3 Bajo las Sombras del Hielo y el Amor (Aatu Kinnunen)

Querida tähteni (estrella),

Desde el corazón de las tierras heladas, donde el poder y la lealtad se forjan bajo el manto eterno de la nieve, escribo estas palabras. Soy Aatu Seppanen Kinnunen, conocido como Leónidas el Grande, líder de los Caballeros del Norte y la voz indiscutible de una mafia que no solo impone respeto, sino también temor en quienes osan desafiarnos.

En este mundo de alianzas traicioneras y juramentos rotos, mi vida ha sido un constante juego de ajedrez, donde cada movimiento puede significar la vida o la muerte. He negociado con hombres que venderían su alma por un respiro más, y he eliminado a aquellos que pusieron en peligro a los míos. Cada decisión que tomo lleva el peso de mi nombre y de los códigos que rigen nuestras vidas. Pero en medio de esta oscuridad, en un mundo gobernado por el poder y el miedo, hay una luz que me guía. Esa luz eres tú.

En el frío de la noche, cuando la guerra entre familias parece no tener fin, recuerdo lo único que me mantiene humano. Tú, tähteni. Tus palabras tienen el poder de calmar al león que ruge dentro de mí, y tu mirada, como un reflejo de los cielos nórdicos, penetra las barreras que el mundo me ha obligado a construir.

Soy un hombre de guerra, un estratega, un líder cuya única debilidad eres tú. Mi fortaleza, que ha resistido conspiraciones y traiciones, tiembla al pensar en perderte. Porque el poder es efímero, las riquezas son pasajeras, pero lo que siento por ti es eterno. En un mundo donde los lazos se rompen con una sola palabra, el que nos une no puede ser cortado ni por la daga más afilada.

Recuerdo las historias de nuestros ancestros, sobre los dioses que guiaban a los hombres en sus guerras, sobre los juramentos que ni la muerte podía romper. Si mi vida es una batalla constante, entonces tú eres mi recompensa, la razón por la que lucho. Mientras las balas silban en la noche y las sombras se alargan en los callejones, mi mente regresa a ti, a la paz que solo encuentro en tu amor.

La Navidad, en este mundo de caos, es un recordatorio de que incluso los hombres más duros necesitan algo más que poder. Necesitan un hogar, un refugio, un motivo para seguir adelante. Tú eres mi refugio, mi paz, el único lugar donde mi corazón, marcado por la violencia y el sacrificio, puede descansar.

Que esta Navidad te envuelva con la misma calidez que encuentro en tus palabras. Que recuerdes que, aunque soy un hombre de acero y fuego, mis manos están dispuestas a sostenerte, a protegerte y a luchar por ti hasta el final. Porque incluso en este imperio que he construido, tú eres mi tesoro más valioso, la Kuningatar de un reino que ningún enemigo puede tocar.

Con el peso de mi nombre, la fuerza de mi amor y la promesa de mi lealtad,

Aatu Seppanen Kinnunen

Leónidas el Grande,

Líder de los Caballeros del Norte