Tan Cerca Y Tan Lejos

CAPÍTULO 25

-El Encuentro-



En el camino de regreso recibo un mensaje.

Zoey:

Hola amiga, ¿ya regresaste a Nueva York? 


 

Sarah:

No aún no, voy en camino

 


Zoey:

Yo igual amiga, tenemos que vernos tengo que contarte muchas cosas 

 


Sarah:

Yo también


 

Zoey:

Vale amiga, nos vemos entonces



En realidad si tenemos que contarnos demasiadas cosas pero primero quiero dejar en claro mi relación con Peter no me interesa mucho que digamos, a pesar de todo sigo pensando en Chris, no me di cuenta que me respondió el mensaje después de días pero no lo revise. 

Chris :

Hola Sarah perdona por ponerme así, pero creo que en parte tienes razón yo tampoco te dije nada, ¿me perdonas?

 

Yo lo haría pero sin duda quiero que todo esto que me dice me lo diga en mi cara, es lo único que quiero escuchar "perdoname", pero no al contrario solo miente y hace como si nada hubiera pasado. No me refiero a lo de su novia, me refiero a lo que pasó entre nosotros. 

 

Pasan las horas y ya estamos en casa, cuando llego a mi recamara mi celular suena y nuevamente es una llamada de Peter 

—¿Hola?—contesté 

—Hola linda ¿nos vemos mañana en el cine entonces?—confirma nuestra cita acordada que a propósito, lo olvide

—Claro

—Bien descansa besos—dice felizmente

—Besos—jamás he dicho algo así pero lo hago para no parecer tan fría con él

Aún no estoy cansada, quiero salir, así que decido ir a Central Park. 

Es otra cosa venir de noche incluso podría decir que me gusta más así que durante el día. 

En ese momento una voz masculina me llama

—¿Sarah?—me giro para ver de quién se trata y me encuentro con Chris

 

—Hola—digo sin saber qué más decir honestamente

—Hola, ¿cómo estás?—pregunta amablemente

—Bien, ¿y tú?—es extraño estar de nuevo aquí, es como si tuviera un dèjá vu

—Igual, ¿qué tal te fue en las vacaciones?—cuestiona

—Genial, ¿y a ti?—creo que estoy siendo un poco más cortante de lo normal con él

—Bien, Sarah tengo que decirte algo, no puedo seguir así sin decírtelo—cambia de tema radicalmente

—¿Qué cosa?—digo a la expectativa de lo que realmente he querido escuchar todo este tiempo

—Te extraño, extraño hablar contigo, extraño nuestros momentos juntos. ¿Por qué no volvemos a ser amigos? Bueno lo somos pero hay que hablarnos más como los amigos que somos—admite. Solo amigos, claro y yo haciéndome ilusiones. 

Tengo miedo de decirle lo que siento, de perderlo, perder su amistad, lo único que tengo de él, si lo pierdo jamás me lo perdonaría. 

—Si claro, amigos—digo un poco decepcionada pero no creo que él lo haya notado

—Ya no te enojes conmigo Sarah—dice mientras me abraza, eso no me lo esperaba sinceramente

—Entonces ya no me hagas enojar—digo suspirando

—De acuerdo, ¿qué te parece si caminamos por el parque mientras platicamos?—asiento con la cabeza ante su idea

Empezamos a caminar en seguida

—¿Hace cuanto volviste de Florida?—pregunto

—Ayer, ¿y tú de California? 

—Apenas hoy—contesto no muy animada por alguna razón

—Y hablando de otra cosa, ¿qué es lo que vas a estudiar?—supongo que esta plática es más extraña de lo normal

—Medicina, ¿y tú?—cuestioné curiosa. 

—Administración financiera 


Hablamos durante una hora y después regresó casa, apenas me acuesto en la cama, quedo profundamente dormida. 



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En el texto hay: humor, romance adolescente, malentendido

Editado: 24.12.2021

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