Prólogo — Sunshine —

Sunshine, su madre escogió ese nombre porqué quería que su hija fuera una persona muy feliz, al menos eso pensamos todos.

En realidad la madre de Sunshine escogió ese nombre porqué durante su embarazo paso por una tristeza que parecía eterna, no quería que a su hija le pasará lo mismo.

Y no tuvo otra idea más que ponerle el nombre de Sunshine, pues significaba Luz solar, y eso era lo que Sunshine representaba para su mamá.

Y en cierta parte tenía razón, aunque Sunshine creció en un ambiente de muchas peleas, muchos gritos, ella era feliz, dentro de lo que cabe.

Tuvo la oportunidad de estudiar, de tener muchos amigos, nunca había tenido pareja, pero no le importaba en absoluto, ella estaba bien teniendo solo amigos.

Hoy era un hermoso lunes en la mañana, y como todos los días se levantó de buen humor.

La luz del sol alumbraba su cuarto y su cuerpo recién levantado, empezó su día como de costumbre, se dió un baño frío, y empezó a arreglarse para ir a su escuela.

Se puso el uniforme y arreglo su cabello. Ella tenía el cabello castaño claro, hasta la cadera y muy bien cuidado.

Desayuno con madre y su hermana mayor como acostumbraba, su hermana menor todavía no se despertaba.

—¡Buenos días! — habló Sunshine con entusiasmo.

—Buenos días — dijeron su mamá y su hermana al unísono.

Sunshine desayuno con calma, para posteriormente caminar hacia su escuela.

En el camino encontró a Isa, ella era su mejor amiga de toda la vida, —y la única verdadera— y siempre acostumbraban a irse juntas a la escuela.

—A que no sabes que me paso Sun — habló Isa con algo de entusiasmo en sus palabras.

—¿Qué te pasó?

—Conocí a un chico muy lindo, con el que ahora estoy saliendo.

—¿Todo eso el fin de semana?

—Aja, además va en nuestra escuela, y tiene una mejor amiga que también va en nuestra escuela.

—¿En serio?

—Si, hoy en el descanso te los voy a presentar.

—Esta bien, siempre es bueno conocer gente nueva.

—Esa es la actitud Sun.

Ambas chicas siguieron con su camino hacia su escuela. Isa seguía hablando sobre sus aventuras de fin de semana, mientras que Sunshine asentía con la cabeza.

Al llegar cada una entró a su respectivo salón de clases, Sunshine siempre ha sido muy inteligente, sin embargo se le dificultaban mucho las matemáticas, que era la primera clase que tendrían.

—¿Por qué dan matemáticas en la mañana? Estamos todos más dormidos que despiertos, así no vamos a aprender nada — susurro la chica que se sentaba al lado de ella, sus palabras claramente eran de odio.

La profesora empezó a explicar el tema, todos quejandose silenciosamente.

Sunshine trataba de entenderlo, fracasando en el intento.

—No se me dan las matemáticas — le habló la chica a su lado izquierdo.

—Hay que hacer un esfuerzo por aprender, al menos intentarlo — respondió Sunshine.

—Esta bién.