Ya pasó un mes desde lo ocurrido, por lo que he visto los gorilas no te han molestado y me alegra mucho saber eso.
También me alegra saber que tu actitud habitual ha vuelto, parece que recobraste la confianza en ti mismo y ya no te miras como si quisieras lanzarte de cualquier precipicio que te encuentres por el camino.
Como sé que nunca leerás estas insignificantes, te contaré que los chicos ya tomaron su venganza en mi por ''Andar de boca suelta''. Pero no te preocupes, no pasó nada que yo no pudiera controlar, mis nudillos lastimados a causa de los golpes que les propiné te lo pueden confirmar.
Se despide, con una reciente cicatriz en el muslo, Nicolle.