Capítulo Cuatro

Meses más tarde...

—¿Cómo fue tu entrevista? —pregunté, deslizándome dentro de la cabina frente a Sehun.

Fue después del almuerzo y Cherry, un snack bar en la ciudad, estaba prácticamente vacío. Fingí mirar el menú de plástico con interés, aunque conocía los veintiocho elementos enumerados de color. Cherry se había convertido en nuestro lugar favorito para el almuerzo y la cena, porque ninguno de nosotros sabía cocinar.

—No creo que esto fue bien. —Sehun sacó el lazo de la empanada, enojado. Parecía molesto por mi pregunta, como si tuviera miedo de darme la misma respuesta que había estado dándome en los últimos meses. Insistí de todos modos.

—¿Sí?

Había días en que llegué a casa del trabajo y vi a Sehun mirando por las ventanas del apartamento, transportado a un tiempo y lugar al que nunca pude llegar.

¿Seguía pensando en Yixing? A pesar de que habíamos hablado de ello tantas veces juntos y con un terapeuta, Sehun seguía sintiéndose culpable, y me dolía verlo así.

Sehun empujó el menú que estaba leyendo con cuidado y, finalmente me obligó a mirarlo. Me parecía que estaba impresionante en su traje barato. Su chaqueta estaba doblada ordenadamente junto a él y la manga de su lado izquierdo estaba plegada en sus bíceps mientras que la manga derecha vacía colgaba sin fuerzas. Una pequeña oleada de orgullo me llenó con la visión.

Anteriormente, Sehun estaba enojado y frustrado de hacer todo con una sola mano, incluso cosas simples como abrir una puerta. Él también tenía vergüenza de ser visto en público sin un abrigo, pero él pasó por eso.

Sehun fue tan lejos. Todo lo que necesitaba era un poco más de presión.

Sehun se aclaró la garganta.

—Escucha Luhan. Realmente aprecio todo lo que has hecho por mí, pero no puedo seguir dependiendo de ti para siempre. Hablé con mis colegas sobre los trabajos para los soldados con discapacidad, y me dijeron que hay algunas opciones...

—¿Qué diablos estás diciendo? —interrumpí de repente tan enojado que casi no podía ver bien. —Estás cansado de vivir conmigo, ¿verdad?

Yo estaba preparado para que también explotara en una rabieta, pero la mano de Sehun se clavó en mi muñeca.

—Siéntate demonios, abajo Luhan. No vamos a dar un espectáculo.

La autoridad repentina en la voz de Sehun me sorprendió, y lo mismo hizo la claridad en sus ojos. Él era por lo general tan distante, por lo desinteresado en la realidad frente a él, que apenas podía mantener una conversación apropiada. Pero aquí estaba discutiendo conmigo. Me senté, mirándolo, preguntándome quién demonios era este extraño.

—Por favor —añadió. —Contigo con turnos dobles en el garaje, en realidad no hemos tenido la oportunidad de hablar.

—Bueno, ¿quieres hablar? Entonces dime. —Me crucé de brazos, mirándolo.

La cicatriz en su mandíbula se apretó y yo estaba repentinamente con la tentación de llegar a través de la mesa y mover mi dedo sobre ella. Mi mente voló de nuevo a esa desgraciada reunión de Bienvenida. Recordé con gran claridad la tensión inexplicable y el calor que rodó fuera de nuestros cuerpos, y yo recordaba, sobre todo, ese beso condenatorio. Ese beso había empezado todo para mí, ¿pero si no lo hubiera besado, nuestros caminos serían diferentes?

—Eres muy cabeza caliente a veces. Al igual que Yixing, —Sehun dijo, y luego se quedó en silencio por un momento, mordiéndose el labio.

La mención de Yixing inevitablemente convocó semanas de vergüenza y temor suprimidos entre nosotros. Después de que lo besé por segunda vez y casi me dejó, la tensión entre nosotros, sólo aumentó. A menudo, cuando yo estaba en la cama, estaba pensando que sólo había un corredor separándome de Sehun. Ese beso cambió las cosas entre nosotros, creando un fuerte vórtice de necesidad indescriptible.

En esos momentos, tumbado en la cama sintiéndome vulnerable, insultado y atormentado, pensé en nuestra relación, a pesar de ser de mil maneras equivocada. Sehun estaba sufriendo mucho, y por eso yo también. ¿Era realmente tan malo buscar consolarnos mutuamente?

Siempre vi a Sehun como un hermano mayor, el mejor amigo de Yixing, pero sin saberlo, había cruzado la línea con las prisas para consolarlo. Hubiera sido mucho más fácil si Sehun no sintiera nada para mí, porque mi deseo podría haberse simplemente enfriado a través del tiempo.

Pero al mirar a Sehun era como mirar un reflejo de mí mismo. Éramos dos almas condenadas, lo suficientemente cerca para sentir, pero no poderse tocar.

Sehun intentó de nuevo.

—Tú me ayudaste a ponerme nuevamente de pie Luhan, y estoy muy agradecido. Infierno, sin eso, no creo que todavía estuviera vivo.

—Tú eras una mierda —acepté sin saber adónde iba esta conversación.

Si Sehun quería irse, ¿entonces no debería ser feliz por él?

Tenía su mierda, pero últimamente estaba regresando a volver como un ser humano funcional y no había ninguna razón para que se quede, pero una monstruosa parte de mí rogó que no se fuera. Yo le dije que lo necesitaba. ¿No era suficiente?