Capitulo 9

Hemos ido a más de 5 tiendas de ropa, pero hasta ahora ningún vestido ha llamado mi atención. El pobre de Ethan, está que me suplica porque paremos por un momento.

–Por favor Sasha, paremos por un momento.

–Luego de entrar a la siguiente tienda talvez.

Entramos por octava vez a otra tienda. Siento que en esta encontraré algo que me gusta. Luego de recorrer la tienda como por 10 minutos veo unos vestidos que me llaman la atención.

Tomo el brazo de Ethan, para arrastrarlo hasta donde están los vertidos. Tomo los 4 que llamaron mi atención. El primero es negro algo corto de lentejuelas, escote de corazón y con las mangas algo gruesas. El segundo es parecido al primero pero de color azul y en vez de tener lentejuelas tiene brillo. El tercero es gris de tirantes, escote en V no muy pronunciado, algo de espalda descubierta tiene al frente y atrás como brillo plateado y a los lados tiene lo que parecen ser flores o eso creo. El cuarto y último es de mangas largas de color azul oscuro con brillo plateado, escote de Cremallera.

Me dirijo con los vestidos al probador mientras Ethan, me espera en los asientos que hay ubicados al frente de los probadores.

Me pruebo el primero, es bonito pero me queda muy pero muy suelto de la cintura. Voy por el segundo pero es como el primero solo con la diferencia que casi no me deja respirar. Me pruebo el tercero y me quedo fascinada, este vestido me saca curvas que no sabía que tenía aparte que casi no se nota mis kilitos de más, este vestido me fascina, me encantan cómo se me ve.

Salgo del probador para que Ethan, me de su opinión en este vestido. Cuando ya estoy fuera Ethan, estás muy concentrado en su móvil que no se da cuenta que hay un grupo de chicas que lo devoran con la mirada, simplemente ruedo los ojos.

–Oye idiota.

–Ya te decid…- Se queda mudo al verme.

Su mirada recorre mis piernas y mi cintura por unos segundos los cuales sentí como si fueran horas. Sacude ligeramente la cabeza como si quisiera borrar algo que su mente sea imaginado.

–¿Qué te parece?.

–Wow te ves preciosa. Bueno tú te ves preciosa con lo que sea que te pongas.

–Gracias- Respondo un poco sonrojada y con el corazón a mil- Me llevaré esté, me encanta.

–Si. Te queda precioso.

Regreso al probador pero siento la mirada de Ethan, en mi espalda así que giro la cabeza y lo encuentro mirando mi trasero, se da cuenta que lo he cachado y gira su rostro rápidamente.

No se llámenme rara, pero siento un revoltijo dentro por atraparlo viéndome el trasero.

En el probador me quito el vestido elegido, no me pruebo el último porque el tercero es el que me enamoro. Salgo del probador con mi ropa puesta y coloco los vestidos no elegidos dónde los encontré.

–¿Que te parece si vamos por una pizza o unas malteadas?- Le pregunto.

–Me parece bien.

Pasamos a la caja para pagar el vestido con la tarjeta de crédito que me prestó mamá, para que me comprara el vestido. Luego de pagar y con el vestido en una bolsa salimos de la tienda en busca del puesto de pizza, lo cuál no nos toma mucho tiempo.

Tomamos asiendo en una de las mesas de la pizzería. Pasan como  2 minutos cuando se nos acerca un chico como de nuestra edad para pedir nuestra orden.

–Que vas a pedir, preciosura.

Ethan, lo mira feo y responde antes de que yo lo haga.

–Una familiar de pepperoni y dos Coca-Cola- Responde algo grosero.

El chico solo sonríe y se retira para buscar nuestro pedido.

–Oye ¿Por qué le respondiste tan grosero?.

–Es que no viste como te miraba.

–Si. Que tiene.

–¡Cómo que, que tiene!.

–No veo que tenga nada de malo.

No entiendo a Ethan, el nunca a sido grosero con nadie que yo sepa y que le responda groseramente a un chico, solo porque me miró coquetamente me desconcierta un poco.

No me responde solo se queda mirando la mesa como si su mente estuviera pensando mil cosas. Al cabo de unos 15 minutos nos traen la pizza la cuál devoramos en tiempo record.

–Ethan, ya tienes lo que te pondrás para la fiesta de Sam- Le pregunto estúpidamente para tratar de aliviar la leve tensión que se originó luego de lo sucedido con el chico.

–No. Luego veré que encuentro en mi armario para ponerme.

Luego de que pagamos entre los dos la pizza y la devoramos como si no hubiera un mañana decidimos caminar un rato por la plaza del centro comercial.

–Crees que nos vaya bien en la competencia.

–Tan poca fe le tienes a la banda, Rizos.

–Claro que no solo que estoy nerviosa, cada vez falta poco para que se acerque la competencia.

–El profesor Mario, nos dio unos días para que nos relajemos antes de seguir con los ensayos finales, trata de no pensar en eso.

–Solo espero que los nervios no me traicionen.

–Ya verás que no, Rizos.

–Por cierto has sabido algo de los chicos.

–No mucho solo que Sam, está organizando la mejor fiesta de toda la escuela según el.

–Típico de Sam.

–De Diego, Ángel y Ethan nada.

–No me sorprende esos chicos parecen como si se los trago la tierra por horas.

Ya es costumbre que desaparezcan por horas, estamos en la misma escuela pero en la mañana no me tope con ninguno de ellos. Susy, por lo menos la vi algo por no decir muy acaramelada con ese chico.

–¿Me acompañas a casa?- Le pregunto aunque se que si me acompañará.

–Obvio Rizos, así aprovecho y disfruto de la deliciosa lasaña que hace tu mamá.

–Ósea que solo me acompañaras por la lasaña que hace mi madre.

–Yep- Lo miró como si no me lo pudiera creer.

–Andando que ya es algo tarde- Miró la hora en el móvil- Son las 7:37 p.m. si que nos tardamos.

–Nos?. Suena a manada.

–Bueno que me tarde yo. Andando.

Nos dirigimos así la salida del centro comercial. Luego de estar afuera paramos un taxi al cuál le damos la dirección de mi casa. Ya pasada alrededor de una hora el Taxi se estaciona fuera de mi casa, pagamos nuevamente entre los dos y nos bajamos, nos dirigimos hasta la puerta de mi humilde hogar.