Muzan era perfectamente consiente que consumir 15 míseros humanos no bastaría para recuperar su poder de antaño, sin embargo fue lo único que llego a consumir antes de que aparecieran los molestos cazadores. Ahora debía comerlos a ellos.
Creía que estaba en un lugar seguro en el subsuelo, sin embargo comenzó a oír explosiones cada vez más potentes acercándose al refugio, fue allí que alzo la vista al techo del refugio dándoles un segundo de ventaja a los pilares. Ese fue su error. Ese segundo basto para que ellos chocaran sus katana entre si y volvieran las hojas de sus armas color rojo brillante, las mismas que en un pasado lograron dañarlo y retrasar la regeneración.
— Tsk… molestos cazadores…. -Los detestaba con todo su ser, eran tenaces y obstinados ¿porque simplemente no se morían y lo dejaban en paz?
Lanzo una ráfaga furiosa de ataques a los cazadores que la esquivaron por los pelos, sin embargo lograron cortar cada una de sus tentáculos, al tardar un segundo en regenerarse su cuerpo principal quedo expuesto y los cazadores volvieron a dañarlo:
— ¡¡¡Malditos!!! ¡Los matare a todos!- Grito furioso el demonio, estaba dispuesto a matarlos.
Fue entonces cuando ocurrió…
El techo se rompió, la tan esperada luz solar invadió el lugar y con ella vino también ____, entro por la abertura cayendo cerca del demonio y bañando el lugar de luz solar.
— ¡¡¡No podrás escapar, Muzan!!!- Grito la joven.- ¡El sol te perseguirá allí a donde vayas!
El sol comenzó a quemar su pierna y el demonio entro en pánico, este quiso alejarse, pero Gyomei aprovecho la oportunidad para rodearlo con la larga cadena de su arma, Mitsuri tomo el otro extremo de la cadena y junto a Gyomei tiraron de ella con su increíble fuerza inmovilizándolo bajo el halo de luz que entraba desde el techo, Sanemi le clavo su katana en una de sus piernas e Iguro en la otra. Luego, para sorpresa de todos, Usui también apareció y se sumó al ataque clavando sus dos espadas en los hombros de Muzan. El cuerpo del demonio se resistía con su inhumana fuerza pero los 5 poderosos cazadores lo tenían acorralado. Muzan llego a pensar…
“si pudiera separar mi cabeza quizá pueda sobrevivir….”
Pero entonces algo se clavó en su cráneo
— ¡No iras a ningún lado, maldito!- ____ había saltado a los hombros del demonio y le clavo con todas sus fuerzas la filosa espada que portaba.- ¡Pagarás por todas las personas que asesinaste!!
Muzan se comenzó a desintegrar, cada vez tenía menos fuerzas, no paro un segundo de maldecir a todos los cazadores que lo sostenían y sin embargo no sirvió de nada, su vida llego a su fin con un último grito de odio y lágrimas de frustración recorriendo su rostro deformado.
El rey de los demonios, Muzan, por fin había muerto.
Los pilares cayeron al suelo, exhaustos, pero con una sonrisa en el rostro. Por fin habían logrado su cometido, habían librado a la humanidad del terror de los demonios.
Los hombres de Ubuyashiki, al ver que el demonio había sido derrotado se acercaron rápidamente al lugar para tratar las heridas de los pilares. Sin embargo el veneno de la sangre de Muzan aun permanecía en sus cuerpos y poco a poco los estaba matando. Solo habían logrado salvarse de ella _____ y Usui quienes no habían sido heridos por el demonio.
No hay victoria sin sacrificio. No hay victoria sin dolor.
Mientras ocurría el ocaso los cazadores se preparaban para su partida:
Iguro y Mitsuri se tomaron de las manos esperando que la muerte los viniera a buscar, juntos. Sanemi saco de su bolsillo un pequeño relicario con la imagen de su esposa y sus hermanos y lo contemplo con una sonrisa. Usui apretaba con fuerza los puños lleno de frustración por no haber podido llegar antes y ayudar. Mientras que Gyomei y _______...
— ¡No, no puedes irte! - Le gritaba ______ al mayor que estaba siendo tratado por los médicos de Ubuyashiki.- ¡Me prometiste que sobrevivirías para cumplir nuestro sueño!
— A veces… las cosas no salen como planeamos…- dijo el moreno con apenas fuerza para alzar su mano y acariciar el rostro de la joven.
— No, no otra vez… ¡no quiero volver a verte morir frente a mí!- dijo arrojándose a los brazos de su amado.
— ______, ten cuidado,- dijo preocupado el moreno,- el veneno podría entrar en tus heridas también y…
— ¡No me importa! ¡Mejor así, de esta manera me iré contigo!- lloraba la joven. Fue entonces que oyó una vos autoritaria a su lado
— Apártate.- dijo esa voz.
— ¡NO, no lo hare! – exclamó mientras las lágrimas y mocos caían sobre el traje del cazador herido.- Dije que no me movería de aquí así que no lo hare…- entonces oyó un suspiro cansado
— Mocosa, si no te apartas no podré curarlo…- la joven alzo la vista de repente y reconoció en seguida al dueño de la voz…
— ¡Yushiro san!- El demonio sirviente de Tamayo que lucho junto al cuerpo de cazadores, el único que pudo sobrevivir tras la muerte de Muzan antaño. Lucia igual que en aquel entonces.
— Ubuyashiki me dijo que lucharían contra Muzan,- comento el chico,- hubiera venido a ayudar pero aun había sol en el exterior…- Luego de decir eso el demonio se inclinó junto al Pilar de la roca y buscando en su maletín saco una jeringa que inyecto directamente en las venas del susodicho. – Este es el antídoto que hizo Tamayo sama en el pasado, lo recree por si algo como esto volvía a ocurrir, de un momento a otro desaparecerán tus dolores.-Explico. Luego se levantó y repitió el proceso con todos los demás pilares.
Al cabo de unos minutos se cumplieron las palabras de Yushiro y los pilares se recuperaron de todos sus malestares, en seguida se pusieron de pie y festejaron haber sobrevivido tal aventura.
Gyomei se incorporó y abrazo con fuerza a _____, el amor de su vida, y ella a él. Por fin habían podido romper el ciclo del karma.