El Legado de Caelum

Capitulo 28. 

Elysia, eligió un elibro de gemas estelares , comenzó a leer las páginas iluminadas por la tenue luz de la biblioteca. Las palabras danzaban ante sus ojos, tejiendo la historia de un amor eterno y un deber sagrado.

Entre los relatos de héroes y leyendas, Elysia encontró la historia de Caelum, el guardián de los portales. Las páginas describían su valentía, su fuerza y su compromiso inquebrantable con su misión de mantener el equilibrio entre los mundos.

Elysia leyó, absorta, cómo Caelum había sido elegido por el destino para esta tarea desde el principio de los tiempos. Su corazón latía al compás de cada palabra, sintiendo una conexión profunda con el guardián que era el dueño de su corazón.

Elysia pasó la página, y las palabras que siguieron revelaron una verdad aún más profunda sobre Caelum. No solo era el guardián de los portales, sino que también era una criatura de dualidad, nacido de dos mundos opuestos.

El libro contaba cómo Caelum era mitad celestial y mitad demoniaco, hijo de un ángel y un demonio, una unión prohibida que había traído al mundo a un ser de poder inigualable. Su existencia misma era un puente entre la luz y la oscuridad, el bien y el mal, el orden y el caos.

Caelum había sido dotado con la fuerza de los cielos y la astucia de los abismos, lo que lo hacía perfecto para su rol como guardián. Su vida era un constante acto de equilibrio, manteniendo la armonía no solo entre los mundos que protegía sino también dentro de sí mismo.

Elysia leyó sobre las luchas internas de Caelum, cómo había aprendido a aceptar y armonizar las partes contrarias de su ser. Era una batalla que no se libraba con espadas, sino con la fuerza de voluntad y la comprensión de su propósito.

El amor por Elysia era más que una simple atracción; era su redención, la luz que guiaba a Caelum a través de la oscuridad, la promesa de que incluso un ser dividido podía encontrar la unidad en la conexión con otro.

Elysia cerró el libro, sintiendo una oleada de empatía por Caelum. Su extraño amor por él se profundizó, no solo por la pasión que compartían, sino también por la comprensión de su lucha y su nobleza.

Con el conocimiento de la verdadera naturaleza de Caelum, Elysia se sintió aún más determinada a encontrarlo. Sabía que juntos podrían enfrentar cualquier desafío, y que su unión era la clave para la paz en los mundos que Caelum protegía.

Elysia salió de la biblioteca con una nueva luz en sus ojos. El hilo dorado la guiaba, y ahora sabía que no solo llevaba a Caelum, sino también a un destino donde la luz y la oscuridad encontraban armonía en el amor, con el corazón palpitante y el libro firmemente sujeto entre sus manos, se adentró en la noche estrellada. La brisa nocturna jugaba con su cabello mientras seguía el hilo dorado que se desenrollaba ante ella, un sendero luminoso que la llevaba hacia su destino.

La ciudad dormía, pero para Elysia, cada sombra y cada luz tenían vida, susurrando secretos de tiempos antiguos y futuros encuentros.