Siempre me acuerdo que te gustaban los tatuajes, pero no podías hacértelos porque a tu mamá no le gustaban.
Un día me dijiste "un día me hare uno, y va a ser para ti. Así nunca te olvidare."
Pero supongo que no te hiciste ese tatuaje, porque al final terminaste por olvidarme.
También recuerdo que simplemente te alejaste.
Te fuiste.
Tu tenias tus amigos, muchos amigos.
Y yo solo tenía un par de ellos.
Te apartaste y te juntaste con otras personas, cambiaste, ya no eras el mismo.
Un día después de que terminaras las clases, cuando tenías 17, te vi entrar a un local donde hacían tatuajes y cuando te vi salir, dos horas después ibas con un tatuaje en la parte inferior de tu brazo.
Supe luego que habías conseguido una identificación falsa para poder hacértelo.
También supe que cuando tu mamá se estero te castigo por mil años... bueno no tanto.
Luego siguieron los piercings. Tenías, dos expansiones pequeños, tres en el cartílago de la oreja, uno en la nariz, y se decía también que tenías uno en cada pezón.
Y a medida que pasaba el tiempo perdía la cuenta de los tatuajes que te hacías.