Capítulo 4

Blake: no sabía que tenías más parientes. Además, nunca lo habías mencionado antes y no puedo dejar de mirarla y como estamos reunidos en este parque nos presentaras ante ellos, pero eso sería un gesto de cortesía de tu parte.

Dorian: pienso que eso sería una mala idea. Por qué no sería lo más correcto, recuerda que en nuestra sociedad tenemos reglas que debemos de respetar.

Alejandro: nosotros somos caballeros de honor y lo sabemos. Pero sabes que a Blake no le importa las reglas y estoy seguro de que no se ira de aquí hasta que se haya presentado con ella.

Dorian: porque es imposible que entienda que no es tan simple como parece. Nada más que esta será la última vez que hare algo como esto.

Ellos siguen a Dorian hasta que llegan donde estaban sus primos. Damien se sorprende al verlo después de tanto tiempo igual que sus hermanas y sobre todo nunca habían tenido la oportunidad de convivir con él

Damien: no puedo creer que seas tú, primo. Aunque sigues exactamente igual a la última vez que te vimos y pensábamos que seguías de viaje.

Dorian: precisamente acabo de llegar hace una semana. Solamente que antes de continuar hablando con ustedes, necesito presentarles a mis dos amigos, ellos se llaman Blake Andersen Hawking conde de Warrington y Alejandro Johnson Hendersen.

Damien: estamos encantados de conocerlos. Nada más falta presentarnos con ustedes y la persona adecuada seria yo, mi nombre es Damien Hamilton Miller conde de Wessex y mis hermanas son delicadas y especiales como las flores, pero una de ellas se llama Matilde y la menor lleva el nombre de Isabela.

Blake: tiene razón en pensar de esa manera de sus hermanas. Porque ellas merecen ser tratadas con mucho respeto y debes de cuidarlas y lo único que espero es volver a verlos.

Él quería que ella sintiera que sus palabras eran dirigidas únicamente para Isabela. Solamente que su hermano se dio cuenta de que los amigos de su primo mostraban demasiado interés en sus hermanas. Damien les pide disculpa, porque tenían que irse, él camina junto con sus hermanas y las ayuda a subir en su carruaje

Matilde: quería estar más tiempo en el parque. Solamente que no entiendo porque nos invitaste si ibas a hacer esto y me hubiera gustado que me compraras algo.

Damien: después podemos venir, Matilde. Además, lamento que nuestra salida fuera algo breve y para compensar esto les pienso comprar un obsequio a cada una de ustedes.

Isabela: no es necesario que me regales nada a mí. Pero si tienes pensado darme algo quisiera una hermosa rosa para poder tenerla en mi recámara.

Damien: está bien, hermanita. Jamás entenderé porque nunca dejas que te regale un obsequio y siempre me pides algo sencillo, aunque yo estoy encantado de hacerlo.

Isabela: nunca he necesitado nada material. Siempre voy a preferir las cosas sencillas y eso me hace feliz, pero no puedo evitar mirar las flores cuando estoy en mi recámara.

Matilde: definitivamente somos diferentes. Ahora entiendo porque eres demasiado sobreprotector, seguramente esa es la razón por la cual no te has casado y debes de pensar en la posibilidad de hacerlo, ya que nosotras estaremos felices por ti, Damien.