Summer Camp Wow

Cap. 01 - El dilema del Pícaro: Oscar

En algún lugar de las tierras de Feralas. Se podía ver a una multitud persiguiendo a un individuo de menor tamaño, todo estaban persiguiéndolo atreves del espeso bosque mientras que el pequeño personaje salta y se balanceaba de árbol en árbol.

- ¡Pequeño granuja regresa con esa comida! – Decía uno de los cabreados perseguidores.

Mientras que corriendo y agitado el misterioso ser decía: - ¡Oigan! *uff* *uff* ¿¡No conocen el amor por el prójimo!? –

Este se encontraba encapuchado, por lo tanto, solo sus ojos de un color azul brillante se podían presenciar atreves de su capucha.

- ¡Si fuese que lo hubieras pedido hasta talvez hubiera sentido lástima! – Dijo uno de los perseguidores.

- ¡Pero robarnos es un acto que no dejamos pasar así porque si! – Complementó otro de los captores.

- Dudo mucho que siquiera me los vayan a regalar... Además, me tengo que acostumbrar a estas cosas si quiero ser un pícaro. – Pensó el encapuchado.

En lo que el muchacho con ínfulas de pícaro intentaba dejar atrás a sus "predadores", él seguía saltando de árbol en árbol para al menos mantener las manos ajenas de su botín. Al ver que sus contrincantes solo se enfurecían mas y mas por no alcanzarlo, nuestro chiquilín se le dio la brillante idea de mofarse de ellos sin mirar hacia al frente... Hasta que choco por accidente con una rama, cayendo sin mas en las garras de sus perseguidores.

- Demonios...- Dijo el muchacho.

- No creas... que por ser un niño no te podemos dar una lección. – Dijo en un tono amenazante uno de sus captores.

Irremediablemente prosiguieron entre todos a golpear y patear el pequeñuelo dejándolo casi al borde del desmayo.

- La próxima vez que nos hagas esa jugarreta te cortaremos las manos, pendejo... No te queremos volver a ver en nuestro pueblo. – Mencionó los ya desahogados perseguidores.

...

- ¡Pues de todas formas quien va querer ir a ese mugrero! – Exclamo el chico en voz alta mientras veía como se alejaban con su botín.

-... Carajo... Además del hambre ahora me duele todo el cuerpo...-

Mientras se resignaba a aguantar una larga noche sin comer, él se pudo dar cuenta que en el suelo se encontraban varias hogazas de pan junto con unas cuantas monedas de oro.

- Vaya... no creo que lo hayan hecho adrede... Ni modo, peor es nada supongo. – Dijo el muchacho.

Entonces recogió lo que pudo y cojeando por el dolor caminó de poco en poco hacia el Este. En el fulgor de la pelea, a nuestro pequeño vándalo se le había caído la capucha revelando así a un pequeño elefante antropomórfico. Después de un par de horas ya se adentro a otro pequeño poblado, por suerte aquí a diferencia de los demás pueblos donde probablemente lo lincharían si lo vieran, en este la gente era un poco mas comprensible con él, sin ser muy alcahuetes y dejarlo hacer lo que quiera... el chico se acercó a una pequeña casa, donde había una ventana con una parte cerrada y la otra abierta sumado a una la luz encendida.

- Lucy... ¿estas allí? – Dijo el chico, procurando no levantar demasiado la voz.

Y al no recibir respuesta, toma una pequeña piedrita y la lanza hacia la ventana.

- Lucyyyy – Dijo casi con ganas de gritar.

Y de nuevo, al no recibir respuesta... toma una roca casi del tamaño de su mano y la lanza contra la ventana.

- AAAHH!! – Se escuchó un gran quejido detrás de la ventana.

- ¡¡QUE DEMONIOS TE PASA IDIOTA, ME GOLPEASTE EN LA MANO!! – Grito una cerda hormiguera ya asomada en la ventana.

- ¡Shhhh! Baja la voz o vas despertar a tus viejos. – Dijo el chico.

- Solo yo les puedo decir así ¿Ahora que quieres? – Dijo Lucy.

- ¿Esa es la forma de tratar a tu único y mejor amigo? – Dijo el chico.

- Después de todo lo que ha pasado pues sí, ahora Oscar... ¿Qué quieres? – Dijo Lucy con el ceño fruncido.

- Nada especial, solo contarte mi día. Ahora ven y baja. – Dijo Oscar.

- Oscar, ya es un poco tarde para eso. Mañana talvez. – Dijo Lucy.

- Vamos, es que enserio necesito alguien para desahogarmeeee. – Dijo Oscar.

- Santo cielo... Esta bien... pero solo cinco minutos. – Dijo Lucy ya resignada.

Lucy había construido hace tiempo una especie de espantapájaros muy idéntica a ella, usualmente lo usaba para escaparse de vez en cuando de sus padres.

- Muy bien ¿Qué sucede? ¿Y porque te ves como el carajo? – Preguntaba Lucy.

- ¿De veras estas preguntado eso? Ya sabes que no tengo sueldo fijo. – Respondió Oscar.

- Entonces otra vez estuviste robando y te atraparon. –

- En efecto... -

- ¿No crees que ya deberías cambiar de "profesión"? –

- ¿Y que mas puedo hacer? Literalmente apenas se leer y contar, no se hacer otra cosa bebé. –

- Pues ponte a trabajar en varias cosas y ayudar a los del pueblo, al menos así volverán a recobrar la confianza que perdiste con ellos. –

- Ya lo intenté y casi me putean por... otras cosas que hice. –

- Oscar, la verdad se ve algo difícil que vayas a sobrevivir hasta tus cincuenta. Esa cosa que tienes en mente de ser un... BANDALO.

- Es pícaro, para tu información. Y aunque no lo creas también hay picaros buenos... o eso creo. –

- Pues yo no he escuchado historias de alguno. ¿Y que te refieres con otras cosas que hiciste? –

- Bueno, cuando estuve trabajando en la granja del señor Pancho... por "accidente" golpe las "castañas" de uno de los toros que estaban en el establo y terminamos perdiendo unos 160 litros de leche porque las derramo... -

- Oscar no jodas... ¿y en la herrería de Howard? –

- Tiene una linda cicatriz en la cara por mi culpa... golpeé muy fuerte una herradura y salió volando hacia su cara. –

- Demonios... Supongo que le preguntaré a mamá a ver si te puedes ganar unas monedas en su modistería. –

- No creo que sea una buena idea después de que por accidente en tu traje de nacimiento desde tu ventana y tu padre por coincidencia entro a tu cuarto... y eso si fue un ACCIDENTE –



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En el texto hay: campamento de verano, summer camp island, world of warcraft

Editado: 11.04.2024

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