Mi desesperación aumentaba a cada segundo, ya veía la muerte llegar pero estaba dispuesta a luchar hasta el último. Se acercaron más, estaba a un par de metros y sin pensar frené. Dos de ellos se estrellaron contra la parte trasera del coche, abrí con fuerza la puerta y salí disparada hacía un edificio con puertas destrozadas. Subí por las gradas ya que el elevador estaba en terribles condiciones.
Había una oficina en uno de esos pisos, tenía las puertas cerradas así que me encerré en ella. Me escondí bajo un escritorio y tapé la boca al niño que milagrosamente no lloraba.
Pasaban los minutos, no se escuchaba ningún ruido, ninguna señal de que estuvieran cerca. Dejé al niño escondido y me levanté, tomé un cortaplumas que estaba sobre la mesa y me acerqué a la puerta. No había rastro de ellos, abrí la puerta lentamente y salí, el pasillo estaba vacío.
Recorrí todo el piso sin encontrar nada, estaba por volver a la oficina donde estaba el niño pero un quejido me sobresaltó. Estaba segura que era un piso abajo. ¿Eran ellos? Corrí hacia la oficina pero en ese momento choqué contra algo enorme y oscuro. Caí de espaldas sintiendo dolor en mi cabeza, frente a mí estaba una de esas figuras acercándose.
Todavía tenia el cortaplumas así que le apunté, mis manos me sudaban. Retrocedí y conseguí ponerme de pie, esa cosa no me permitía pasar para ir hacia la oficina donde había dejado al niño. Se dividió en dos, ahora eran dos lo que estaban frente a mí, uno de ellos se acercó y dirigí el cortaplumas en su dirección.
Continuó acercándose y de un tajo pasé la navaja por su cuerpo, salió una emanación muy oscura casi negra mientras que el ser emitía unos sonidos estridentes, se retorcía y caía al suelo, su compañero se abalanzo sobre mí, el cortaplumas cayó al suelo y esta criatura que me aplastaba empezó a envolverme con su vapor. Me quedaba sin oxigeno, mi rostro ardía, quemaba; veía mis manos volverse de color oscuro y oscurecerse todo alrededor.
Hice mi último esfuerzo empujando su cuerpo frío y sin forma, en ese momento toqué en lo que creo que era su pecho o estómago una extraña y pequeña forma caliente, le clavé las uñas sin pensarlo. El ente me soltó, cayó a mi lado expulsando humo negro en abundancia de la parte donde le había lastimado y luego no se movió más.
Apenas recuperé el aliento corrí hacia la oficina donde se supone estaba el niño pero no lo encontré. Salí de nuevo, por el corredor observé al piso de abajo, varios de esos entes estaban rodeando algo y yo sabía que era.
Bajé las escaleras, ellos voltearon hacia mi, dejándome ver al niño entre ellos, y no se movía. Estaba acostado en el frío suelo con lágrimas frescas bajo sus pequeños ojos y parte de su piel estaba de ese color oscuro. Me rodearon, sabía que este era mi fin, también sabía que moriría pero esperaba poder salvar al niño. Ahora estaba lista y dispuesta a enfrentar lo que venía.
El humo negro me rodeó, humo de cada uno de ellos, sentí mi piel arder, cerré los ojos apretando mis puños e intentando soportar el dolor.
Abrí los ojos, estaba sobre una sábana muy suave, aún tenía lágrimas en mis ojos y heridas en mis manos echas por mis uñas. Me senté, a unos metros de mí había otra cama vacía.
Me acerqué al borde dispuesta a bajarme de la cama y casi lo hago, apenas pude ver que estaba a considerable altura. En un costado habían unas escaleras metálicas pegadas las camas. Bajé por ellas, las literas estaban en forma de camareta o camarote de tres pisos.
— tu también — dijo una voz femenina en el primer piso de la literas, Lila estaba sentada pensativa
— eso parece, ¿que estamos haciendo aquí?
— el último reto
— ¿el de enfrentamiento entre unidades? Rayos
— ¿Como lo hiciste?
— ¿el que?
— ¿como sobreviviste Ricitos?
— de hecho morí, creo que si seguiría viva no estaría aquí, ¿o si?
— fuiste la última, la que sobrevivió mas tiempo, ¿como lo hiciste?
— yo...no lo sé...
— es verdad, nos ayudaría si nos dijeras como lograste matar a dos de ellos— dijo Titán apareciendo los la puerta
— ustedes...¿como lo saben? ¿Acaso la prueba fue la misma para todos?
Asintió — sígueme
Caminé tras él, pasamos un pasillo angosto y luego estábamos frente a una ventana enorme, en el espacio: estábamos en una nave.
— ¿ves esto?— señaló una pantalla en una tableta, tenía mi foto y en letras rojas decía: +2 —¿nos dirás como lo hiciste?
Aquaman y Alex salieron conversando de otra puerta, ambos traían barras de alimento
— ya despertó! — gritó Aquaman— ahora por fin dejarán de hacerme preguntas, es su turno
— que puedo decirles, solo me defendí y... bueno, uno de ellos tenía lo que parece un corazón pero casi fuera de su cuerpo...no lo sé
— ¿que pasó después de que mataron a la mujer?— preguntó Fresa
— me escondí, mataron al hombre y me largué en el coche, luego me escondí pero me encontraron, mataron al niño y pues, me mataron
— era una prueba de sentimientos y emociones— aseguró Alex— probaron quien era más débil en ese aspecto
— es verdad— dijo Titán— Lila fue la primera, murió al intentar ayudar a la mujer, luego yo al enfrentarme a esa cosa por salvar al hombre, luego Fresa, Alex, Aquaman y tú.
— ¿qué es eso?— pregunté viendo a la ventana, nos acercábamos a un enorme objeto celeste de color azul centelleante
— nuestro fin, es decir el fin de todos ustedes excepto yo, no voy a caer con ustedes
— basta Aquaman, somos un equipo— aclaró Titán
— no somos nada, uno de los integrantes de otro grupo logró salvar al niño en la prueba
— eso es imposible, eran muchos
— ¿esos son los Lituxos?— mi pregunta fue contestada por un incómodo silencio, nadie respondió
Titán abrió un cajón del cual sacó varias mochilas, las puso en medio de todos nosotros