Cinco meses atrás.
Han Young Mi.
Han escuchado la frase "Cuando te decepcionas, te vuelves más fuerte." resulta que es una frase muy cierta, aquí estoy viendo como mi madre le ruega a papá que no se vaya. Siento tanta impotencia y realmente duele ver la tristeza de mi madre, realmente nunca imagine que algo así nos pasaría, mi papá era mi mayor ejemplo pero todo cambio hace dos meses.
Volvía cada día más noche, apenas y hablaba con nosotras y siempre volvía oliendo a perfume de mujer. Hasta que finalmente decidió que ya no quería formar parte de nuestras vidas.
―Querido, debes pensarlo mejor, nosotras te necesitamos.
Mi madre dijo estas palabras entre lágrimas y con desesperación. No podía creer que fuese ella la que estuviese rogando cuando fue él quien fallo.
―Sung Hee, no puedo seguir en esta casa, conocí a alguien más y realmente lo nuestro no estaba funcionando más.
No podía reconocer a esa persona, él no era mi papá, esa persona tan fría y a la que no le importaba dejar a su familia por una mujer que podría ser su hija.
―Mamá, para, no puedo creer que te estés humillando ante este hombre de tal manera.
Finalmente decidí hablar, observe a mi padre con indiferencia.
―Young Mi...
Note lo sorprendido que estaba ante mis palabras pero realmente ya no me importaba.
―¿Termino? Porque si lo hizo, puede salir ya mismo de nuestra casa, usted no es bienvenido en este lugar. Es más nosotros no tenemos ningún tipo de relación con usted.
Él me observo y note que mis palabras le habían dolido pero él nos había lastimado más y no dejaría que lo siguiera haciendo.
Observe como salió de casa con sus cosas, me dolía tanto ver a mamá llorar ¿Cómo podía hacer esto? recuerdo lo feliz que estaba esta mañana porque finalmente pudo volver a quedar embarazada, después de mí, mis padres habían luchado mucho por tener otro hijo pero a mamá le había costado y había sufrido dos abortos, lo cual hizo que dejaran de intentarlo.
―¡Mamá! Para ya, no lo necesitamos... Te prometo que haré todo lo posible por sacar adelante a ti y a este bebé.
Mamá me abrazo fuertemente mientras llorábamos, me dolía ver que papá se fuera pero dolió más ver a mamá en ese estado.
semana después.
―Hee Sook ¿Aun no encuentras nada?
Pregunte por décima vez a mi amiga mientras veía el periódico.
―No, todos los trabajos necesitan a alguien mayor de 23 y con un año de experiencia aparte todos son a tiempo completo.
Solté un suspiró y deje a un lado el periódico, realmente tenía que encontrar un trabajo pronto. Mamá estaba embarazada y no podía trabajar aparte el médico dijo que por su edad sería un embarazo muy riesgoso.
―Tengo que encontrar algo, no puedo decepcionar a mamá...
―¡Lo tengo!
No evite dar un pequeño brinco ante el grito de mi amiga. Para luego mirar lo que ella miraba en el periódico.
―Wedding Love está buscando una chica para la limpieza de medio tiempo, presentarse a las instalaciones con su currículum.
Ambas sonreímos y no evitamos abrazarnos por fin la vida empezaba a sonreírme.
Kim Seong Jin.
―Sabes que no deseo manejar tus empresas.
Sabía que esto lo molestaría pero realmente no me apetecía estar al frente de los negocios familiares.
―Insolente, eres mi único hijo, el heredero de Dreams Comapany y serás tú el que va a tomar mi lugar.
Solté un suspiro ¿Algún día podría elegir yo mi destino? Todo se volvió tan triste y la monotonía invadió la vida de mi padre y la mía luego de que mamá muriera.
Fue una etapa muy dura, cualquier niño a sus cinco años queda marcado cuando su madre muere de cáncer.
―¡Me estas escuchando! A partir del lunes empezaras a trabajar medio tiempo en el hotel.
Fueron sus últimas palabras antes de salir de la casa. Sin duda no tenía salida, esta vez tendría que obedecer las órdenes de mi padre.
Tres meses después.
―Young Mi, puedes tirar esta agua afuera.
―En un momento jefa.
Realmente todo había mejorado en los últimos cinco meses, mamá no presentaba complicaciones en su embarazo y el pago en la tienda de novias era realmente bueno, aunque tenía que ser muy ahorrativa para poder cubrir gastos de la universidad. Muy pronto sería una reconocida diseñadora.
No evitaba sonreír ante mis sueños, estaba tan distraída que no mire para tirar el agua y termine mojando a un pobre muchacho.
―¡Pero que rayos!
―Oh mi Dios...