Sueño imposible

Capítulo 1

Inglaterra, 1810

Isabela: jamás voy a entender porque mis padres no me quieren, nana. Siempre me ha dolido el rechazo que sienten hacia mí, ellos me rechazan por el simple hecho de haber nacido fea, eso me demuestra que las apariencias es lo único que les interesa a ellos.

Nana: no debes de olvidar que a tus padres los educaron de una manera diferente. Solamente que para ellos es imposible decirte una palabra de cariño.

Isabela: no quiero seguir hablando de mis padres. Definitivamente mi destino es quedarme sola y convertirme en una solterona mientras que mis hermanos se casan, nada más faltaría que ellos decidan llevarme a un convento.

Nana: ellos jamás harían algo así, mi niña. No puedo evitar pensar que muy pronto te casaras y serás realmente feliz al lado de tu esposo.

Isabela: eso es un sueño imposible. Nunca tendré un amor como en los libros de romance que siempre leo durante el día y prefiero seguir soñando con el amor que nunca podre tener en la vida.

Ellas siguen conversando hasta que terminan. Isabel se levanta de su asiento para salir de su recámara con su nana, ellas bajan las escaleras y se despiden para poder seguir su camino. Ella cuando llega al comedor saluda a su familia para después tomar asiento

Leonardo: tu madre y yo tenemos que hablar contigo. Pero este no es un momento adecuado para hacerlo delante de toda la familia.

Isabela: está bien, padre. Además, se perfectamente de lo que me quiere hablar y sabré respetar su decisión, ahora debemos de empezar a desayunar.

Leonardo: solamente te diré que no es nada de lo que te estas imaginando. Porque no pienso permitir que ninguno de mis hijos se quede soltero.

Él se dio cuenta de que hablo de más y empiezan a desayunar, Leonardo se le queda viendo a cada uno de sus hijos y cada uno de ellos tenía personalidades demasiado diferentes, él estaba orgullo de ellos, sus hijos llevan el nombre de Damien, Matilde y por último Isabela, él amaba demasiado a su familia, aunque nunca lo demostraba y sobre todo a su esposa Ariadna

En la casa de la familia Andersen

Blake: quiero tomarme el tiempo necesario para elegir a mi esposa y de esa manera podré elegirla. No quiero que nadie me imponga a alguien que no quiero a mi lado.

Edward: tu madre y yo estamos preocupado por ti, hijo. Esta vez dejaremos que hagas las cosas como tú quieras, porque nuestra intención nunca ha sido esa.

Blake: eso lo entiendo perfectamente. Esa es la razón principal por la que tome esa decisión y lo único que no quiero es una esposa que no me haga sentir absolutamente nada.

Edward: comprendo tus sentimientos más que nadie. Espero que muy pronto encuentres a esa joven con la que compartirás el resto de tu vida y sobre todo que nunca te equivoques al hacerlo de esta manera, pero nunca me imaginé que te quisieras enamorar.




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