Mi nombre es Emma Santiago, tengo 19 años... soy una chica sencilla me considero una buena persona, dulce y simpatica mi cabello es castaño, ojos color cafe, mi tes es blanca y mido aproximadamente 1,70.
Creí haber encontrado el amor de mi vida con el cual pasaría el resto de mis días pero al parecer estaba muy equivocada.
—Cariño ven aquí sabes que no puedes dejarme— me decía Jordan mientras me sujetaba de la cintura
—Mira como lo hago, ¿no te fue suficiente todo el dolor que me has causado?— digo con lágrimas en los ojos logrando zafar su agarre
Ese día logre terminar esa relación tóxica que llevaba con Jordan, me sentí libre pero no estaba bien, a pesar de todo yo lo amaba soñaba con tener hijos, casarme y muchas cosas más. Pero no podía soportar más su maltrato ni sus engaños. Después de dejarlo Jordan siguió insistiendo no me dejaba en paz, poco a poco me fui alejando de los pocos amigos que me quedaban gracias a él y ya solo me encerre en casa sin querer ver más a nadie, lo único que quería era estar en mi habitación sola y poder llorar, por suerte las vacaciones habían llegado y no tenia que salir...