Suceso Inefable

Capitulo 10

<<La víbora, un apodo ridículo que le puso la familia Andrade a Elisa, Maximiliano le conoció un 31 de octubre del 2019, el encanto que percibió Max fue la franqueza con la que hablaba la mujer, si no le gustaba algo, no era de esas que se quedaba callada, decía de todo sin filtros, siempre tan dramática, le envolvió por su puridad…

Era tan sexy, alocada, reservada con lo que sentía, una astuta diabla, le gustaba controlar a todos, menos que la controlasen, su rebeldía causo impacto en el hombre de hermosos ojos, era independiente, no necesitaba de alguien para brillar por si sola.

Son esos recuerdos bellos que vivía con ella, hijos de la pasión, locos por diversión, la gente sabía que entre ellos pasaban algo, y querrían saber del todo cuando aún no lo hacían oficial ¿Por qué será que todo lo prohibido sabe mejor? ¿El amor nos puede llevar a la felicidad?

—analizando la pregunta, contestando con mi sinceridad. El amor es como la comida, que cuando tenemos hambre buscamos la manera de comer y nos alimentamos, si lo hacemos de forma correcta nos satisface trayendo alegría, mientras si comemos de mala manera, nos provoca dolor y melancólica. Moraleja: tengo hambre, demasiada hambre —respondió acercándose Elisa a Maximiliano para dejar una huella en sus labios, y que se olvide de su nombre por un rato, quería que le acaricia su esbelto cuerpo conociendo el infierno.

Tenían esa misma hambre de buscar felicidad, Max puso descifrar a lo que se refería, eso le agrado Elisa.  

Iban y venían en discotecas diferentes, el lugar favorito de ambos.

—no entiendo ni mierda la letra, pero al carajo, que excitante melodía —exclamó gritando y moviendo sus escaleras sensualmente. Le habían advertido al hombre que ella no era de compromisos serios, que más bien era uno más, este se rio, diciendo que las cosas iban a ser diferentes. Claro que fue así, para eso no hubiesen duraron 3 años de relación, pero la tentación, el tercero los destruyó, y ni fue el hombre en este caso que había sido infiel.

Esa mujer es inolvidable, se quedó en Maximiliano, en sus pensamientos, en su alma, en su cuerpo, no era sencillo olvidar, y peor aun cuando la descubrió que andaba con otro, había cavado su propia tumbo, él era buena, pero perdió su dignidad por no perderla a ella.

— ¡por qué mierda lo hiciste! —comenzaron los reclamos, gritos, ninguno se dejaba, ambos tenían los temperamentos altos. En el trabajo compartía muchos momentos con Max, por lo que dio pie a una infidelidad con su compañero. Maximiliano sospechaba algo raro, y su intuición nunca fallaba, así que le encaró, esta no negó.

— bebí más de la cuenta y ya no me siento cómoda con esta relación, porque no me corresponde como se debe, Max de verdad fueron los mejores años que pase contigo pero ya no quiero seguir más con esto, ahora conocí a alguien que me llena… te mereces lo mismo… Te dije que no era un ángel, no soy a lo que se dice mujer buena, no soy a un pasó a seguir. Me encantas no lo puedo evitar, pero esto ya no va más.

— ¡No te importo nada Elisa! FUERON TRES AÑOS… yo te amo Elisa —fue lo que dijo estando tan adolorido, porque su amor resulto ser una traición, pero aun así ese sentimiento de amarla seguía intacto, Max le beso, y aunque ella se resistía al oler el perfume de él, y sentir sus manos sobre su mejilla, no pudo resistirlo. 

—Maximiliano, estoy tan confundida como una adolescente porque siento amarte y mucho —hablo entre lágrimas de no saber si estaba haciendo lo correcto. Max pensaba ¿Por qué apartarse si sientes lo mismo? —pero a la vez creo amarlo a él también

—Solo te dire esto o te quedas y olvidamos todo, y me eres fiel de nuevo o puedes largarte con ese estúpido, aquí solo lo decides tu pero ahora, porque no seré paciente en que vayas a disfrutar del otro y regreses a mí, es ahora o nunca.  

—nuestro ahora fue bonito pero —ese pero, fue la palabra que entendió a la perfección Max, ella iba por otro camino diferente, al que habían iniciado juntos.

—Solo no te acordabas de eso, cuando le abriste las piernas a ese imbécil —interrumpió Max, no quería ver la mas, tanto le ofreció, tenía tanto por darle, pero mejor decidió apartarse.

—te devolveré cada centavo con el que ayudaste a mi abuelo —ya estando un poco tranquila Elisa, se limpió las lágrimas aunque sus ojos aún se reflejaba dolor porque ese hombre que le hizo sentir el cielo, ahora estaba tan indiferente. Maximiliano pagaba por los medicamentes y terapias del abuelo de su amor, porque la nacía pero ahora ya no le importaba nada.

—quédate con todo ese dinero, tómalo como un cambio de cada vez que estuviste conmigo —Elisa abrió los ojos, perpleja, ¿Dónde había quedado el hombre bueno? No era ni la mitad de lo que era con ella. Se equivocó si podría jugar con ella. —

—la culpa no es toda mía Maximiliano, siempre odie la monotonía y esto relación sin duda ya no iba para más, me sentía estúpida al complacerte, ¿Dónde queda mi felicidad? De pronto te alejabas algunas veces y por más que quise ayudarte, otro vino y volví a sentirme viva. Adiós, Max… te deseo lo mejor —seguido esto se despidió recogiendo sus cosas, el jama iría tras ella, no daba segundos oportunidades, no perdonaba fácilmente traiciones. >>

Elisa siempre decía que tenía un corazón indomable, y eso Max, finalmente lo entendió. 

—Para que perder el tiempo hablando de otros que no ayuda en nada —fue lo que dijo Maximiliano, no quería hablar de su pasado con Elisa cuando tenía a una nueva mujer interesante de compañía. 

—Escuche el tráiler y ahora creo que tengo ganas de conocer la película —bromeaba la mujer con el asunto de esa mujer misteriosa en la vida de Maximiliano, aunque no quería conocer si se iba tratar de una ex, como dijo el, en la vida de ella no le interesaba saber.

—Aquí te va un spoiler hay personas que le das tu tiempo, cuando solo querían ver la hora —exclama él sin perderse en la oscura mirada de Fernanda, podría decir que tenía unos ojos más hermosos. — ¿Y dime a qué lugar te gustaría estar en estos momentos?




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