-Ben salía de la sala de música después de un largo rato; tal como dijo la profesora Miller, ella no tuvo piedad con Ben.
En la salida, se encontró con Mónica-.
Mónica: ¡Ben! ¿Qué haces aquí?
Ben: Mónica. Estoy aprendiendo a tocar el piano.
Mónica: ¿Eh? Tú en la sala de música y artes, pero tú... Bueno, eso no importa. Quería disculparme contigo por lo que dije antes.
Ben: No te preocupes, sé que sobre reaccioné. Lo siento, pero no quiero tener que recordar el pasado. Por favor, no vuelvas a mencionarla, te lo suplico.
Mónica: ¿Aún te sientes culpable por lo que le pasó?
Ben: No me siento culpable, soy el culpable. Si le hubiera prestado más atención, tal vez no habría terminado de esa manera. Estoy intentando superarlo o al menos vivir con ello.
Recordarla no le hace bien a ninguno de los dos. Sé que también te afectó mucho, Mónica.
Mónica: Yo también intento superarlo, pero tu manera de hacerlo es... bueno, lo que quiero decir es que no deberías vivir cargando una culpa que no te corresponde.
Ben: Sé que te preocupas por mí y lo aprecio, eres la única con la que me puedo desahogar. Eres una gran amiga, Mon.
Mónica: Aunque dices que te desahogas conmigo, hay cosas que no me dices, Beni.
Ben: Así que me llamas Beni, ¿eh?
Mónica: Tú empezaste a llamarme Mon otra vez, es lo justo, Beni.
Ben: Es cierto, pero es lindo. Hace mucho que no te llamaba así, Mon.
Mónica: Claro que es lindo, así nos llamábamos todo el tiempo, pero desde que entramos a la preparatoria ya no me llamabas así y eventualmente yo también dejé de hacerlo. Es agradable escucharlo de nuevo.
Ben: Sí, que lo es. Mon, me tengo que ir, hablamos luego.
Mónica: Claro, hablamos luego, Beni.
{Espera, ese chico esquivó lo que le dije. ¡Es tan astuto!}
(¡Uf, qué bueno soy evitando temas, eh!)
Mónica: ¡Beni, regresa aquí! ¡Aún no hemos terminado de hablar!
Profesora Rodríguez: ¿Beni, eh? ¿Ustedes son novios?
Mónica: ¿¡Profesora Rodríguez!? ¿¿Novios, quiénes?? ¡Yo y Ben! No, no, no, para nada, solo somos amigos.
Profesora Rodríguez: Así que no son novios, ¿eh? Entonces, te gusta, ¿cierto?
Mónica: ¿Gustarme, Ben? ¡Eso es imposible! Nos conocemos desde niños.
Profesora Rodríguez: Pero tu forma de hablar con él y tu mirada dicen otra cosa.
Monica: En serio no siento nada por él, solo un gran aprecio.
Profesora Rodríguez: Si tú lo dices. ¿Sabes por qué lo pregunté, cierto?
Monica: Es por mi rendimiento en las prácticas de hoy, ¿estoy en lo correcto?
Profesora Rodríguez: Así es. Tu rendimiento ha estado bajando mucho últimamente, y como encargada del club de voleibol, debo buscar una forma de solucionar este pequeño inconveniente. Solo me aseguraba de que no fueran problemas sentimentales.
Monica: ¿Sería malo que fueran problemas sentimentales?
Profesora Rodríguez: ¡Claro que sí! Los adolescentes se dejan llevar por sus emociones y eso hace que, en algunos casos, bajen su rendimiento académico y deportivo. En otros casos, logran mejorar su rendimiento por eso mismo, pero es muy inestable.
No puedo ser de mucha ayuda si tus problemas son sentimentales; solo podría aconsejarte y esperar a que tomes una decisión por ti misma.
Monica: ¿Por mí misma?
Profesora Rodríguez: No puedo obligarte a hacer algo que no deseas. Además, es tu vida. Como tu profesora, busco que puedas manejar cualquier situación y que encuentres lo mejor para ti. Tomes la decisión que tomes, te apoyaré, ¡Moni!
Mónica: ¿Moni? Quiero decir gracias. Ah, y no se preocupe, prometo que mejoraré pronto, volveré a jugar bien.
Profesora Rodríguez: Eso espero. ¡Suerte!
{Eso me sorprendió mucho. ¿Móni? ¿Por qué me habrá llamado así?}
UN RATO DESPUÉS.
Profesora Rodríguez: Chicos, hoy estaré revisando el informe. ¿Todos lo hicieron?
Alumnos: ¡Sí, profesora!
Profesora Rodríguez: Muy bien, empecemos. El primer informe que revisaré será el de… Ben y Cris, por favor, traigan su informe.
Ben: ¿Teníamos que ser los primeros? Ahora estoy nervioso.
Cris: Por nosotros mandaron este informe, es normal que seamos los primeros. ¡Profesora, ya vamos!
Ben: ¿No estás nervioso?
Cris: Para nada, yo no dudo de mis conocimientos, y tú tampoco deberías de dudar. Hicimos un buen trabajo, no te preocupes.
(Wow, estaba montando una escena porque pensé que se molestaría y es lindo verlo molesto... digo, no pensé que intentara calmarme).
Profesora Rodríguez: ¿Hicieron el informe juntos?
Cris: Sí, profesora.
Profesora Rodríguez: ¿En dónde lo hicieron?
Ben y Cris: En la biblioteca.
Profesora Rodríguez: ¡Ya veo! Hicieron un excelente trabajo, ¡felicidades!
Ben: ¡Gracias!
Cris: Muchas gracias.
Profesora Rodríguez: Ok, siguiente grupo…
AHORA DEL RECESO
Ben: ¡Cris!! ¡Oye, Cris!!! Cris, sabes que estaba muy nervioso en el momento de entregar el informe, ya que, como sabes, no es mi fuerte. Pero hoy nos felicitaron y fue gracias a ti. ¡Gracias, compañero!
Cris: Te dije que una vez terminado el informe no se te ocurriera hablarme, ¿no lo recuerdas?
Ben: ¿Eh? No lo recordaba. Cierto, tú dijiste que no querías ser mi amigo. Estaba muy emocionado antes y ya no lo recordaba.
Cris: Tú...
Ben: Cris, ¿puedo pedirte una segunda oportunidad?
Cris: ¿Qué?
Ben: Soy muy testarudo y no me rindo fácilmente. Por eso, me gustaría que me dieras una segunda oportunidad. Esta vez me esforzaré mucho más.
Cris: ¡En serio, eres muy testarudo!
Ben: ¡Sí, lo soy! Jajaja.
Cris: No te rías como un idiota. ¿Estás bien con esto?
Ben: ¿Estar bien con qué?
Cris: ¡Con esto! No logro entenderte, ¿por qué te esfuerzas tanto por alguien a quien no conoces?
Ben: Me esfuerzo porque quiero conocerte.
Cris: Una vez que me conozcas más, sé que me odiarás y no querrás saber de mí.