Su Mirada Es Mi Perdición

Capitulo 12

Salgo del baño envuelta en una toalla veo a Susy, sentada en mi cama viendo muy sonriente el móvil. Voy al armario donde busco ropa interior, la cuál me pongo hay mismo. Salgo solo con la ropa interior y me dirijo hacia donde, Susy.

–Susiana que esperas para cambiarte- Baja lentamente el cel mientas me dedica una mirada matadora.

–Vuelves a decirme Susiana y puedes ir haciendo tu testamento.

–Si, ajá. Apúrate.

Se levanta de la cama y se dirige a mi armario en ropa interior, para buscar su vestido que coloco hay. Mientras tanto veo la hora en el reloj y son las 7:24 pm.

Me quito la toalla que tenía envuelta alrededor de mi cabello para que se secara un poco. Me dirijo también al armario para buscar mi vestido, al entrar encuentro a Susy, colocándose su vestido.

–Sasha, necesito de tu ayuda con la cremallera- Dice mientras se da vuelta para que la ayude.

Luego se ayudarla a subir la cremallera del hermoso vestido color rojo, que le queda hermoso. Sale del armario ya vestida seguro para maquillarse, yo comienzo a buscar mi vestido que lo tenía enganchado a una percha de ropa, lo encuentro y comienzo a ponerme, no me cansaré de decir que este vestido me encanta. Tengo el vestido puesto solo que necesito como Susy, ayuda con la cremallera así que salgo para pedirle ayuda, cuando lo hago la encuentro aplicándose maquillaje algo en lo cuál soy un asco por eso siempre ando al natural.

–Podrías ayudarme porfis, con la cremallera- Veo como Susy, me inspecciona de arriba, abajo con ajos de impresión.

–¿Quién eres tú y que has hecho con mi amiga?.

–Como que, quién soy yo tonta.

–Es que luces más hermosa de la cuenta.

–Gracias. Tu tampoco estás nada mal, luces divina.

Se sacude su cabellera rosada como si fuera una diva mientras dice- Eso ya lo sé.

–Por lo menos un gracias, ¿no?.

–¿Por qué?, si esa es la verdad.

–Hay Susy, ayúdame mejor.

Pone el estuche que tenía entre sus manos en mi pequeño tocador, luego viene así dónde mí, mientras tanto me doy la vuelta para que me suba la cremallera. Luego me posicionó en el pequeño espejo que hay en el tocador, y me recojo el cabello rizado que me traigo en una coleta alta, dejando escapar algunos rizos castaños en mi rostro

Me encamino hacia el espejo más grande que es de cuerpo completo que tengo en mi habitación, para detallarme mejor. Me doy una rápida repasada de como me veo, lo cuál es nada mal. Me giro y veo como Susy, se encuentra nuevamente por lo que parece terminándose de maquillar, hay que decir que le quedó o bueno le está quedando hermoso. Pasan con 3 minutos cuando me dice que ya terminó.

–Vamos siéntate para que pueda comenzar con mi obra de arte.

–Susy, sabes que no me gusta el maquillarme, ni andar maquillada.

–O no. Hoy debemos de lucir divinas así que vente y siéntate en la cama.

–Susy.

–Susy nada. Toma asiento.

Se que aunque dure horas diciéndole que no conseguirá salirse con la suya, así que me siento en la esquina de la cama. Susy, toma el estuche de maquillaje y se acerca a mí.

–Por favor, no me deje como payasa.

–Niña, se lo que hago.

Cierro los ojos rogando en mi interior que no me deje como payasa.

Luego de unos 7 minutos no lo se con exactitud me dice que ya terminó. Me levanto de la esquina de la cama donde estaba sentada, me dirijo hacia el espejo y WOW ¿esa soy yo?.

–Demonios. ¿Esa soy yo?.

–Así es. Luces más divina que yo, ya hasta me dio envidia.

–Sabes que no es cierto las dos lucimos hermosísimas.

–Lo se.

Miro como se dirige nuevamente hacia mi armario para buscar sus tacones de color dorado, que combinan con la cadena, la pulsera y los aretes del mismo color que los tacones, que lleva puesto. Voy también al armario en busca de mis tacones también, los cuales son de color plateado. De una nos los ponemos y agarramos un poco de altura gracias a los mismos.

Tomo mi cel para checar la hora y estamos bien de tiempo ya que son las 7:54 pm. Y la fiesta empieza alrededor de las 8:30 pm. Tomo un pequeño bolso plateada de mano donde guardo un poco de dinero, mi móvil, un lápiz labial por si acaso y un pequeño franco de perfume, nunca se sabe cuándo necesitarás. También Susy, guardo varias cosas en su bolso de mano.

Ya que estamos listas procedemos a salir de mi habitación cerrando la puerta detrás de nosotras, nos dirigimos escaleras abajo, ya en la planta de abajo se encuentra mi familia todavía en su pequeño e improvisado cine.

Cuando voy a despedirme de mis padres para esperar a Ethan, suena el timbre de la puerta de la casa, Susy, dice que irá ella abrir mientras que yo me despido de ellos.

–Ya me voy.

–Esta bien cariño, y por favor no tomes de más.

–Si, mamá.

–Sabes que te quiero en casa antes de las 1:30 am. ¿cierto?.

–Si papá.

Me acerco para dejar un beso en la mejilla de mis padres y un pequeño golpe en la cabeza de mis hermanos, los cuales sueltan una pequeña queja.

–Por cierto cariño, te ves hermosa.

–Gracias, mamá.

–Concuerdo con tu madre, luces hermosa, princesa.

–Gracias a ti también, papá. Los quiero mucho.

–Nosotros también te queremos mucho, cariño- Dice papá a lo que mamá, asiente.

Cuando giro para dirigirme me topo con la mirada impresionada de Ethan, quien me repasa de arriba, abajo. Lo cuál hago yo también, y tengo que decir que se ve atractivo como siempre. Lleva puesta una camisa de cuadros, una chaqueta de cuero negro, un pantalón negro, unos tenis blancos y un reloj dorado.

–¡¡WOU!!- Exclama en un pequeño grito- ¿Quién eres tú y que hiciste con mi Rizos?.

Le regalo una sonrisa mientras le respondo- No te diré lo que le hice, es un secreto.

Me sonríe de regreso mientras se acerca y me da un beso en la mejilla, se aleja dejándome apreciar esa hermosa mirada color verde. Se gira en dirección a mis padres para saludarlos. Nos dirigimos hacia la puerta luego de que Ethan, saludara a mis padres cuando escucho la voz de papá.



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En el texto hay: cliche, mejores amigos, romace juvenil

Editado: 12.02.2022

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