Capítulo 35

En un abrir y cerrar de ojos Andrew y yo ya estábamos peleando. Cada palabra elevabamos más la voz y temía que alguno de los chicos se despertara por culpa nuestra.

—¡No es tu asunto, Hailey! Yo puedo escribir canciones al aire si es lo que quiero.

—Sólo fue una pregunta.

—Una pregunta que no deberías hacer. No entiendo como Devin puede soportarlas.

Me quedé callada, y el seguía mirándome. Sacó su dedo del medio y lo puso frente a mi cara.

—Jódete Andrew —respondí y me di la vuelta para marcharme.

Comencé a caminar dispuesta a regresar a la habitación cuando su brazo tomó el mío atrayendome hacia él. Ni siquiera me dio tiempo de reaccionar porque sus labios ya estaban sobre los míos. Fue un beso que duró lo suficiente, pero supongo que hubiera durado más si no fuera por que nos interrumpieron.

—¿Qué mierda? —dijo James saliendo de su habitación— Miren, pueden besarse todo el tiempo que quieran pero déjenme dormir.

El castaño regresó a su habitación y Andrew y yo nos alejamos. Él bajo la mirada y se dirigió al refrigerador a sacar una cerveza.

—Deberías ir a dormir —dijo para después dar un sorbo a su bebida.

—Y tú también.

—Yo no duermo. No a esta hora.

—¿Por qué?

—No puedo. Llámalo como quieras, trauma, insomnio, posesión demoníaca, pero no puedo dormir a esta hora.

Y ahí estábamos hablando como si nada hubiese ocurrido hace segundos, pero la realidad era que yo aún no lo podía creer. Andrew tomó su cerveza y se fue hacia su habitación deseando buenas noches. Segundos después yo hice lo mismo.

Desperté por los gritos de Amber directos en mi rostro, quien por alguna extraña razón, quería que despertara lo más pronto posible. Me levanté de la cama y lavé mi cara. Amber hablaba tan rápido que apenas y podía entender lo que intentaba decirme.

—Amber, ¿podrías hablar más lento? No puedo entender lo que dices.

—Mejor míralo tú misma —dijo abriendo la puerta de la habitación. Salí para encontrarme a los cinco chicos hablando con el auténtico Jordan Pierce.

Mi corazón se aceleró cuando él me vio a mí y comenzó a acercarse.