Sus Ojos

Un poco de ayuda

Al ir camino al centro comercial a unas cuadras de el café, con motivos de ver una película, recordé que si abría mi billetera no encontraría más que moscas revoloteando por la falta de dinero en la misma, ya que, como hace unos minutos recordé, no tenía dinero debido a que me robaron todo y lo de ayer en propinas lo dejé en casa.

-Oye, ten más cuidado.- Al estar tan inmerso en mis pensamientos, me golpee con un chico al que rápidamente reconocí, y me alegro verlo.

-Oh, lo siento Todd, estaba pensando en algo y no me fijé por donde caminaba.- El sonrió, ligeramente tímido, me hacía gracia el hecho de que fuera tan tímido cuando pude ver con mis propios ojos que retó a Aaron, este chico es bastante peculiar.

-Claro, no te preocupes Ray, de igual forma no te reconocí sin el uniforme del Instituto.- No se si eso fue una disculpa, o un simple hecho que era casi obviedad, pero teniendo en cuenta algunas cuantas idioteces que he hecho yo hoy, le reste importancia.

-Oye, una duda, ¿Donde fuiste en la hora del almuerzo? No te encontré en la cafetería.- Para que vamos a engañarnos, ni siquiera me importó buscarlo, solo quería ver de vuelta a Erica, pero si quería evitar llegar a mi hogar y ver la cara de Martí, esta era mi oportunidad.

-Oh... Pues... Uhm...- Lo vi dudar, levanté una ceja y lo mire detenidamente esperando alguna palabra, pero sólo obtuve algunos sonidos incomprensibles, ya que no paraba de pensar que es lo que diría en respuesta a mi pregunta.

-Tranquilo, no hace falta que me lo digas, no hay problema, solo que si quieres puedes pasar algún que otro almuerzo conmigo, ya sabes, como amigos.- Las últimas dos palabras las dije con una voz un poco mas baja, para que no tuvieran tanto impacto, aún no sabía si el me consideraba su amigo, pero por lo que sucedió, yo ya al menos lo consideraba un camarada.

-Pasa que... Bueno va, te lo cuento.- Sus ojos parecían cansados, como si hubiera hecho una maratón... dos veces. -resulta que fui al patio de comidas, pero uno de los gorilas de Aaron me sorprendió en la entrada, así que salí disparado y corrí hasta poder esconderme en el armario del conserje, se ve que ahora me persiguen... Más de lo habitual, quiero decir.

Y esto es lo que sucede cuando intentas ser héroe, te sale el tiro por la culata y lo peor es que no te vuelas los sesos a ti, si no al que estaba aprendiendo a utilizar el arma, ya que ahora Todd será perseguido por los fanáticos que lleva a todos lados Aaron y todo por mi culpa.

-Te propongo un trato, si nos quedamos juntos no nos vendrán a buscar, al menos no de a uno, y si vienen en manada pues... A correr.- No era un gran plan, pero no quería dejar que lastimen a Todd por mi culpa.

-Uhm... ¡Trato hecho mi buen amigo!- Extendió su mano, en la cual llevaba una bolsa llena de verduras la que no había ni siquiera notado.

Estreché su mano con energía, desde ahora en más tenía un amigo, es extraño, pero se siente bien ya no estar solo en este frío y cruel mundo de pesadillas al que estoy anclado y enjaulado.

-Debo irme Ray, un placer verte, nos vemos mañana a la entrada del Instituto, estaré atento y saldré por patas si me veo a algún mono matón con sed de sangre hasta que te aparezcas por allí.- Sin más que agregar, le di otro apretón de manos, y deje que se fuera a su casa.

Tres horas antes de entrar al trabajo... ¿Que debería hacer?

Mientras pienso, una llamada irrumpe como un fuerte rayo en mis canales auditivos, sacándome de mi cerebro

Llamada entrante de número desconocido...

¿Número desconocido? Pero si ya tengo agendada a Erica, y el número de Todd no lo tengo ¿Quien puede ser? Sin más que hacer, atiendo y colocó el celular en mi oído, y lo que escuche del otro lado me dejó sin aliento...

-Ray, hijo, ven a casa a tomar unos tragos, aunque seas una marica puede que puedas tomar algo de alcohol.- Mi padre estaba al otro lado del teléfono, y por su tono de voz el cual era muy pesado y algo inentendible, sabía que estaba ebrio.

-¿Que quieres?- Sin cortarme, le respondí lo más seco posible y con el tono de voz más duro que puedo hacer, me sorprendí a mi mismo, ya que en verdad logré expresar a la perfección mi enojo.

-¿Y esos modales que te enseñe, canalla?- De un momento a otro cambio el tono de tranquilo a molesto, parece que el alcohol le pegó fuerte esta vez.

-¿cuáles modales? ¿Los de intentar arrojarle botellas de vidrio a tus hijos cada que estás ebrio? ¿O los de pasar semanas sin alimentarnos para cuidar de ti mismo?- Sentí como la sangre me hervia, pero algo andaba mal ¿Donde estaba Julie?

No dejaría que tocarán a Julie, no puedo soportar saber que lastiman a mi hermana, así que, viendo que no acotaría nada más a mi impecable descarga de ira contenida, colgué el teléfono y emprendí viaje hacia la casa de mis padres, lo más rápido posible.

...
 


 

Llegué a el porche de lo que antaño era mi casa, es una casa bastante bonita, con patio delantero y dos pisos, obviamente heredada, ya que gastando todo el dinero en alcohol no se puede comprar una casa como se podrán imaginar.
 


 

Respire hondo y toque la puerta, sabía lo que sucedería, pero no dejaré a mi hermana en esta casa ni un solo minuto más.
 


 

-Quien es y que quie...- Mi... progenitora, abrió la puerta, con el mismo buen humor de siempre con el que me trata. -¿Que hace el niño prodigo aquí eh? ¿Vienes por algo o solo para pedir perdón por irte y obviamente dormir en la calle?
 


 

Odio a esa mujer tanto o más que a mi padre, pero si los denuncio al no poder yo cuidar adecuadamente a Julie se la podrían llevar a un hogar adoptivo lejos de mi, y no quiero eso.
 


 

-Mira, Laura, solo vengo a ver a mi hermana, déjame pasar- Si todavía no la derribe junto con la puerta, es porque aprendí modales, y obviamente, no de ellos.
 



#21111 en Otros
#1612 en No ficción
#33027 en Novela romántica

En el texto hay: romance, amor, hermandad

Editado: 30.03.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.