De hecho me diverti muchisimo con Fidel.
Quedamos en salir el viernes a una fiesta que organizaba la facultad.
Y asi lo hicimos.
Fuimos, bailamos, charlamos y todo se salió de control. Terminamos en mi casa.
Esa fue la primera vez.
Nos seguimos viendo, y todo siguió bien su curso.
Teniamos buen sexo, hablábamos mucho y me seguia regalando rosas.
Todo fue hermoso hasta que una tarde, mientras paseabamos por el parque, un chico me miró, según él, demasiado.
No le gustó.
Traté de decirle que eran cosas suyas. Que nadie me habia mirado como él decia, pero no me escuchó.
Llegamos a casa y apenas entré me estampó contra la puerta y me bajó el pantalón junto a mi ropa interior, queria que paré, no lo hizo. Me dio vuelta y me penetro con tanta fuerza que crei que iba a romperme. Me senti humillada. Asqueada de mi misma.
Me dijo al oído, mientras me acababa adentro
Pasó el tiempo.
Yo volví a ser la misma, a estudiar, a divertirme.
El dolor de cabeza también volvió. No importaba, ya me habia acostumbrado.
Editado: 09.07.2019