El Guardián del Bosque

Capitulo 17.

Elysia caminaba sin rumbo, guiada por una fuerza que no lograba comprender. Sus pasos la llevaron de vuelta al Bosque de los Sueños, un lugar que parecía llamarla incluso en su inconsciencia. La neblina matutina se enredaba entre los árboles, creando un velo que distorsionaba la realidad.

De repente, una figura emergió de entre la bruma. Un hombre de estatura imponente, con cabello verde como las hojas más frescas de primavera y ojos morados que brillaban con un fulgor místico. Su presencia era tan magnética como el bosque mismo.

-¿Quién eres? preguntó Elysia, su voz apenas un susurro entre el canto de los pájaros. 

-Yo soy el guardián de este bosque, respondió él con una sonrisa coqueta, y tú, querida Elysia, pareces estar perdida. 

Elysia se sintió cautivada, no solo por su apariencia exótica sino también por la calidez en su tono. 

-Me siento atraída a este lugar, pero no sé por qué.

-El bosque tiene muchas maneras de llamar a aquellos que necesita, dijo el guardián, extendiendo su mano hacia ella. 

El guardián del Bosque de los Sueños, con su cabello verde y ojos morados, parecía un enigma viviente. Elysia no podía apartar la mirada de él, como si estuviera atrapada en un hechizo. La bruma se espesaba a su alrededor, envolviéndolos en un abrazo etéreo.

-¿Por qué estás aquí? preguntó Elysia, luchando por encontrar las palabras adecuadas. ¿Por qué me llamas?”

El guardián se inclinó hacia ella, su aliento fresco como la hierba recién cortada. -No te llamo, Elysia. Es el bosque quien te llama. Tú eres parte de su historia, de su magia.

Elysia frunció el ceño. -¿Parte de su historia? ¿Qué quieres decir?

Este bosque es antiguo, explicó el guardián. -Ha visto nacer y morir a civilizaciones enteras. Ha sido testigo de amores y traiciones, de sueños y pesadillas. Y tú, Elysia, eres un hilo en su tejido. Tu presencia aquí no es casualidad.

Elysia sintió un escalofrío recorrer su espalda. -¿Qué debo hacer?

El guardián sonrió, y sus ojos morados parecieron brillar con una luz interna. -Debes escuchar. Escuchar las voces del bosque, los susurros del viento entre las hojas. Solo entonces encontrarás las respuestas que buscas.

Extendió la mano hacia ella nuevamente, y Elysia la tomó sin dudar. Juntos, se adentraron más en el Bosque de los Sueños, donde los árboles parecían susurrar secretos y las sombras danzaban al compás de un antiguo ritual.

Elysia sabía que su vida nunca volvería a ser la misma. El guardián la guiaba hacia lo desconocido, hacia un destino que solo el bosque podía revelar. Y mientras avanzaban, Elysia se preguntó qué otros misterios aguardaban entre las ramas y las raíces, qué verdades ocultas se desvelarían en el corazón de aquel lugar encantado.

El Bosque de los Sueños había elegido a Elysia, y ella estaba dispuesta a descubrir por qué.