Tal vez es siempre

Capítulo 5

Tyler

Deja de mirarla.

No la estoy mirando.

Sí lo estás haciendo.

Claro que no.

Claro que sí.

¡Vale! Sí. La dejo de mirar. Pero… ¿por qué no quiere hablar conmigo?

¿En serio lo preguntas?

Vale, no. Mejor me callo.

Aparto la mirada de Nora, quien está en todo momento con Carol y Marcus, y me centro en las personas que tengo delante con micrófonos en sus manos y algunos enfocándome con cámaras.

−¿Qué sientes al saber que por fin la gente podrá ver el final de esta trilogía? –escucho que pregunta alguien−. ¿Sientes nervios?

−No.

−¿Piensas que gustará a la gente el final que habéis creado? –pregunta otra persona.

−Supongo –me encojo de hombros.

−¿Ya tienes el siguiente proyecto entre manos? ¿Nos puedes contar algo?

−No puedo contar nada.

En ese momento, mi mánager se sitúa a mi lado, disculpándose, y me lleva a la zona de photocall. Genial, justo lo que quiero hacer ahora. Intento no poner los ojos en blanco y me sitúo frente a las cámaras, al principio solo y después junto a Dylan y Bonnie, quien, cómo no, está encantada de tener multitud de cámaras delante de ella.

¿A ti no?

Pues, sinceramente, ahora mismo no.

Pues eres actor. Y te quedan muchos días así.

Gracias por recordármelo, no lo sabía.

De nada.

Hace un rato que llegamos y, sinceramente, me sorprendí al ver la cantidad de gente que se había agrupado frente al cine donde veremos la película en un rato. No me refiero a periodistas o fotógrafos, sino a los fans de la trilogía que han querido estar aquí. Y quienes no dejan de llamarme a mí o a los demás actores en todo momento.

Pero yo no estoy demasiado centrado en eso. No después de haber visto a Nora en cuanto salí del ascensor.

Estás así desde que la viste en el aeropuerto, no mientas.

Y tú cállate un rato, que menudo día me estás dando.

Sigo centrándome en mirar a cámara y posar –o, al menos, intentarlo−, hasta que por fin nos avisan de que vayamos entrando en el cine. Han venido varios actores más como invitados, además de críticos de cine y compañeros de trabajo de Marcus o William, y con todos ellos me cruzo mientras cruzamos la puerta del cine, caminando junto a Dylan y Bonnie.

Nos sentamos en las primeras filas del cine –detalle que no me gusta, siempre prefiero sentarme más atrás− y miro mi móvil mientras espero a que todo el mundo se siente y las luces se apaguen. Pero, aunque parece que no tengo ninguna gana de estar aquí −¿sólo lo parece?− tengo ganas de que por fin puedan ver la tercera y última película de Impacto. Yo ya la he visto y… sí, me gusta.

Al levantar la vista de mi móvil, miro hacia atrás y veo como ya todo el mundo está en su asiento, aunque hablando entre ellos. Aún quedan varios asientos libres, pero no importa. Estoy a punto de mirar al frente de nuevo cuando, mientras me estoy girando, mi mirada vuelve a cruzarse con la figura de Nora, sentada en la fila que hay justo detrás de la mía, de nuevo a Carol. Está tan concentrada en lo que habla con ella que no se da cuenta de que la estoy mirando –o disimula muy bien−.

Justo en ese momento, las luces se apagan y yo miro al frente de una vez. Segundos más tarde, la gran pantalla se ilumina y, poniendo toda mi atención en las imágenes que salen en pantalla, me intento centrar en eso. Sólo y únicamente en eso y no en… ella.

* * *

−Entonces, ¿ha ido bien? –pregunta Jess al otro lado de la línea.

−Sí –me muevo por la habitación−. Ha ido bien.

−¿Ha ido bien? ¿Sólo eso? ¡Ha sido el primer preestreno, tiene que haber ido genial!

Suspiro y me paso las manos por el pelo, asomándome al balcón de la habitación mientras me encierro un cigarrillo. Tras darle una calada, suelto el humo lentamente.

Por supuesto que el preestreno ha ido bien. Los aplausos que hubo tras el final y las buenas valoraciones que escuché son prueba de ello. A todo el que estuvo allí le ha gustado. Y por supuesto que me ilusiona ver que un trabajo, ya no sólo de meses para esta película, sino de años después de las tres películas, tiene sus buenas valoraciones.

Entonces, ¿por qué no lo disfruto tanto como debería? ¿Al igual que disfruté después de las otras dos películas?

Todo el mundo lo sabe.

¿Ah, sí?

Sí.

Venga, ¿por qué?

Porque estás más pendiente de la persona que duerme a dos habitaciones de la tuya que de todo lo demás.

Agacho un segundo la cabeza antes de mirar hacia arriba y volver a soltar todo el humo del tabaco. ¿Qué debería hacer? Me estoy comportando como un maldito egoísta. Lo sé. Ha sido ver a Nora después de meses y… las dudas vuelven a estar presentes.

Pero ella no quiere hablar conmigo. Y yo sí quiero hacerlo.

Pues tu novia sigue esperando que le respondas.

Mierda.

−Ha ido genial –digo finalmente−. Lo que pasa es que estoy cansado. Eso es todo.

−¿Seguro que estás bien?

−¿Por qué no iba a estarlo?

−No sé, eso me gustaría saber.

−Todo va bien, Jess. No te preocupes –le doy una última calada al cigarrillo y lo apago−. Sabes que te contaría lo que fuese si ocurriese algo.

O no.

−Sí, lo sé –hace una pequeña pausa. Parece que le está hablando alguien−. Bueno, te tengo que dejar. Tengo que seguir haciéndome unas fotos. ¿Hablamos en un rato?

−Sí, claro. Luego hablamos. Que te vaya bien.

−¡Gracias! Te quiero.

Miro un momento al frente antes de contestar:

−Y yo –me separo del muro del balcón, con la intención de volver dentro de la habitación−. Adiós, Jess.

Escucho su adiós, cariño y, un segundo más tarde, finalizo la llamada.



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En el texto hay: romance, amor, cine

Editado: 15.12.2021

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