Sus ojos: mí perdición y salvación.

Capítulo 8.

Connor pasará por mí en diez minutos, estoy completamente nerviosa y desconcertada por todo esto. No sé que ponerme, ni siquiera cómo actuar, hace aproximadamente 20 minutos que estoy revolviendo mi armario en busca de algo que me convenza.

Faltando unos 5 minutos y resoplando no muy convencida me coloco unos Jean negros rasgados y una musculosa azul, la cual deja a la vista una pequeña parte de mi abdomen el cual cubre una chaqueta de cuero, ya que las lluvias han dejado un clima frío y por último unas zapatillas blancas, en cuanto al maquillaje, decidí no ponerme nada, no es como si me gustara tanto después de todo.

¿Alguien entendió la descripción? Porque hasta yo me perdí.

—Lina, te están esperando abajo — la voz de mí madre hace que deje de mirarme en el espejo.

— Ya, okey — digo rápidamente agarrando mi celular y metiéndolo en el bolsillo trasero de mi pantalón, cuando me giro la veo mirándome con una sonrisa, y antes de que abra la boca, ya sé de antemano lo que me preguntará. — ya mamá, que no es una cita.

— No te avergüences, es algo normal a tu edad — insiste de nuevo, ruedo los ojos dándome por vencida.

He tratado de convencerla de que no es una cita desde el día de ayer que le comenté sobre la salida con Connor.

— ¿Sabes qué? Ya me voy — ya cansada de esto, paso por su lado para bajar las escalera.

Al llegar a la sala me encuentro con mi padre y Jack hablando tranquilamente con Connor en el sofá, al percatarse de que ya estoy ahí, los tres  pares de ojos caen en mí y por un momento me siento intimidada.

— Bien...— comienza mi padre — no la traigas muy tarde, no quiero ninguna sorpresa, y enterarme de que han roto las reglas de la primera cita, asique manos fuera.— advierte apuntando a Connor, abro los ojos como platos por aquello, pero antes de que pueda decirles por decimoquinta vez que no es una cita, Connor me interrumpe.

— No se preocupe, la traeré temprano — lo miro desconcertada y él me guiña un ojo, luego miro a los tres integrantes de mi familia y me mira con una ceja alzada y los brazos cruzados, ruedo los ojos.

— Ya, vámonos — le digo a Connor. este asiente y antes de salir de casa me giro hacia mi familia — no hagan eso, dan miedo... y se ven ridículos — los tres me sacan la lengua, ruedo los ojos ante ese gesto y cierro la puerta— y luego yo soy la inmadura.

— ¡Suerte con tu cita! — gritan de nuevo al unisón, y luego de eso escucho sus risas.

Connor se encuentra apoyado en la puerta del auto hablando con Robert, al llegar hago un asentimiento en forma de saludo hacia él quien hace lo mismo y me sonríe mientras Connor me mira divertido.

— ¡A nuestra cita se ha dicho! — dice este y yo lo fulmino con la mirada.

—Me debes una grande, Lambert— digo apuntándole con mi dedo acusador, este se ríe y me abre la puerta para que entre al auto.

Subo y él me sigue, el último en subir es Robert, este arranca el auto y nos dirigimos a la compañía de modelaje del padre de este chico a mi lado.

"Copper Company".

Así es, y yo que cuando lo conocí pensé que debería ser modelo, me golpee mentalmente por aquello en aquel momento, pero he aquí el resultado, terminó siendo unos de los modelos más joven y deseado de todo el mundo.

Y yo casi besé a ese chico.

Sí.

CASI.

 

Flashback
 


No es lo que dije con exactitud, pero me conformo

Debo estar roja de tanto reírme, asiento respirando dificultosamente al igual que él por el esfuerzo, de un momento a otro sus ojos viajan a mis labios y los míos a los suyos sin poder evitarlo, su sonrisa se desvanece y me mira con una intensidad estremecedora. La distancia que nos separa se va a acortando, dejándome con el corazón desbocado y desconcertada.

Y entonces la confusión me invade.

¡Connor, arriba, en media hora tienes sesión de fotos! — grita por lo que parece ser Keith desde fuera de la habitación.

Connor se quita rápidamente de arriba mío, algo desconcertado, dejándome totalmente confundida, se dirige hacia la puerta y habla un momento con su padre de algo que no alcanzo a escuchar, cuando vuelve yo ya me he acomodado la ropa que estaba desordenada por moverme tanto a causa de las cosquillas.

No quiero imaginar lo que hubiera pasado si Keith hubiese entrado y encontrado en aquella situación, solo piénsenlo...

Connor arriba mío, a punto de besarme y yo con la ropa y el cabello totalmente desarreglado...

Nop, no hubiera sido una buena escena.

Se queda apoyado en el escritorio mirándome, con las mejillas algo sonrojadas, está por hablar, pero lo corto antes de siquiera tocar el tema.

¿Sesión de fotos? — pregunto algo confundida. Él suspira y habla dejándome más confundida.

Lambert, es el apellido de mi madre — lo miro frunciendo el ceño, él vuelve a suspirar y se acerca para sentarse en la cama nuevamente — mi padre es Keith Copper abro los ojos como platos al escuchar su apellido.

¿Copper? — balbuceo — ¿Dueño de "Copper Company"? — pregunto sorprendida, él asiente y yo sonrió. — Connor Copper. ¿Cómo no me di cuenta antes? Claro...— digo dándome una palmada en la frente recordando las publicidades del chico enmascarado de la nueva campaña. — a hora cuadra todo eso del "sexi enmascarado". Una máscara para no ser reconocido ¡muy original! — suelto con sarcasmo. — ahora... ¿por qué me lo ocultaste? Se supone que somos amigos, ¿o me equivoco?

— Te lo iba a contar, lo juro— dice rápidamente, yo ruedo los ojos y me levanto de la cama, o hago el intento ya que antes de poder dar siquiera un paso me agarra del brazo y hace que me siente de nuevo — sabes por la razón que me cambié de ciudad, bien, en parte también fue porque los que me conocían y se hacían llamar "amigos" eran unos hipócritas interesados, ya no quería esa clase de persona en mi vida y decidí que esto sería lo mejor, ocultar quien era en verdad, nadie sabe que en realidad soy hijo del dueño de la compañía. Conseguí a personas que valen oro Lina, tu hermano, Liam, Rick, Marck, tú — dijo mirándome a los ojos — personas que se acercaron a mi sin ningún interés, solo...quería amigos de verdad, que estén ahí cuando los necesite, sin ningún compromiso, solo porque ellos así lo desean, y eso encontré en ustedes. — baja la cabeza — perdón por ocultártelo, es solo que...—no lo dejo terminar y lo abrazo, él me corresponde y siento como suspira.




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