Volumen #1
Capítulo #1
Suicidio
Como todas las cosas y los acontecimientos del mundo tienen un inicio, pues les cuento que esta trágica historia también tiene uno, aunque no halla durado lo suficiente...
Todo empieza un día común y cálido, como todos los días, el clima estaba a favor de mi madre ya que se le había ocurrido ir de compra para el mercado. (Le cuento yo en verdad no quería ir.)
A penas tenía 8 años y me sentía con esa inquietud en el corazón como cuando sientes que estás apunto de ver algo malo al frente de tus ojos, pero sólo era un niño por lo tanto nadie me prestaría atención y decidí guardar mis sentimientos e inquietudes para no agobiar a mi madre con mis preocupaciones.
[Carmén] ¡Elliot!! ¿ya estás listo? se nos hará tarde para el mercado ¡Date prisa por favor!
[Elliot] ¡ya voy madre sólo estoy buscando mi calzado!
[Carmén] ¡está bien! ¡hijo te espero!
Luego de unos breves minutos.
[Carmén] ¿Hijo porque tardabas tanto?
[Elliot] Mi encontraba mis tenis madre.
[Carmén] ...mmm!!! está bien hijo.
Mi madre contestó un poco dudosa de mi repuesta, al final es madre y siempre piensa que uno como hijo le mentimos para no hacer lo que nos piden, aunque tienen razón.
Luego de tanto caminar rumbo al mercado que no se encontraba muy distante de nuestra residencia.
[Elliot] ¡Por fin! Llegamos exclame a mi madre muy feliz de haber llegado.
[Carmen] Si hijo llegamos, pero aun así nos falta un largo trayecto de compra -me contestó sonriendo.
Luego de hablar por unos segundos continuamos con nuestra mañana de compra.
Aún me acuerdo de la primera tienda que visitamos, era un poco antigua y me acuerdo que entramos porque había un pequeño collar que me gustó mucho y lo quería, como niño que era mi berrinche no podría faltar en el mercado.
[Elliot] Madre!! !!!madre!! Corre ven conmigo ¡corre ven a ver madre! También te gustará.
En el momento que forcejeé a mi madre para que me acompañara a la antigua tienda. ya se estaba negando.
[Carmén] Hijo no...no, no hijo no hay suficiente dinero para comprar lujos baratos.
Una palabra un poco sin sentido porque lo que yo quería no era barato, luego de un corto camino lleno de discusiónes e incomodidades entre nosotros, algunas personas de nuestro alrededor decidieron dejar sus asuntos para observar los nuestros.
Luego de tal escena llegamos en tramos a la tienda y sin perder tiempo alguno le mostré un lindo collar de piel que tenía como dije una linda rosa de muchos colores en cerrada en una especie de gota de ámbar enorme. Por su puesto que a mí madre le gustó mucho el collar, pero como típica adulta el precio le parecía absurdo.
[Carmén] ¿Y cuál es el precio de la prenda señor?
Pregunta mi madre al vendedor. El vendedor contesta.
[Señor] el precio de este collar es 1,500 pesos señorita.
Mi madre se sorprende por el precio ya que sólo le acompañaban 2 000 pesos y eran para hacer las compras de la casa...
Responde mi madre. Con cara de tristeza, lo siento Elliot, pero no puedo comprarte el collar en este momento el dinero no, nos alcanza... perdón.
[Carmén] Perdón señor, por hacerle perder su apreciado tiempo.
[Señor] disculpe usted señorita. No hay porque disculparse, ya que es todo un placer atender a las personas.
Luego de mi madre disculparse con el señor decidió retirarse de la tienda.
Aún recuerdo ese momento ya que fue el inicio.
En el momento que mi madre salía de la tienda un poco apenada por no poder cumplir con una de mis peticiones, yo sólo me quedé detrás observando como mi madre caía al suelo luego de recibir más de tres disparós en el pecho y abdomen por culpa de un malandro que estaba prófugo por causar un robo a una tienda donde hirió a varios civiles y daño muchas vidas inocentes, como la mía y la de aquel seguridad de la tienda que sólo por querer hacer muy bien su trabajo termino arruinando su vida.
Luego de unos breves minutos sin escuchar ni un solo ruido, sólo viendo como mi madre caé al suelo muy lenta mente, volví en mí al sentir que me llevaban hacía detrás de manera rápida.
Y en esos breves segundos un niño de apenas 8 años comenzo a ver el terror de la realidad.
[Elliot] ¡¡¡Madre!! Grite con toda mi fuerza, pero el señor de la tienda no me soltaba, aunque seguía gritando y zapateándo para correr donde ella, aún así no me pude soltar de tanta fuerza que el señor ejercía para que no escapara, en el momento no entendía por qué no quería que me fuera hacía donde mi madre para ayudarla, pero luego entendí, él no quería vivir sabiendo que yo también caería al suelo si me dejaba ir. Luego de pasar alrededor de tres o menos minutos todo se había calmado y sin el señor darse de cuenta ya estaba en sima del cuerpo de mi madre llorando como nunca lo había hecho.
Día 7 de marzo
[Chófer] Elliot tener cuidado al bajar del autobús.
Y como siempre, solamente respondi ¡Si! Está bien.
Luego de ver partir mi transporte escolar empecé a dirigirme hacia mi hogar, pero traumante fue mi sorpresa.
[Elliot] ¡Madre! ... ¡madre! Ya estoy en casa.
¿Dónde nde está mi madre...?
Luego de hacerme tal pregunta decidí dirigirme a su habitación que se encontraba en el segundo piso.
En el momento que empecé acercarme a la puerta de la habitación no tengo una explicación, pero eso sonido que empecé a escuchar me causó una gran tristeza con furia y miedo, empecé a correr mientras lloraba con toda mi fuerza.
Luego de abrir la puerta de prisa sólo me detuve a mirar como el salvaje de mi padre abusaba de mi madre de una manera tan salvaje que aun el tiempo a transcurrido y no lo eh podio olvidar...
[Marcus] ¡Elliot! que pasa, no me digas que ya estás en edad de querer saber cómo se traen los bebés … jajajajaja.
Pues no temas mamá y papi te vamos a enseñar, verdad amorsito...
Mi madre con lágrimas en los ojos sólo lo observava y se le veía en la mirada que me dirigía que no quería que estuviera ahí, pero no podía decir nada ya que estaba con la boca tapada, sólo podía salir un simple sonido de su boca que ni un mudo puede entender.
Y ese fue mi regalo de mis 5 años...
Y así seguía la situación yo solamente era un niño no sabía que hacer, como enfrentar algo como lo que ocurría en casa, así que sólo me protegía de las personas cuando estaba en mi mundo de silencio, fuerón unos poco meses después que mi padre subió el siguiente nivel ya que a mi madre la tvieron que hospitalizar por más de una semana, pero si eso fue algo cruel no es necesario contarles lo ocurrido en esa semana conmigo y mi padre en la misma casa sólo...
Aún recuerdo ese día que mi madre regresó del hospital por si sola ya que mi padre no se tomó la molestia de ir por ella.
[Carmén] ¡Hijo..., hijo!!
Gritaba mi madre con fuerza y miedo.
Ya sabes unas dos semanas sin verme y dejarme con el causante de su hospitalización no la culpo de su desesperación, al ella entrar a la casa y al verme sólo corrió hacia donde mí y me abrazó muy pero muy fuerte, me dijo (perdón hijo perdón) mientras sus hermosas y triste lágrimas salían a recorrer sus mejillas.
[Elliot] ma.dre no... llo...res
Sin fuerza alguna y con un gran nudo en mi garganta le pronuncie tales palabras, luego sólo la acompañe en su llanto...
Luego de llorar por unos minutos, con lágrimas en los ojos mi madre se pone de pies y firmemente dice hasta aquí llegó.
[Carmén] Elliot nos vamos, vamos por tus cosas.
Me tomo de los brazos y me llevo de prisa a mi habitación en busca de ropa y utensilios que yo pudiera necesitar, luego de unos quince minutos y reunir lo suficiente decidimos irnos.
Bueno mi madre decidió por mí.
Me acuerdo así donde nos dirigimos ya que fue un día muy largo.
Llegamos a un lugar donde sólo había policías y yo solo era un niño así que sí, tenía miedo y mucho miedo por el lugar donde estábamos tanto así que empecé a incomodar a mi madre que se molestó mucho conmigo hasta llegar al punto de regañarme causándome más ganas de llorar hasta que sin escrúpulos sele paso la mano a mi madre y me dio una bofetada en frente de todas las personas presentes.
[Carmen] hi...jo... perdón no quería hijo...
Yo como todo niño sólo empecé a llorar más de la cuenta y una señorita me tomo y me alejo de mi madre por mucho, mucho tiempo... desde ese día no volví a ver a mi madre hasta la edad de siete años.
Mis dos años me la pase en momentos muy felices, pero todas mis noches me quitaban toda mi felicidad recolectada en el día y así pasaron los días y fueron de frías mis noches, siempre tuve apoyo de las personas de mi alrededor, pero sólo me trataban de esa manera porque sabían mi pasado aún que era un niño muy lindo ellos sólo me tenían pena, lástima y miedo de que me pusiera peor emocionalmente.
A parte de que pase una gran parte de mi tiempo hablando con distintas personas que en ese tiempo no sabía, pero son conocidas como psicólogas.
A las dos semanas de cumplir siete años me informan que ya me iré del lugar donde me encontraba viviendo.
Fue algo inesperado y muy doloroso tener que dejar atrás a los pocos amigos que pude tener, pero me puse muy contento cuando supe que iría a vivir con mi madre.
[Encargada] Elliot ya es hora de irte, tu madre te espera en la dirección.
[Elliot] ¡Enserio! Pues no perdamos más tiempo y vámonos ya.
[Encargada] ¿Y cómo te sientes Elliot?
[Elliot] ¡Muy bien! No, me siento feliz, por fin voy a ver a mi madre.
Y sí, me tomé la conversación para mí sólo, nuca la deje hablar en el poco trayecto de camino, no fue mi culpa sólo estaba emocionado muy emocionado, que al llegar no me pude aguantar las ganas y salí corriendo hacia los brazos de mi madre.
Aún recuerdo ese abrazó ya que fue unos de los más largos casi digamos tres minutos, abrazado diciéndonos todas las palabras de amor que me sabía y fueron creadas.
[Carmén] hijo!!! Que grande está ya eres todo un hombresito.
Dice mi madre muy sonriente.
[Elliot] ¡Si! Madre ya puedo cuidarte mejor...
Luego de decir tales palabras la habitación se puso en silencio por unos breves segundo.
[Carmén] Descuida hijo donde vamos no será necesario cuidarme, pero si me sentiré más segura sabiendo que mi niño ya es todo un hombresito, te amo mucho hijo.
Pues que no se diga más nos vamos ya que el camino es largo.
Y así plantamos rumbo a nuestra nueva casa y nuevas vidas.
[Carmén] ¿Hijo, como estás?