mientras se acercaba a mí sacándome de mis pensamientos.
-Bien, con los analgésicos que me dio el médico pasó el dolor.
-Me alegro que estés mejor, ese imbécil de Liam no soporta perder-dijo con rabia
-Si créeme que ya me di cuenta, la verdad es que no se como puede ser el capitán del equipo-dije pensando que tal vez el que su padre sea una de las personas que mas dinero brinda al instituto según lo que me han contado, tal vez sea solo por eso que esta en el equipo.
-En realidad, yo creo que no se comporta así contigo solo por el futbol-dijo Steve mientras se pasaba una mano por su cabello dejándolo sin forma.
-¿A que te refieres?-pregunté confundido.
-Pues a Marlene-dijo como si fuera obvio y yo tenía que saber a lo que se refería.
-Perdón, pero no te entiendo, que tiene que ver Marlene con el incidente que tuve con Liam ayer-esto definitivamente no tenía sentido para mí.
-Es obvio que esta molesto por que Marlene irá contigo al baile, además de que serán los protagonistas de la obra de teatro del Instituto-explicó
-¿Sólo por eso?-pregunté tratando de restarle importancia, aunque realmente si lo pensaba bien, Steve podía estar en lo cierto-que yo sepa él no tiene una relación con Marlene ni nada por el estilo.
-Mauro, Marlene es una de las chicas mas lindas del instituto, solo por que no se lleven bien no quiere decir que no te des cuenta de que tiene a mas de uno tras ella, cuando se supo que iría al baile contigo y no con Liam como todos pensaban lo dejaste en evidencia y sobre todo demostraste que no es el todopoderoso que siempre consigue lo que quiere-dijo mientras caminábamos hacia la entrada.
-Ósea que fue su venganza.
-Exacto mi amigo-fue lo último que me dijo antes de irse con Lucy y dejándome pensando en todo lo que me contó.
Como aún me molestaba el pie lastimado tarde más de la cuenta en llegar a mi salón, durante el trayecto varios de mis compañeros del equipo me paraban para preguntarme sobre como me sentía del golpe y sobre todo de que estaban muy molestos con Liam por lo que me hizo, simplemente les decía que eso no importaba y solo demostraba el mal deportista que era.
Durante todas las clases Marlene no me miraba, simplemente fingía que yo no existía, ignorándome y provocando un malestar en mi interior, ¿Por qué se comportaba así conmigo? Era lógico que desde el primer día no nos llevamos bien pero estaba acostumbrado a que me molestara o que respondiera a mis ataques.
Después de las clases teníamos el primer ensayo para la dichosa obra de teatro, definitivamente no sabía que hacer, nunca fui participativo en cosas de la escuela, nunca me llamaron la atención hasta que la miss Anna nos obligó a Marlene y a mí para hacer la dichosa obra de teatro, estar con ella fuera de clases era algo que inconscientemente deseaba, pasar el mayor tiempo posible junto a ella era algo a lo que no podía renunciar.
-Chicos, por favor formen una línea-indicó la Miss mientras entraba al auditorio.
Ahí pude observar a todos los alumnos que participarían en la obra, aunque yo realmente solo me fijaba en la bella chica del pelo largo y ojos marrones…Marlene.
-Muy bien un paso al frente Romeo y Julieta por favor-nos solicitó la Miss
Inmediatamente Marlene y yo hicimos lo que se nos indicó.
-Es una pena que te haya tocado el papel de Romeo, Mauro-dijo una voz a mis espaldas, me giré para ver que se trataba de Grace-tener que soportar a Marlene horas extras debe ser horrible-concluyó de manera socarrona mientras miraba a Marlene.
-Eso es algo que a ti no te importa Grace-dijo Marlene mientras la encaraba-mejor acepta que estás furiosa por que no te quedaste con el protagónico.
-Claro que no, esta tonta obra no me importa en lo más mínimo-dijo Grace encogiéndose de hombros, quería fingir que no le importaba pero todos sabíamos que no era así.
-Chicas, chicas por favor cálmense, tenemos que comenzar-intervino la Miss Anna para dar por terminada la discusión.
Marlene y yo estábamos de frente, la miraba y no podía dejar de gravar cada rasgo de su rostro en mi mente, aunque ella me miraba como si yo fuera una especie de extraterrestre.
-Muy bien Marlene, comenzamos contigo la línea 14 de la pagina 23-dijo la Miss, yo seguía observando a Marlene que tenía una pequeña sonrisa en su rostro y supe que iba a decir algo no muy lindo.
-Oh! Romeo, Romeo ¿Dónde estas que no te veo? En este día frío y nublado, ven y sálvame del insufrible a mi lado-dijo mientras levantaba sus manos dramáticamente y todos se reían de la pequeña gran improvisación, esta chica era realmente difícil.
-Marlene, eso definitivamente no es lo que decía la línea que te pedí-replicó la miss
-No se preocupe fue solo una broma Miss-respondió ella, sin dar tiempo comencé yo.
-Julieta, Julieta estoy en una situación bochornosa, sálvame de tratar con una niña caprichosa-dije con una sonrisa en mi rostro sabiendo que a Marlene le iba a molestar que la llamase caprichosa.
-Ok, definitivamente son grandes improvisadores, pero si no les importa ¿podemos seguir el guión?-solicitó la Miss.
Estuvimos cerca de dos horas ensayando cada escena, para ser el primer día lo estábamos haciendo bien… hasta que llegó el beso.
-Muy bien Marlene, estas en el balcón Mauro llega a donde estas, se inclina y deja un suave beso-explicó la Miss y la cara de Marlene era un poema, seguro que preferiría besar a cualquier otra persona menos a mi<<y eso te molesta>> estúpida voz claro que no<<si seguro, ni tu te lo crees>>
Marlene tomó su posición tratando de parecer tranquila, yo la observaba mientras trataba controlar mi respiración, digo no es que no tuviera experiencia con las chicas y los besos, en España me iba bien, solo que con Marlene me resultaba difícil, ella era diferente, no le caía bien y casi seguro de que estaba enamorada del imbécil de Liam, esto realmente se ponía tenso.
Lentamente me acerqué a donde estaba ella, y así comenzó la tan esperada escena del beso.
Romeo: (Tomando la mano de Julieta). Si con mi mano he profanado tan celestial altar, perdóneme. Mi boca borrará la mancha, cual peregrino ruboroso, con un beso.
Julieta: El peregrino ha equivocado el sendero pese a que parece devoto. El palmero únicamente ha de besar manos de santo.
Romeo: ¿Y no tiene labios el santo lo mismo que el romero?
Julieta: Los labios del peregrino son para orar.
Romeo: ¡Oh, es una santa! Cambien pues de oficio mis manos y mis labios. Ore el labio y otórgueme lo que le pido.
Julieta: El santo escucha con tranquilidad los ruegos.
Romeo: Entonces, escúcheme tranquila mientras mis labios oran, y los suyos se purifican.
Mientras me inclinaba podía ver lo linda que lucía tranquila, sin que pareciera que en cualquier momento me iba a estrangular, sus largas pestañas descansando sobre sus pómulos, era hermosa. Poco a poco fui acercando mis labios a los suyos cuando se tocaron no pude contenerme y la bese sabiendo que me iba a ganar un golpe u otra lindura de su parte pero me sorprendí cuando me respondió el beso, puso su mano en mi nuca para acercarme más y lo que era un simple beso se convirtió el algo indescriptible, me robó el aliento y nubló mi mente, todo lo que podía sentir eran los suaves labios de Marlene, no había nadie más solo ella y yo, lentamente se separó de mi para decir su línea.
Julieta: En mis labios queda la huella de su pecado.
Romeo: ¿Del pecado de mis labios? Ellos se retractarán con otro beso.
La besé otra vez y no sé si fue fruto de mi imaginación o no pero juro que escuche un pequeño gemido de Marlene, eso hizo que siguiera besándola, se sentía tan bien que no quería que terminara nunca. No sé cuánto tiempo pasó hasta que alguien nos regresó a la realidad.
Julieta: Besas muy virtuosamente.
Observaba a Marlene mientras abría sus ojos, los tenia ligeramente bizcos, y me pregunte si fue por el beso o le molestaba la luz superior, cuando se dio cuenta de donde y con quien estaba me empujo y salió corriendo del auditorio, traté de alcanzarla pero diablos la chica realmente era veloz y no solo con los autos.
-Muy bien chicos, quedó claro que con los besos nos van a tener ningún problema-dijo la miss mientras trataba de contener una risa
El resto de la semana Marlene no se presentó a las clases, según la Miss Anna por negocios de su padre había salido de viaje y ella contaba con un permiso especial, le pregunté a Lucy para saber si le había contado algo pero nada. También me sorprendió y me molestó mucho que al igual que Marlene, Liam contaba con un permiso igual que el de ella, al parecer sus padres eran socios y acudían juntos a los congresos de empresarios. Imaginarlos juntos me puso tenso y enfermo. Más le valía al idiota ese mantener sus manos alejadas de mí Marlene. << ¿Tuya? Sigue soñando>> conciencia realmente no eres de mucha ayuda. << Sabes que tengo razón>>
El sábado por la mañana Thomas llegó a mi casa para que me ayudara con unos problemas de álgebra, la verdad es que el chico era mas que inteligente, realmente me resultó muy fácil comprender su explicación.
-Bueno Mauro nos vemos el lunes en clases-dijo mientras guardaba sus libros
-Si, gracias por ayudarme ¿No te quedas a comer?-le pregunté era lo mínimo que podía hacer por su ayuda
-Me encantaría pero Steve me mando un mensaje está con Lucy y Sara en el autódromo.
Y tuve una corazonada solo había una persona a la que podía relacionar con un autódromo.
-Muy bien, no te entretengo mas-dije pensando que a mi no me había invitado y creía saber por que o mejor dicho por quien <<y te mueres por verla>> no.
-¿Por qué no vienes? Te sirve de distracción-Thomas trataba de convencerme aunque yo pensaba que no era buena idea.
-No, te invitaron a ti…
-Pero yo te estoy invitando, hazlo por las clases de algebra.
-Está bien, pero si me corren tu serás el único culpable-dije tomando mi chaqueta ya que el típico clima del otoño de Boston se comenzaba a sentir.
El autódromo estaba a las afueras de la ciudad, no me parecía un trayecto largo solo que Thomas manejaba como mi abuelo, realmente lento ojalá también fuera un delito conducir por debajo del limite. Cuando llegamos en el estacionamiento pude ver el auto de Steve, el de Sara y obvio el de Marlene.
Entramos en un túnel que nos llevó a las gradas donde localizamos a los chicos y como lo había imaginado no me esperaban, esto era muy incómodo.
-Que bueno que llegaron, tardaron mucho-gritó Lucy alegremente
-Si, eso díselo a Mr. Lento-dije dándole un beso en la mejilla.
-La velocidad no es lo mío, sabes que soy precavido-creo que respondió Thomas aunque realmente no lo escuché, el ensordecedor ruido de un motor a toda velocidad apago su voz.
Me gire para ver sobre la pista un elegante Chevrolet SS negro con el numero 29 en rojo y varias calcas en él, inmediatamente supe quien estaba al volante. Al verla ir a esa velocidad me arrepentí de haber ido al circuito, no me gustaban los autos, desde el accidente de mis padres me dan repelús, y al imaginar que a Marlene pudiera pasarle algo por conducir a esa velocidad sentí que mi estomago se retorcía.
-¿En serio? ¿No querías venir por Marlene?-preguntó Lucy y tal vez me perdí una parte de la conversación.
-Si, aparte de que no nos llevamos bien la última vez que la vi salió corriendo del auditorio.
-Relájate, ella no te va a sacar de aquí, solo esta asustada por que no ha podido dejar de pensar en tus calientes labi…-se interrumpió llevándose las manos a la boca, pero yo ya había escuchado todo.
-¿A si que eso es lo que ha dicho?
-Upsss!!!Por favor no le digas que dije eso o me matará y tú serás el responsable.
-Relájate-le dije repitiendo sus palabras mientras tomaba asiento en las gradas junto a Steve-Además me alegra saber eso, ya que no se dignó en tomar mis llamadas ni responder mis mensajes, es algo bueno-concluí con una tonta sonrisa en mi cara, pero no podía evitarlo, saber que Marlene estuvo pensando en mi en su viaje me alegró el día.
Estuvimos platicando un rato mientras observábamos, bueno mientras mis amigos observaban como Marlene dominaba la pista sin ningún problema, según me contaba Lucy, a Marlene siempre le han apasionado los autos y la velocidad, ha sido campeona en los go carts desde los seis años y ahora esta en una escudería amateur pero la serie Nascar su gran sueño y la niña realmente tiene talento.
Unas cuantas vueltas después el auto por fin se detuvo, varios integrantes de su equipo se acercaron para que Marlene pudiera salir de su coche, se detuvo junto a un señor de unos cuarenta años el cual le dio un abrazo y diciéndole algo que al parecer la hace felíz, por Lucy me entero que es el jefe y mecánico de la escudería de nombre Sam.
Luego de intercambiar unas palabras con el jefe de escudería Marlene se dirigió a las gradas donde estamos, mientras camina se sacó su casco negro dejando libre su larga cabellera, lo puso debajo de su brazo y siguió caminando hacia nosotros, no puedo evitar ver como su pelo vuela libre con el viento haciéndola lucir fresca y hermosa, luciendo increíble en su traje de piloto negro con vivos en gris y suaves líneas rosas. No puedo contenerme y menos cuando se que sus ojos están fijos en mi, saco mi celular y finjo estar en Facebook por que lo que realmente quiero es una foto de ella en su ambiente. Tomo la foto y definitivamente esta chica es más que hermosa. Hasta que llega frente a mí.
-¿Qué estas haciendo aquí?-pregunta y por el tono que usa se que esta mas que molesta, ¿por que su apariencia no puede ser como su actitu?, todo sería perfecto.