Loui.
Hoy, tal y como he hecho durante los últimos días entré cuidadosamente al salón observando si alguno de los que me cae mal (o sea, tú y tus amigos) ya ha llegado, viendo que no es así, deduzco que han de estar en alguna parte de la secundaria jugando algún juego tonto mientras esperan el último sonar de la campana, sin pensar mucho en eso tomo asiento junto a los que puedo considerar mis amigos.
Tal y como pensé, ya pasados algunos minutos desde el último toque de la campana vi a los inútiles pasar con tranquilidad por la puerta del salón mientras ignoraban las reprendidas del director hacía ellos, quién seguía sus pasos con un rostro lleno de frustración.
Lo comprendo, es difícil tener que soportar a preadolescentes que se creen superiores y estar en la cima del mundo por el simple hecho de ser ellos.
Lo que no comprendo es por qué no estabas con ellos, ¿Dónde estabas?
Algo sorprendida pero sin duda sin ningún tipo de interés, Nicolle.